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Si yo fuera gerente general de los Yankees

Si yo fuera el gerente general de los New York Yankees me olvidaría por completo de Manny Machado y me enfocaría en las necesidades reales del equipo, de cara a la temporada del 2019.

El elevadísimo monto que está demandando Machado se sumaría al dinero que ya tiene comprometido el equipo en el contrato que heredó de los Miami Marlins en el canje de Giancarlo Stanton y aunque dinero no es lo que le falta a los Yankees, desde hace años cambió la filosofía de una franquicia que aprendió, por las malas, que los títulos no se compran a golpe de billete.

¿Cuáles son los tres puntos que necesita mejorar Nueva York para aspirar a más de lo que consiguió en el 2018?

1.- Un catcher, preferiblemente J.T. Realmuto

Con un hueco en la receptoría como el de Gary Sánchez no se puede ir muy lejos, pues uno de los peores catchers defensivos de todo el béisbol -por no ser absoluto- redunda negativamente en el trabajo del cuerpo de lanzadores.

Si yo fuera Brian Cashman, intentaría conseguir de los Marlins a Realmuto, un receptor joven, completo, atlético, en un canje que incluya a Sánchez y dos de los muchos prospectos con que cuenta la organización.

El enmascarado de los Marlins ha manifestado su deseo de salir de un equipo en reconstrucción y con Gary Sánchez, la gerencia de Miami recibiría a un bate poderoso, que tanto le faltó en el 2018, además de al menos el jardinero Estevan Florial, quien quedó como prospecto uno en la granja de los Yankees, luego del canje de Justus Sheffield a los Seattle Mariners por el zurdo canadiense James Paxton.

2.- Un pitcher abridor

El zurdo Patrick Corbin es quizás el mejor pitcher disponible en el mercado de agentes libres.

Corbin, neoyorquino de nacimiento, creció siendo fanático de los Mulos de Manhattan y ha expresado públicamente su deseo de firmar con la franquicia de sus sueños.

Corbin y el también zurdo Paxton completarían una sólida rotación que encabezaría el derecho dominicano Luis Severino y conforman además el diestro japonés Masahiro Tanaha y el veteranísimo C.C. Sabathia.

En su defecto, de no poder conseguir a Corbin, optaría por J.A. Happ, uno a quien las rayas no le pesaron durante los dos meses en que vistió el uniforme de los Yankees la pasada campaña.

En 11 aperturas, el zurdo Happ dejó récord de 7-0 y efectividad de 2.69.

3.- Firmaría a Adeiny Hechavarría

Los Yankees no podrán contar con su campocorto titular, el holandés Didi Gregorius, al menos hasta después de la pausa por el Juego de las Estrellas.

Una opción que se maneja es cubrir su ausencia con el venezolano Gleyber Torres, quien pasaría de la intermedia a una posición que jugó durante 21 partidos en el 2018, pero con resultados negativos, al cometer cinco errores, para un promedio de fildeo de .928.

Y entretanto, la segunda base la defendería el veterano Neil Walker.

Pero firmar al cubano Hechavarría sería un seguro de vida, por tratarse de un defensor élite de la posición, a la espera de Gregorius y que luego se convertiría en un versátil utility que puede desempeñarse también en la antesala y la intermedia.

Es cierto que no se trata de un gran bateador, pero en un equipo en el que sobra la ofensiva, es una garantía tener un cerrojo en la llave del cuadro interior.