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García y Sánchez, el 'Mexican Way' de tirarse al agua

Cuando comenzaron los clavados libres México se revolucionó en la plataforma de 10 metros Mexsport

Fue ese cuarto clavado, el de 4 vueltas y media al frente, el que lo definió todo. "Era podio o nada", dice Germán Sánchez. "Fue el salto de mayor grado de dificultad. Y en eso tenemos la ventaja de que solo nosotros lo ejecutamos", acota Iván García. El resultado de la apuesta cuelga de sus cuellos: la medalla de plata en los clavados sincronizados (plataforma de 10 metros) les pertenece.

A ellos en particular, y a todos los clavadistas mexicanos, en general.

Que este deporte le haya dado a México su primera medalla en Londres 2012 es todo un símbolo. El segundo puesto conquistado hoy por Sánchez y García extiende una presencia en podios olímpicos de clavados que tiene pocos precedentes en Latinoamérica. Y Germán junto a Iván lo lograron al estilo tricolor, como se practica en tierras mexicanas: arriesgando.

"Nosotros nos destacamos por ser capaces de realizar más piruetas en el aire que el resto. Somos como trapecistas de circo" explica Jorge Rueda, uno de los entrenadores del equipo mexicano de clavados, bajo las tribunas del hermoso Centro Acuático del Parque Olímpico. "Este deporte avanza, y nosotros somos quienes lideramos en sumarle dificultad a los clavados", agrega Sánchez. "En algún momento los otros nos van a alcanzar, pero nosotros somos quienes marcamos ese camino", remata García.

En una prueba sin margen de error, México vino de atrás para subirse al podio. Luego de las dos primeras rondas, la de los saltos obligatorios, Sánchez-García marchaban en octavo y último lugar. El estadio, cuya parte central del techo parece el pecho de una ballena azul, rugía ante cada clavado de la dupla británica, líder hasta ese momento. En la tribuna de atletas, el mexicano Yahel Castillo y clavadistas de Rusia, Italia, Alemania y demás países, se maravillaban por la perfección del dueto chino. Mientras, Germán e Iván recordaban en sus mentes una conversación de la noche anterior.

"Antes de acostarnos tuvimos una charla con (los ex medallistas olímpicos) Fernando Platas y Jesús Mena. Ellos nos dijeron que solo debíamos pensar en un clavado a la vez. Les hicimos caso, y eso nos ayudó mucho" cuenta García. "Yo dormí muy bien, creo que porque ya estamos acostumbrados a este tipo de competencias", señala Sánchez.

Y entonces, a partir de la tercera ronda, todo empezó a cambiar. Un clavado de 3.7 de dificultad les permitió saltar al 5to puesto, detrás de China, Gran Bretaña, Alemania y Estados Unidos.

En la cuarta ronda llegó el clavado de 4.1 de dificultad, que si bien no fue perfecto, les permitió sumar unos 95.94 puntos altísimos, y poner presión a sus rivales. Antes Alemania ya había quedado fuera de la lucha grande con un escaso 78.84 en su intento número cuatro. E inmediatamente después llegó el error de la pareja británica, con un horrendo clavado que puntuó apenas 71.28. México saltó así al segundo puesto, que luego aseguraría con dos clavados más impecables.

"China está por delante de todos, y luego viene el resto del mundo. México es el líder del grupo que busca alcanzar a los chinos", reconoce Nicholas McCrory, quien junto a David Boudia le dieron el bronce a los Estados Unidos.

Los festejos post triunfo de García y Sánchez fueron simples pero emocionantes. Apenas salieron del Centro Acuático, ambos posaron para las fotos (las de ellos, tomadas con sus propios celulares) con unos enormes aros olímpicos a sus espaldas. Luego se encontraron con sus familias en el àrea de comidas del Parque, justo a la sombra de la monumental Orbit Tower y con el Estadio Olímpico a unos cien metros. Y esta noche habrá cena de íntimos en alguno de los restaurantes del centro comercial Westfields, que se encuentra pegado a la Villa de los atletas.

Mientras en Londres cae la tarde y el frío golpea en un verano que no es tal, México comienza a calentar sus esperanzas de más medallas en clavados. El secreto parece estar en la Mexican Way de tirarse al agua. Desde puentes o rocas, como Germán Sánchez padre lo hacía cuando era joven. O desde una plataforma de 10 metros pero haciendo más giros que nadie, con Germán Sánchez hijo e Iván García lo hicieron este lunes, para sumar sus nombres a la indeleble historia del deporte olímpico mexicano. Ese que debe decirle a los clavadistas, simplemente, "Muchas Gracias Por Vuestro Valioso Aporte. Siempre".