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Todos los ojos estarán sobre Bryce Harper en el Juego 5

Cuando se trata de partidos de vida o muerte, Bryce Harper ha lucido bien para los Nacionales. Patrick Smith/Getty Images

¿Se acuerdan de Bryce Harper? Ustedes saben, ¿el tipo que encendió en candela el mundo el año pasado cuando se convirtió en el JMV unánime más joven en la historia de Grandes Ligas? Un año más tarde, a pesar de lo imposible que eso parecía, este chico se ha convertido casi en un desconocido.

Incluso dentro de su propio camerino, Harper parece haberse perdido un poco en la mezcla. Daniel Murphy es candidato al JMV. Trea Turner es la próxima gran estrella. Stephen Strasburg, con la ayuda de su desgarre en el músculo flexor, ha dominado los titulares. Y entonces está Harper, quien en la actualidad está metido en una mala racha que ya dura cinco meses que tiene a todo el mundo preguntándose: A) si su actuación del año pasado fue casualidad, B) si él está totalmente saludable y C) cuando saldrá de la misma.

En este punto, A y B quedan a discreción de quien emita su comentario. Y en cuanto a la C, eso también es incierto. Pero podemos apostar que habrá mucha gente sintonizando el partido del jueves en la noche intentando encontrar respuestas a esas preguntas, cuando los Nacionales y los Dodgers estén en el centro del escenario.

En caso que ustedes no lo sepan, los Nacionales y los Dodgers son equipos de béisbol. Y ellos están enfrentándose en algo que se llama la Serie Divisional de la Liga Nacional. De hecho, ellos han llevado a cabo cuatro partidos realmente buenos, juegos que probablemente muchos de ustedes ni siquiera hayan visto porque dichos partidos se han celebrado en horarios del día en los que la mayoría de ustedes están muy ocupados llenando reportes TPS. Y porque están los Cachorros, Cachorros, Cachorros, Cachorros, Cachorros, Cachorros, Cachorros, Cachorros, Cachorros, Cachorros.

Bueno, aquí nos atrevemos a interrumpir la programación en horario estelar (de los Cachorros) para informarles que el Juego 5 de la serie entre los Nacionales y los Dodgers está listo para llevarse a cabo. Mejor aún, gracias a que los Azulejos y los Indios patearon y sacaron de carrera a los Vigilantes y los Medias Rojas, respectivamente, y gracias a que los Cachorros (ellos son de Chicago, quizás hayan escuchado algo de ellos) hicieron cosas impensables para los Cachorros ante los Gigantes, de repente el juego Washington-L.A. es el único juego en calendario en la ciudad. Y cuando decimos ciudad nos referimos a todo el país. En otras palabras, esta noche, a las 8 p.m. ET, todos los ojos en el béisbol estarán posados sobre Bryce Harper.

En lo que vale, Harper es un chico al que le gusta tener todos los ojos encima de él. Eso es parte de lo que lo impulsa. Por eso es que dice cosas como, "¿Dónde está mi anillo?", cita que acuñó en el primer día de los entrenamientos primaverales el año pasado. Por eso es que, en el Día Inaugural de este año, cuando él sabía que todo el mundo estaría observándolo, se puso en su cabeza una gorra frente a muchas cámaras para iniciar su campaña de "Hagamos al béisbol divertido de nuevo". Por eso es que nadie ha tenido problemas prediciendo que en el futuro no muy distante estará utilizando el uniforme de los Yankees. Pero por lo menos por ahora, él está usando el uniforme de los Nacionales, lo que levanta la pregunta: ¿Cuál Bryce Harper veremos cuando la cortina se levante el jueves en la noche?

Por un lado, hay una oportunidad decente de ver al mismo tipo que ha tenido problemas durante casi toda la temporada. El mismo que en ocasiones ha lucido fuera de balance en el plato, y que en ocasiones se ha visto distraído en el terreno. El mismo cuya baja en producción (de un WAR de 9.9 en 2015 a 1.6 este año) fue la más grande para cualquier JMV reinante en la historia del deporte.

Por otro lado, Harper ha estado mostrando señales de que está en recuperación. En la primera entrada de la derrota del martes en el Juego 4 en L.A., consiguió boleto en un luchado turno, que duró nueve pitcheos, ante un lanzador que en raras ocasiones da boletos (Clayton Kershaw). En la séptima entrada, con los Nacionales en desventaja de tres carreras y amenazando con montar un ramillete de carreras, logró otro boleto con nueve lanzamientos que causó que Kershaw fuese sacado del partido, y que fue tan épico que su compañero Daniel Murphy lo catalogó como "el turno del juego". (Técnicamente, fue una aparición en el plato, no un turno, pero ustedes entienden el punto). Esos tipos de batallas, que fueron la regla la temporada pasada pero que han sido la excepción este año, sugieren que Harper podría estar encaminado a lograr grandes cosas en el Juego 5.

"Me gusta la pelea que estamos viendo en él", dijo el manager Dusty Baker luego del partido. "Durante los playoffs es cuando está en su mejor forma".

Específicamente, Harper luce en su mejor forma cuando participa en juegos de vida o muerte. Como novato en 2012, luego de irse de 18-1 en los primeros cuatro juegos de la SDLN, se fue de 5-2 con un triple y un cuadrangular en el partido decisivo. En 2014, con su equipo en desventaja dos juegos a uno en la SDLN y a punto de ser eliminados, se fue de 3-2 con un doble y un cuadrangular. El jueves ante los Dodgers, por tercera vez en su carrera, se encuentra a si mismo en la misma situación.

Para el record, en las primeras dos ocasiones, a pesar de los mejores esfuerzos de Harper, los Nacionales perdieron y se fueron a su casa. Quizás la tercera ocasión sea la vencida, o quizás no. Independientemente del resultado, un juego de postemporada, un turno, no van a definir - o más certeramente, redefinir - la mala temporada que ha tenido Harper. Pero sí tiene el potencial de impulsar a su equipo a la Serie de Campeonato de la Liga Nacional, y quizás más allá. Si eso ocurre, y si Harper está en el medio de esto, será ese momento entonces - y no los pasados cinco meses - lo que podríamos recordar más de su temporada 2016.