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El Yankee Stadium recibe una renovación gracias a las redes sociales

Basándose en las tendencias llamadas FOMO y FOBO en inglés y las redes sociales, los Yankees han encargado una serie de renovaciones al Yankee Stadium en el Bronx. New York Yankees

Cuando una concurrencia a casa llena de 48,231 fanáticos presenció el primer lanzamiento en el nuevo Yankee Stadium, construído a un costo de $1.5 billones de dólares, el 16 de abril del 2009, el iPhone ni siquiera había cumplido dos años. En ese entonces, no había forma de saber que la competencia más fiera del estadio por la atención de los fanáticos sería algún día los omnipresentes teléfonos inteligentes.

Ocho años después, la revolución de las redes sociales que estos teléfonos ayudaron a crear ha hecho que la fachada del estadio cambie -- literalmente.

Las redes sociales, más notablemente Snapchat, Twitter, Instagram y Facebook, han transformado la experiencia del fanático, empujando a equipos tales como los Indios y los Rockies a innovar sobre la marcha mientras intentan apelar grupos generacionales como los millennials, y también al grupo que le sigue a ese - la Generación Z, definida por muchos como los nacidos de 1995 en adelante - cuyas vidas se centran en línea.

Los Yankees son los siguientes al bate. En abril, se unirán a esta tendencia de renovación de estadios, develando lo que el dueño Hal Steinbrenner describió como espacios "más amigables a la familia" y "orientados socialmente" en el Yankee Stadium.

Esos espacios incluyendo áreas de juego para niños pequeños y diferentes puntos para los abonados del equipo para reunirse y, más importante aún, tomar fotos, videos y compartirlos en redes sociales. Los Yankees no quisieron revelar el costo del proyecto, pero para otros equipos, ese costo ha variado entre $10 y $60 millones.

"El béisbol es generacional. Estamos siendo proactivos." Marty Greenspun, vicepresidente senior de los Yankees

La asistencia de los Yankees ha bajado en casi cada año desde que abrieron el nuevo recinto, cayendo desde un promedio de 45,918 en su primer año a 37,820 la pasada temporada, y el equipo ve la remodelación del estadio como un jugada a largo plazo para intentar atraer a la Generación Z a la experiencia a rayas, y una forma de darle a los 'millennials' y a las generaciones más viejas nuevas formas de experimentar el juego.

"Si eso es cierto, entonces es una innovación realmente interesante porque, en el caso de los Yankees, ellos estarán tratando de hacer algo sobre un problema que ha estado presente en las conversaciones de las personas que han sido dueñas de equipos por 20 años", dijo Roger Noll, profesor emérito de la Universidad de Stanford quien ha escrito extensamente sobre el negocio de los estadios deportivos.

Si bien la tendencia sigue floreciendo en las Grandes Ligas, es posible que pronto se convierta en una necesidad. Los Rockies dieron el salto el año pasado con una renovación del Coors Field a un costo de $10 millones para aprovechar más la espectacular vista de las montañas alrededor del estadio.

"Uno tiene que hacer esto porque, si no lo haces, los fanáticos se van a ir a otro lado", dijo el jefe de operaciones de los Rockies Greg Feasel. "Hay tantas alternativas ahora para el consumidor, para el fanático, y uno tiene que darle a los fanáticos lo que ellos quieren, y si no lo haces, ellos lo van a encontrar en otro lado".

Eso comienza con el omnipresente teléfono inteligente, que siempre está en búsqueda de atención. Lo que intentan con las remodelaciones los ejecutivos del béisbol es convertir esos dispositivos de potenciales adversarios a socios.

¿WAR y BABIP? Intenten FOMO y FOBO

La era actual del béisbol se ha visto inundada de nuevas siglas, desde el OPS al WAR al BABIP, pero cuando se trata de renovar la experiencia en los estadios, hay un par de siglas vitales que debemos aprender -- FOMO y FOBO.

El FOMO (Fear of missing out o miedo a quedarse fuera, en español) es un fenómeno de las redes sociales en el que la gente siente que se está quedando fuera debido a los 'feeds' de sus amigos en las redes sociales. Cuando la gente asiste a los partidos, ellos pueden decirle a los que están en su pequeño mundo social, "Mírenme, estoy aquí". Ellos pueden hacer eso ahora, desde sus asientos, pero los fanáticos quieren dejarle saber a sus amigos de la experiencia completa - y quizás presumir un poco.

Para cualquier entidad de entretenimiento, el FOBO (fear of being offline, o miedo a no estar conectado, en español), es un término que ahora tiene más y más importancia. Es la necesidad, rayando en la obsesión, particularmente entre la Generación Z, de estar constantemente conectado a la internet.

"Uno tiene a la siguiente generación de chicos que viene a los juegos con sus padres y realmente necesitan estar conectados todo el tiempo", dijo el vicepresidente senior de los Yankees Marty Greenspun.

Desde Hal Steinbrenner hacia abajo, los Yankees han estado estudiando esta tendencia para ver cómo pueden adaptar su estadio a esto. Luego de darse cuenta que a la gente, joven y vieja, le gusta compartir fotos y videos en redes sociales, ellos han intentado crear experiencias más allá del juego donde los fanáticos se puedan filmar a sí mismos.

Al eliminar cerca de 2,100 asientos - la mitad de ellos tenían visión obstruida al terreno y de menor precio en las gradas traseras - ellos creen que han creado un ambiente menos estancado. (Para compensar por la pérdida de los asientos de menor precio, los Yankees dijeron que han añadido unos 200,000 boletos a $15 o menos, que en promedio representan casi 2,500 por juego).

Sin embargo, a pesar de todo el discurso de las redes sociales, las críticas al diseño del estadio han estado presentes desde el día uno. Las nuevas adiciones son patrocinadas, lo que probablemente significa que ellos tendrán que hacer lo justo para superar la atmósfera corporativa del estadio. Desde que abrió en el 2009, los precios caros de los boletos, el ambiente cavernoso del Monument Park, el infame foso que separa los asientos de lujo a nivel del campo del resto de los asientos y la falta de fanáticos sentados detrás del plato en esos asientos de lujo - una molestia constante en TV - han causado que muchos "fanáticos comunes" se sientan excluidos. Durante una reciente disputa con StubHub sobre los descuentos en los precios de los boletos, el jefe de operaciones de los Yankees Lonn Trost atrajo titulares - y burlas en los programas de televisión a altas horas de la noche - cuando aseguró que los abonados en áreas de lujo no quieren sentarse junto a fanáticos que "nunca se han sentado en una localización tan exclusiva" antes.

Los Yankees elaboraron los planes de renovación luego de encomendar estudios y encuestas al respecto.

Habrá un espacio de casi 3,000 pies cuadrados llamado el "SunRun" Kids' Clubhouse en el tercer nivel del jardín derecho, que tendrá una réplica de un trofeo de Serie Mundial de casi seis pies de altura y espacios privados para madres lactantes. La idea detrás de esto, dijo Steinbrenner en un comunicado de prensa, es que "nuestros fanáticos más jóvenes se sientan como si el Yankee Stadium es una extensión de su parque local o su patio".

Para la Generación Z, los millennials y fanáticos más viejos, habrá un espacio de 3,500 pies cuadrados en el segundo nivel del jardín central llamado el Master Card Batter's Eye Deck. Cerca de ahí, estarán los Bullpen Landings, que tendrá comida especializada y una barra que, como su nombre indica, le dará a los fanáticos la oportunidad de mirar a los relevistas en el bullpen. El AT&T Sports Lounge estará a nivel del terreno y será esencialmente una barra deportiva sin mucho espacio para ver el partido. Y los nuevos Budweiser Party Decks en las secciones 311 y 328 tendrán barras - y una vista del partido. Además estarán instalando estaciones de carga de celulares en las nuevas instalaciones - añadiendo más de 125 puertos USB, cerca de tres veces el número de puertos que existen en las áreas fuera de lois palcos de lujo del estadio (y que han sido añadidos desde agosto del 2015) - para que los fanáticos puedan recargar sus aparatos.

"Ellos están intentando responder a como la gente joven quiere experimentar los partidos de béisbol", dijo Andrew Zimbalist, un profesor de economía de Smith College.

Los Yankees creen que los fanáticos quieren más áreas sociales desde donde se pueda ver el partido, ya que ellos ven los juegos de forma diferente a como se veían hace una década. Si todo sale de acuerdo al plan, los padres con niños pequeños tendrán más opciones para ocupar la atención de sus hijos, mientras que los chicos más grandes y los adultos tendrán más lugares para tomar fotos y videos con su familia y amigos.

"El béisbol es generacional", dijo Greenspun. "Estamos siendo proactivos".

El nuevo estadio trajo el mismo aspecto que el estadio viejo en términos de configuración del terreno de juego. A pesar de las nuevas áreas, los Yankees aseguran haberlo mantenido igual.

Para los tradicionalistas, ellos pueden seguir viendo el juego, desde sus asientos, las nueve entradas, como siempre lo han hecho.

El Progressive Field se convierte en progresivo

La remodelación de la experiencia en el estadio significará algo diferente para cada equipo si, como se anticipa, esto se convierte en la nueva norma en vez de la excepción. El Progressive Field en Cleveland ya tiene más de 20 años de edad. Cuando cumplió su primera década de vida, el entonces presidente del equipo Mark Shapiro y sus compañeros ejecutivos comenzaron a pensar cómo podrían llegar a los diferentes segmentos de la población de la ciudad. Ellos querían traer adentro del estadio un poco de lo que ellos creían que hace especial a Cleveland.

"Lo que hace grande a nuestro mercado en Cleveland es mucho de los grandes barrios", dijo Alex King, el vicepresidente de mercadeo de los Indios.

La nueva área del Progressive, el Right Field District, y otras actualizaciones, costaron casi $60 millones, de acuerdo de King. Se trajeron concesiones de restaurantes locales adentro del estadio, mientras se crearon barras y áreas abiertas para los fanáticos en el jardín derecho.

"La tendencia en los estadios en los últimos 20 años ha sido exactamente lo que está ocurriendo ahora con el Yankee Stadium, que es a convertirlos más y más en centros comerciales." Roger Noll, profesor emérito en la Universidad de Stanford, quien ha escrito mucho sobre el negocio de los estadios deportivos.

"Realmente se diseñó para ese grupo 'millennial' profesional joven", dijo King.

Sin embargo, los oficiales creen que estas áreas apelan más que a simplemente gente joven.

"Pienso que es demasiad temprano para saberlo", dijo King. "Creo que tratar de ser siempre relevantes para los fanáticos y escucharlos y tratar de entender lo que andan buscando, nosotros siempre vamos a tratar de hacer eso. En última instancia, ¿es algo que nosotros vamos a poder ver que se acelere o es algo que va a estar en demanda? Pienso que es demasiado temprano para saberlo".

Las ideas a una milla de altura

Desde el The Rooftop en el Coors Field, los fanáticos pueden ver vistas espectaculares, alguna de elas cuales también incluyen una vista sin obstrucción al terreno. Hace tres años, los Rockies aprovecharon al máximo las espectaculares vistas a las montañas. Ellos se deshicieron de muchos asientos que no se usaban y colocaron esa área en el jardín derecho.

"Teníamos dos cabañas que pusimos allí y que nos robamos esa idea de Vegas o The Broadmoor [un hotel de lujo en Colorado Springs], y ni siquiera se puede ver el terreno", dijo Feasel. "Vendimos esas cosas"

"Uno tiene que hacer esto porque, si no lo haces, los fanáticos se van a ir a otro lado. Hay tantas alternativas ahora para el consumidor, para el fanático, y uno tiene que darle a los fanáticos lo que ellos quieren, y si no lo haces, ellos lo van a encontrar en otro lado." El COO de los Rockies Greg Feasel

Para los equipos deportivos, existe un claro componente de negocios en estos cambios. No solo ellos quieren darle a sus fanáticos una vista diferente de los juegos así como experiencias diferentes, sino que además quieren que lleguen temprano y se mantengan en el estadio por más tiempo. Una forma de atraer a los jóvenes es con cerveza, la que los Rockies venden a solo $3 antes de los juegos.

Noll, el profesor de Stanford, dijo que esto es parte de la tendencia más grande a tomar lo que funciona afuera del estadio y traerlo adentro.

"La tendencia en los estadios en los últimos 20 años ha sido exactamente lo que está ocurriendo ahora con el Yankee Stadium, que es a convertirlos más y más en centros comerciales", dijo Noll.

El juego sigue siendo la pieza central, pero existen más y más complementos a su alrededor. El letrero del Rooftop de los Rockies que dice "5,820" es un lugar altamente codiciado para tomarse 'selfies', ya que la gente suele compartir que se encuentran a una milla por encima del nivel del mar.

Todo esto es parte de hacer la experiencia algo más que solo un juego - diseñado para utilizar el teléfono como herramienta para la experiencia en el estadio en vez de una distracción. El Yankee Stadium es el último en tener un cambio de imagen gracias a las redes sociales, pero ciertamente no será el último.