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¡La corte está de vuelta en sesión! Aaron Judge parece haber vuelto por sus fueros

NUEVA YORK - El hecho que Aaron Judge haya vuelto a ser un bateador temido es un testamento a su cabeza.

Aunque el tamaño de Judge siempre sobresale, su éxito comienza con su cerebro. Ha pasado más de un año desde que Judge fue ascendido a Grandes Ligas, y desde el día que llegó ha mostrado una actitud más acorde con un veterano de 10 temporadas que un novato.

Por eso es que no es sorpresa para nadie que parezca que está empezando a sacudirse de su mala racha en la segunda mitad. Ha conectado dos cuadrangulares en dos de sus pasados cuatro juegos para ampliar su ventaja en el liderato de ese departamento en la Liga Americana con 43. Su OPS en los últimos 10 partidos es de calidad de la primera mitad -- 1.309.

Si se extiende ese número un poco más allá, su OPS no es de calibre de JMV pero sigue siendo respectable, ya que ha acumulado .890 en el último mes.

La razón por la que Judge podría volver por sus fueros nuevamente es su actitud. Si hubo algo que aprendimos de Judge de sus 84 turnos en el 2016, fue su forma de batear. Se ponchó 42 veces, pero incluso aunque se ponchaba una de cada dos veces que se paró en el plato, nunca cambió antes o después de los partidos.

Judge tuvo la confianza como novato de convertirse en el DJ de los Yankees de Nueva York tras su llegada. Por años, desde la era de Derek Jeter, casi nunca los Yankees tenían música en el camerino. Cuando Judge llegó, notó la inconsistencia en las canciones en el camerino. Con la bendición de CC Sabathia y Aaron Hicks, quien en algunas ocasiones anteriores se había encargado de la música, Judge se convirtió en Casey Kasem. Y no dejó de hacer cuando no jugaba bien.

Luego de los partidos, siempre estaba parado frente a su casillero, respondiendo preguntas. Sus respuestas eran buenas. No eran particularmente perspicaces, pero eran directas. No parecía perder la confianza, algo que suele pasarle con facilidad a un novato.

Con su cabeza en el lugar correcto, Judge solo necesitaba una forma de levantar su tasa de contacto. El manager de los Yankees Joe Girardi ha predicado desde el inicio de los entrenamientos primaverales que si Judge puede conectar la pelota, la misma va a llegar lejos.

Y los números confirman esto, al mirar como muestra los pasados 25 partidos. En los primeros 15 de ese periodo, conectó para .157, y con ponches en el 32 por ciento del tiempo, y con boletos en el 18 por ciento. Pero en los pasados 10, ha promediado .294, y aunque su tasa de ponches ha descendido ligeramente a 30 por ciento, ha aumentado su tasa de boletos a un 24 por ciento. Está dejando pasar más malos pitcheos.

Si vamos a números más profundos, encontraremos que esto es más cierto aún. Su tasa de abanicadas y falladas ha descendido un 5 por ciento en ambos periodos de información. En esos 15 juegos, falló el 32 por ciento del tiempo que abanicaba, mientras que en los pasados 10 ha bajado a 27 por ciento.

Quizás esos números no parezcan grandes, pero debido a lo grande y fuerte que es Judge, que mide 6-7 y pesa 282 libras, causa un gran impacto. Mientras más pelotas coloque en juego, más probable que ocurran cosas buenas porque batea la pelota tan o más duro que cualquiera en el deporte.

Judge intenta mantener las cosas simples. Cuando tuvo su primera mitad de calibre de JMV, nunca se le subieron los humos a la cabeza ni actuaba como si hubiese resuelto todos sus problemas. Y cuando comenzó a tener problemas en la segunda mitad, nunca se le vio con la cabeza abajo. Es un buen augurio para el futuro - cercano y lejano, así como alto, lejos... y desaparecido.