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Con o sin J.D. Martínez, los Medias Rojas tienen un plan para renovar su ofensiva

Añadir un gran bate en el medio de la lineación es claramente una de las prioridades de Boston en el invierno. Pero ya tienen encaminada un cambio total de filosofía para ayudar a bateadores como Xander Bogaerts. AP Photo/Michael Dwyer

BOSTON - Seis días antes de la Navidad, los Medias Rojas de Boston están comprensiblemente preocupados por su alargada búsqueda de un toletero para la parte media de su alineación. Pero ni J.D. Martínez ni especialmente el regreso de Mitch Moreland van a poder por si solos aliviar un poco el descenso de 93 carreras en su producción del 2016 al 2017.

Aquí es donde entra Tim Hyers.

Contratado el mes pasado para ser el nuevo coach de bateo bajo el nuevo manager novato Alex Cora, Hyers vuelve a los Medias Rojas luego de dos años con los Dodgers de Los Angeles. Durante su primera estancia con los Medias rojas, pasó tres temporadas como coordinador de liga menor en el momento en el que Jackie Bradley Jr., Xander Bogaerts, Mookie Betts y Christian Vázquez venían subiendo por el sistema de fincas y estableciéndose en Grandes Ligas, dándole conocimiento de primera mano de sus enfoques individuales en el plato y los pormenores de sus movimientos con el bate.

Pero esa es solo parte de la razón por la que los Medias Rojas contrataron de vuelta a Hyers. Los Dodgers anotaron 725 y 770 carreras en las pasadas dos temporadas, un aumento de las 667 carreras que anotaron en el 2015, el año antes que Turner Ward y Hyers tomaran las riendas como coach de bateo y asistente del coach de bateo, respectivamente. Además, los Dodgers han estado a la vanguardia de la revolución del batazo elevado en el béisbol, con el antesalista Justin Turner y el jardinero central Chris Taylor emergiendo como portavoces de los bateadores que están bien pendientes al "ángulo de lanzamiento", la medida de la trayectoria vertical de la pelota cuando sale del bate.

Mientras tanto, los Medias Rojas acaban de finalizar últimos en la Liga Americana en jonrones por primera vez desde 1993. Y mientras los fanáticos se preguntan qué rayos está pasando en el Fenway Park, Hyers tiene la tarea de impartir la filosofía ofensiva que convirtió a los Dodgers en una entidad tan productiva.

"Nosotros siempre hemos querido, como bateadores, batear la pelota duro y embasarnos y remolcar carreras. Pero ahora, con toda la tecnología, podemos comenzar a ponerle un número a eso", dijo Hyers. "Si bateas una pelota de 15 a 30 grados en el aire y la bateas a 95 o 100 mph, va a ser un swing productivo. Hacia eso es lo que estábamos apuntando [en Los Angeles], y nos resultó muy bien".

Por años, los equipos modelaron su enfoque ofensivo en torno a los Medias Rojas, que les enseñaban a sus bateadores a conocer la zona de strike, a ser selectivos y elevar el conteo de picheos para forzar la salida temprana de un abridor y que el rival tenga que usar su bullpen más temprano. Incluso en la pasada temporada, los Medias Rojas abanicaron solo el 43.9 por ciento de los picheos, la segunda menor tasa en todo el béisbol detrás de los Dodgers.

Pero el juego ha cambiado. Es cada vez más raro que los abridores puedan medirse tres veces en un partido a una alineación, y los relevistas están lanzando más duro que nunca. Entonces, si bien es aconsejable esperar por un buen lanzamiento para batear, existe tal cosa como ser demasiado pasivo. La pasada temporada, los Medias Rojas batearon menos lanzamientos en la zona de strike que cualquier otro equipo en el béisbol (62.3 por ciento) pero estuvieron en el medio de la manada al abanicar lanzamientos fuera de la zona (29.5 por ciento). Los Dodgers persiguieron un 26.2 por ciento de esos lanzamientos, la cifra más baja de la liga, en parte porque fueron más agresivos más temprano.

"El primer pitcheo de la Serie Mundial que ellos vieron, fue un cuadrangular", dijo Cora, al referirse al jonrón abriendo el Juego 1 ante el zurdo de los Astros de Houston Dallas Keuchel. "Eso es lo que nosotros estamos intentando hacer. En la era en la que vivimos, está bien exprimir al máximo los turnos, pero algunas veces sacarle el máximo a un turno es batear el primer pitcheo del turno y hacerle un buen swing".

Y cuando los Dodgers abanicaban, Ward y Hyers los alentaban a poner la pelota en el aire. Los bateadores de los Dodgers se ubicaron en sexto puesto en las mayores en tasa de elevados (37 por ciento), un aumento respecto al 32.6 por ciento logrado en 2016, y conectaron 221 jonrones, cuartos en la Liga Nacional y un aumento respecto a los 189 conseguidos en 2016.

A los bateadores se les enseña desde hace mucho a abanicar encima de la pelota. Pero con los avances tecnológicos que detectan el giro de un pitcheo o el punto donde el lanzador suelta la pelota, los coaches les enseñan a los bateadores a abanicar pitcheos bajos en la zona de strike y levantarlos al aire, con un ángulo de lanzamiento de al menos 25 grados, lo que produciría un elevado. Aunque ese modo puede llevar a más abanicadas fallidas, también fuerza a los lanzadores a elevar la pelota con mayor frecuencia, lo que resulta en picheos más bateables.

"Nuestros bateadores entienden información y ellos leen tanto como lo hacen nuestros coaches, así que cuando uno comienza a entender que una pelota en el suelo es esencialmente un out, ellos hacen ajustes en su mecánica [del swing], su forma de elevar la pelota", dijo el manager de los Dodgers Dave Roberts. "Eso se va a traducir en más elevados, más jonrones. Elevar la pelota parece la mejor manera que los bateadores pueden ser productivos".

Los Medias Rojas no contagiaron con esa locura. De acuerdo con FanGraphs, ellos llegaron en el puesto 22 en las mayores en tasa de elevados con 34.4 por ciento, la segunda menor tasa entre los equipos que llegaron a la postemporada (Rockies). Entre los jugadores con al menos 250 turnos, el jardinero izquierdo Andrew Benintendi lideró a las Medias Rojas con un ángulo de lanzamiento promedio de 14.2 grados, empatado en el puesto 69 en las mayores. En contraste, Turner llegó en el puesto 16 con 18.4 grados. El toletero de los Rangers de Texas Joey Gallo lideró las mayores con 22.7 grados.

Hyers no está aquí para mejorar el swing de nadie. Pero sí logra hacer que, por ejemplo, Bogaerts piense más en elevar la pelota, eso podría llevar a mejores resultados. La pasada temporada, el ángulo de lanzamiento promedio de Bogaerts fue de 8.2 grados, una baja respecto a los 11.3 grados que tuvo en el 2016. No es coincidencia que el total de jonrones de Bogaerts bajara de 21 a 10, y su slugging de .446 a .403.

"Cada bateador tiene su swing propio y único, y mi trabajo es mantenerme dentro del marco de lo que hacen porque ellos son exitosos por una razón", dijo Hyers, quien acredita el éxito de Turner al influir en la filosofía de los Dodgers. "Pero eso no significa que uno no les recomiende ajustes o que no trates de ayudarlos a ser mejor en lo que hacen. Uno siempre va a tener una especie de filosofía de equipo para anotar carreras, pero eso es individualizado porque cada bateador tiene un swing diferente".

Tras contratarlo el mes pasado, los Medias Rojas le enviaron a Hyers videos de varios bateadores. Él comenzó a verlos, a hacer anotaciones y compartir algunas de sus observaciones con varios jugadores mediante llamadas telefónicas y mensajes de texto. Luego de las fechas festivas, Hyers tiene planificado visitar a algunos jugadores en persona. Antes de los entrenamientos primaverales, espera haber tocado base con todos ellos.

Eventualmente, los Medias Rojas añadirán un bateador a su grupo. Pero independientemente de si el presidente del equipo Dave Dombrowski finalmente llega a un acuerdo con Martínez en la agencia libre o logra algún cambio, Cora y él están claros que Bogaerts, Hanley Ramírez y otras piezas fijas en la organización deben mejorar su rendimiento ofensivo en comparación con la temporada pasada.

Ayudarlos a lograr eso es la responsabilidad de Hyers.

"Sin importar a quien traigamos - o si no traemos a nadie - tenemos un equipo muy bueno con jugadores talentosos", dijo Hyers. "Algunas veces pienso que los coaches y los jugadores pueden adelantarse a sí mismos y buscar los resultados. Yo soy más de la escuela que dice, 'Busca el proceso'. Ese es el reto para mí, el que mis muchachos se enfoquen en el proceso, que se enfoquen en lo que necesitan hacer de forma individual y trabajar como grupo. Si tenemos nueve chicos que hacen eso, va a ser un año realmente bueno".

Tampoco les caerían mal algunos elevados adicionales.