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¿Existe la posibilidad de ver un campamento de spring training de agentes libres?

Mientras los equipos del béisbol de Grandes Ligas llenan los camiones de implementos deportivos y los jugadores se preparan para dirigirse a las Ligas del Cáctus y de la Toronja, las bajas producto de un invierno perdido siguen multiplicándose sin un final en el horizonte. En un complejo en el estado de la Florida, varios agentes libres desempleados comparan sus notas con respecto a ofertas que no se materializan nunca y comentan el estancamiento casi epidémico e interminable en el mercado.

"Esta es sin dudas la época del año en la cual todos están emocionados de empezar a practicar béisbol en vez de estar sentados en un salón de entrenamiento con pesas", dijo un agente libre sin firmar. "Varios peloteros estaban bromeando al respecto en nuestro sitio. Uno de ellos dijo: 'Oye, ¿por qué no empezamos nuestro propio entrenamiento primaveral?'".

Una temporada baja sin mayores novedades dentro de las contrataciones ha provocado que la retórica llegue a niveles alarmantes. El viernes pasado, el agente Brodie Van Wagenen de la agencia CAA publicó un comunicado en el cual se sugiere la idea de la cartelización entre los distintos dueños de equipos, sugiriendo la posibilidad de un boicot al spring training, lo cual fue rechazado por la Asociación de Peloteros mediante otro comunicado. El hecho que, entre el 12 y 14 de febrero, los distintos equipos de las Grandes Ligas tienen pautada la llegada de sus lanzadores y receptores a los campos de entrenamiento, no deja mucho tiempo para resolver la disputa.

Para los más de 100 agentes libres bajo el Artículo XX(B), agentes libres de ligas menores y peloteros a los cuales no se les extendió ofertas en diciembre y que aún esperan noticias positivas, existe una idea atractiva que está empezando a rondar las mentes de los involucrados: De no producirse una cascada sin precedentes de contrataciones esta semana, ¿acaso el Sindicato de Peloteros de las Grandes Ligas podría organizar un sitio para que los jugadores sin firmar se reúnan, estrechen nexos y simulen así los rituales del campamento primaveral? O sea, ¿se podría hacer una especie de spring training paralelo?

Este concepto aún debe avanzar más allá de ser mera especulación. Sin embargo, se está convirtiendo en tema de conversación cada vez más relevante.

Los peloteros, agentes y oficiales del sindicato todos declinaron comentar sin garantizarles anonimato debido a lo sensible de la situación. Sin embargo, varias fuentes indicaron que el Sindicato se está preparando para la posibilidad de un campamento primaveral en Florida o Arizona (o quizás en ambos sitios simultáneamente) en el cual los peloteros sin contratar pudieran converger. La mayor probabilidad es que los peloteros no participarían en partidos o showcases formales. Por el contrario, la iniciativa les daría una oportunidad de proseguir sus entrenamientos de temporada baja dentro de una estructura unificada y planificada.

"Si es algo que un grupo de agentes libres considera les puede ser de beneficio, la logística no es difícil y se hará realidad", dijo una persona con nexos con el Sindicato. "Si existe la necesidad de hacerlo, se hará. Punto. Final de la historia".

La frase "campo de pruebas" para denominar este campamento hipotético es inapropiado. J.D. Martínez, Eric Hosmer, Jake Arrieta, Yu Darvish y otros agentes libres prominentes no han sido aún firmados porque hay equipos que cuestionan su capacidad para jugar, y pocos concuerdan con la idea que podrán mejorar sus posibilidades si toman práctica de bateo o lanzan sesiones de bullpen en Arizona o Florida. Estos jugadores y otros agentes libres de élite se encuentran aun buscando empleo porque la brecha entre las expectativas que estos tienen y el dinero que los equipos están dispuestos a invertir es sumamente amplia.

Las razones tras dicha diferencia han sido objeto de especulación hasta el cansancio. Algunos agentes y peloteros lo atribuyen a un contrato colectivo que penaliza a los equipos con nóminas más onerosas y no les provee incentivos a los clubes más modestos a fin de aumentar sus pasivos laborales. Otros han sugerido un esfuerzo coordinado por parte de los dueños de equipo, y el agente Scott Boras recientemente comentó al diario USA Today que "un cáncer de la no competitividad" está "arruinando la esencia de este deporte".

Además, los equipos parecen tener mayores reservas a la hora de extender convenios a largo plazo a peloteros sobre los 30 años y las gerencias de los clubes, ahora más orientadas hacia el análisis estadístico, parecen albergar la idea de armar rosters más dirigidos hacia lo colectivo. Si bien el pacto de Lorenzo Cain con Milwaukee por cinco años y $80 millones es el más lucrativo para un agente libre durante la presente temporada baja, Giancarlo Stanton, Evan Longoria, Andrew McCutchen, Christian Yelich, Marcell Ozuna y Gerrit Cole son varios de los peloteros de renombre que han cambiado de equipo mediante canjes producidos este invierno.

Para los peloteros desempleados, hay preocupaciones más urgentes: ¿Cómo prepararse mejor en caso de que se termine de abrir la compuerta y los equipos decidan gastar todo el dinero que han mantenido bajo llave durante todo el invierno? Un veterano agente de peloteros es proclive a la idea de una ubicación en la cual concentrar a los jugadores actualmente sin contratar.

"La mejor forma de liberar la ansiedad es dejar que los peloteros hagan lo que siempre han hecho: reportarse al entrenamiento primaveral, que hagan sus rutinas y se preparen para la temporada", expresó el agente. "A medida que avance el tiempo, quedarán rodeados por un número de jugadores que están pasando por una situación similar".

"Esto mantendría las cosas con mayor normalidad y cierta estructura. Salen al campo, conocen sus entrenamientos y lo que tienen que hacer. Si alguien los quiere ver, pues allí estarán. No tendrán que salir corriendo a empacar. Están haciendo su entrenamiento primaveral como siempre lo han hecho".

No sorprende, dado el caos de los tiempos actuales, que otro agente tenga una opinión diametralmente opuesta.

"No sabemos quién estará allí y como serán las facilidades de entrenamiento", expresa el agente. "¿Qué van a hacer: vivir en un hotel por tres días o tres semanas? Todos ellos cuentan con sus propios entrenadores y facilidades. ¿Por qué ir a un lugar extraño? No necesitan demostrar que están sanos. Necesitan hacer su trabajo y, de hecho, lo están haciendo. ¿Habrá algunos peloteros que estén en climas fríos que desearán hacer algo así? Claro. Pero no lo veo como una opción viable para la mayoría".

El béisbol no había experimentado una inercia de esta magnitud en la agencia libre por casi un cuarto de siglo. Luego que el comisionado Bud Selig decidiera cancelar la Serie Mundial de 1994, el paro laboral se extendió hasta la primavera siguiente. Más de 100 agentes libres seguían en busca de trabajo a principios de abril. La Asociación de Peloteros organizó un campamento en Homestead, Florida, aproximadamente 35 millas al suroeste de Miami. Dave Stewart, Todd Stottlemyre, Howard Johnson, Mickey Tettleton y Tim Belcher fueron parte de las docenas de jugadores ya establecidos que formaron un grupo autodenominado los "Homestead Homies".

El Sindicato de Peloteros logró sortear los problemas de logística y organizó el campamento en una semana. La Asociación pagó $70,000 al ayuntamiento de Homestead por el uso del complejo deportivo de la ciudad, mantenimiento y seguridad, pagó por el alojamiento de los jugadores y pudo lograr que los asistentes fuesen cubiertos por la póliza de seguros que habían recibido como parte de sus contratos previos.

Aparte de lo anterior, el resto fue una verdadera carrera. Allyne Price, una veterana ejecutiva del Sindicato quien fungía en aquel entonces como gerente de servicios de mercadeo de la Asociación de Peloteros pasó su primer día en Homestead comprando equipos de oficina y encargándose de la lavandería hasta que el Sindicato logró enviar un contingente a fin de encargarse del "día a día" de la operación.

Dave Magadan, quien era agente libre y con 31 años, fue uno de los peloteros que viajó a Homestead para el campamento. Magadan se había lesionado un pie mientras jugaba con los Marlins de Florida en julio de 1994, poco tiempo antes que los peloteros entraran en huelga. Pasó cerca de una semana en Homestead antes de firmar un nuevo contrato con los Astros de Houston.

"Cuando llegamos allá por primera vez, fue algo emocionante", dijo Magadan. "Había cerca de 80 de nosotros presentes. Luego de cuatro o cinco días, empezaron a recibir contratos, y estábamos aproximadamente 60. Luego 40, después 20, y te empezabas a sentir como aquel último cachorrito por tomar dentro de la perrera".

"En un principio, los muchachos jugaban al golf todos los días. Se sentía como el verdadero entrenamiento primaveral y era muy divertido. Luego, cuando empezó a disminuir la cifra de asistentes, pasábamos menos tiempo en la cancha de golf y más tiempo llamando a los agentes. Eran momentos de mucho nerviosismo. Cuando firmé, quedaban aproximadamente 16 presentes y, créanme, esa era suficiente motivación. Pensaba: 'Dame el contrato ya. Sólo quiero irme de aquí'".

A principios de los años 90, Magadan hacía pesas en la temporada baja y tomó práctica de bateo con sus colegas grandeligas Jody Reed, Fred McGriff y Mike Devereaux. Ahora, en su rol de coach de bateo de los Diamondbacks de Arizona, puede ver los avances hechos por los peloteros en sus regímenes invernales. Los grandeligas de hoy tienen acceso a complejos de élite con entrenadores personales y llegan al entrenamiento primaveral en condición tope, en vez de utilizar su estadía en Arizona o Florida como la época de recuperar la forma perdida en el invierno.

Además, el flujo de información hace 23 años era mucho más arcaico que hoy.

"La razón principal por la que fuimos a Homestead, era simplemente, dejarnos ver y ser vistos", dice Magadan. "Teníamos ejecutivos de las distintas gerencias asistiendo a los entrenamientos. Estaba recuperándome de una lesión y quería que ellos supieran que podía caminar bien y hacer lo mío".

"En aquella época, la única manera que la gente te podía ver era si te tenían en frente. Internet era prácticamente inexistente. Esa es la mayor diferencia hoy en día. Gracias a las redes sociales, J.D. (Martínez) puede publicar por sí mismo en Twitter videos y fotos de sus entrenamientos y con él haciendo swing, si así lo desea. Ahora, es mucho más fácil para los peloteros divulgar lo que hacen".

Dentro de este ambiente tan tenso de negociaciones visto este invierno, la mayoría de los agentes libres de élite han optado por el bajo perfil, esperando que la actividad de las gerencias se incremente. Sin embargo, el ritmo de contrataciones ha sido muy lento y la brutal realidad de esta situación está a punto de impactar a los peloteros con toda su fuerza.

"En algún momento, todos los complejos de entrenamiento comenzarán a vaciarse", expresó un grandeliga veterano, actualmente contratado por un equipo de las mayores. "Los muchachos juegan juntos a atrapar la pelota. Un día, tu compañero se irá a algún equipo y te quedarás atrás".

Más temprano que tarde, con la opinión de los peloteros en cuenta, Tony Clark y el liderazgo del Sindicato deberá determinar la mejor manera en la cual estos agentes libres aún sin destino cierto podrán superar los efectos que conlleva la vida de un desempleado.

Por los momentos, están volando a ciegas durante la presente primavera.