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Sentenciado por los números, Chivas resucita con futbol

LOS ÁNGELES -- Estaba tan muerto, aritméticamente... pero, parece haber resucitado futbolísticamente. Chivas volvió a encarnar una versión de su mejor momento en el Clausura 2017.

Sometió al Pachuca: 3-1. Su situación sigue igual. La clasificación parece improbable pero no imposible. Los números lo condenan, pero su actuación ante Tuzos le da esperanzas. El rey no ha muerto...

Matías Almeyda jugó una carta de alto riesgo. Y tuvo una mano ganadora. Sacó a Orbelín Pineda de la baraja. El as ya no es el as...

Sin quien fuera su mejor jugador durante el año del campeonato, Chivas recuperó movilidad, vértigo, orden, encontrando además, en la ligereza de marca en media cancha, por parte del Pachuca, un escenario festivo.

Eso bendijo al Rebaño, que Pachuca quería herrar el magullado semblante del campeón con una seria victoria. Quiso hacer, también, leña del monarca caído. Pero, en el pecado le colgaron tres penitencias...

Aún con Zaldívar desentonando, no en empeño, ni en intenciones, sino equivocándose con la pelota, Chivas trabajó de manera estupenda limpiando la cancha, con el mismo Zaldívar dejando espacios y libertades de tiempo a La Chofis López, mientras Rodolfo Pizarro volvió a sentirse cómodo, con menos desgaste.

Gallito Vázquez y Michael Pérez, éste incluso con asignaciones parcialmente semejantes a las del mejor Orbelín, le dieron equilibrio al equipo, ante un adversario que se fue desequilibrando en la desesperación de un marcador que se fue abultando. El 3-0 serenó a Chivas y la histeria se apoderó de Tuzos, apenas al minuto 35.

Un primer tiempo en el que Rodolfo Cota no tuvo pausa para entumirse. Con un par de lances tan seguros como acrobáticos, en su propia cuna, hizo recordar aquellas palabras de Miguel Calero (QEPD), cuando decía que él, sería su sucesor. El elogio le quedó grande, pero no el suéter...

Tras esa disertación intensa sobre ambas porterías, para disfrute absoluto de la tribuna, en un primer tiempo en el que sólo había cuatro extranjeros en la cancha, sólo el japonés Honda parecía disperso, ajeno y renuente al compromiso colectivo de victoria por parte de los otros 21.

La segunda mitad, los técnicos parecieron ponerse de acuerdo. Chivas quiso jugar a la ruleta rusa con el 3-0 y Pachuca encontró que el terreno minado de marca y persecución le esperaba metros atrás.

El espectáculo no decayó. Porque Chivas apostaba vagamente por contragolpes, traicionando su estilo y su apetito, mientras que los Tuzos empezaron a hacer del balón un péndulo peligroso en el área de los Rojiblancos, esta tarde de sábado vestidos de negro, tal vez como solidaridad luctuosa hacia sus propios contrincantes.

En el acoso de Pachuca, con las libertades que regateaban García y Gutiérrez, llega un cupón irrechazable que Franco Jara canjea de cabeza para el 3-1 en una desatención de los centrales de Chivas. Y era apenas el '67...

Con un escenario propicio para Pachuca de consumar un épico desenlace, Matías Almeyda hace sus enroques. Vuelve a colocarse en condiciones ofensivas, y desarticula, en esa desesperación de marca, los rompimientos del adversario.

Las elecciones de Almeyda hubieran parecido descabelladas. Pero a Orbelín le detalló su línea de recorrido, mientras que el canal de sacrificio de Godínez puso reumático al Pachuca en sus respuestas, y al final, ya con Salcido, controló cómodamente, en espacios cortos, de duelos individuales, los desahogos del Pachuca.

Y Chivas dejó la sensación más saludable: aún recuerda perfectamente sus lecciones de cómo hacer el mejor futbol en la Liga, el que más retribuye a la tribuna. La victoria, sellada con méritos por el veredicto del 3-1, llega en el momento perfecto.

Las matemáticas siguen siendo crueles: necesita ganar 18 puntos de los 27 restantes para meterse a la Liguilla, con cinco juegos de local y cuatro de visitante. Improbable, pero no imposible...

Pero, insisto, si aritméticamente ya esperaban los Santos Óleos, futbolísticamente Chivas aún resuella con hálito de campeón defensor. Y eso, también robustece la Liga.