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Da lista a ciegas, el rey tuerto de Concacaf

A ciegas, así dio Juan Carlos Osorio su nómina para Rusia 2018. A ciegas porque se perdió el desenlace de la temporada regular y 10 encuentros de la Liguilla. A ciegas...

Bajo el dogma, irrefutable, de que ni están todos los que son ni son todos los que están, Osorio, ciertamente llama lo rescatable y no necesariamente lo destacable.

Cierto, también, que las opciones no abundan. El proceso de eliminación lo inició la FMF, y no Osorio, con la aberración de favorecer la importación indiscriminada, insana, insalubre, de extranjeros de medio pelo la mayoría.

En el momento en que la FMF y los dueños de equipos, bajo las licencias de la corrupción, entregaron, para su prostitución inmediata, la Liga MX a promotores con manos libres en el libre bandidaje, cerrando caminos al jugador joven mexicano, en ese momento, a Osorio se le redujeron las opciones.

Ciertamente fue un error mayúsculo que Osorio se dedicara al turismo baratero de visitar amigos en Sudamérica, en lugar de observar, por ejemplo, el notable cierre de torneo de Rodolfo Pizarro, y al mejor contención de México: El Gallito Vázquez, que evidentemente está muy por encima del mimado Diego Reyes, quien además, presenta una lesión de cuidado.

En la portería, Osorio no tuvo que quebrarse la cabeza. Las estadísticas, que él mismo define triste y sexistament1 como una minifalda con misterios ocultos, le indican que Guillermo Ochoa, Alfredo Talavera y Jesús Corona, son, en ese orden, los enviados al matadero.

En la trinchera, donde Osorio coloca a Diego Reyes y a Rafa Márquez lo recorre a la flotilla de mediocampistas, con una veladora en la mano espera que Néstor Araujo se recupere, y que Oswaldo Alanís, aprenda, en una evolución de Pokemón, a ser un Marcelo por la pradera izquierda.

Y aunque aquí no hay para más, la presencia de Edson Álvarez llama la atención especialmente porque en el cierre del torneo y en la Liguilla, mientras Osorio vacacionaba, fue evidente que el americanista tiene problemas artrítico-reumatoides en las coberturas, los cierres, los mano a mano y los anticipos. Pecata minuta, pues.

En media cancha, aunque habría que extrañar a Rodolfo Pizarro, en mejor nivel y ritmo que varios de los enlistados, sorprende, gratamente, Erick Gutiérrez, aunque es evidente que se le contempla en la lista de emergentes.

La hermandad Dos Santos está sólida, más en las ilusiones de Osorio, que en las realidades del Galaxy, y la esperanza es que Andrés Guardado ha tenido un torneo exultante con el Betis y Héctor Herrera condujo al Porto al título.

Al ataque, aparece el Tecatito Corona con la esperanza de que no surjan, de nuevo, motivos extrafutbol que lo alejen, mientras que Hirving Lozano es el único jugador regular de los atacantes, más allá del excelente cierre de Raúl Jiménez con Benfica.

Y si afortunadamente Carlos Vela se divierte responsablemente con el LAFC, en el WestHam están hartos de Javier Hernández, quien deberá visitar la báscula al reportarse al Tri, y un Oribe Peralta que carga con la cruz de responsable número uno del fracasotototote americanista.

¿Esto le suena a obituario? ¿Le parece este texto una necrología anticipada de México en Rusia 2018? No sea pesimista, para eso este espacio ya es suficiente.

Ciertamente, reitero: así como Osorio no es el principal responsable del 7-0 ante Chile, tampoco lo es de romper la hegemonía en Columbus ante EEUU.

Y así como los futbolistas sí tienen un alto grado de responsabilidad en el 7-0, tienen el mérito casi absoluto de esa gesta en Columbus.

La presencia de Rafa Márquez en el vestuario, será el catalizador definitivo. Más allá de que él mismo está consiguiendo su mejor forma física, mental y futbolística, su liderazgo es inobjetable.

Ojo... y que quede claro: el quinto mundial de Rafa Márquez como capitán le coloca en una tesitura y en un sitio de liderazgo muy por encima del mismo Osorio, sin que esto signifique un conflicto entre ambos.

De hecho, lo relevante en la encerrona que tuvieron en Guadalajara en semana pasada, el técnico se enteró que su capitán está a muerte, primero con el Tri, con el grupo, y después con él. Firmaron una alianza.

Un pacto, insisto, que ciertamente, Rafa no traicionará, mientras que Osorio ya anda tocando puertas en todos los continentes, cuando aún tiene enfrente la responsabilidad con México.

No le extrañe que ya piense en irse, porque aquí le advertimos, y revise su trayectoria: ha tirado siete veces chambas anteriores. De hecho, la FMF lo pirateó al Sao Paulo y él. Sin menoscabo, ni arrepentimiento ni remordimiento decidió emigrar al Rey Tuerto de la Tierra de Ciegos que es Concacaf...

La chamba con México la tiró hace seis meses, cuando dijo que no pensaba renovar contrato, pasara lo que pasara en el Mundial, aunque después le aconsejaron que maquillara, que reconviniera, que se retractara.

Por eso, Osorio fue cabildear en Sudamérica, con los dineros de la FMF...