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Tigres... ¿bravata o amenaza para Cruz Azul y América?

LOS ÁNGELES -- Y las bellas se transformaron en bestias. ¿Tigres se desperezó en su jungla? El 6-1 a Puebla puede ser un espejismo...o una advertencia, una bravata o una amenaza.

Tuca Ferretti se quedó sin la selección mexicana de futbol. Pero, aún le pertenece la mejor selección de jugadores en el futbol de México.

En las alforjas de los futbolistas de Tigres hay acumulados trofeos codiciados. Títulos nacionales regionales, nacionales, continentales cintilan por ahí.

Puede ser, en toda América, el equipo con más minutos mundialistas acumulados bajo una sola camiseta, sumando sus doce jugadores extranjeros y los mexicanos.

Al final, los números de esos futbolistas no salen a la cancha. Incluso puede ser como hacer un recuento inútil de los boletos de lotería que nunca salieron premiados. Papel irreciclable.

Pero, trofeos, horas de vuelo, suman una cantidad incalculable: experiencia. Jugadores curtidos en grandes fracasos y grandes victorias, arrojan cicatrices distintas.

Ojo: por eso, precisamente, Tigres no puede maquillarse de conformismo o mediocridad. Y el aburguesamiento que a veces asoma, es reflejo de ello.

Cierto, goleó al Puebla. Un equipo despersonalizado por cambio de dueños, algunos de los cuales, en su historia, han pasado por delegaciones policiacas.

Y la más lamentable explicación viene de su técnico Enrique Meza. Quiere untarse ungüento para el ardor, culpando de todo a la salida de su arquero Nicolás Vikonis, quien es el segundo portero más goleado del torneo, sólo después de Gallese.

Meza le hizo Ojitos a la realidad. Tigres le pasó por encima. Ciertamente la aparatosa lesión del arquero pudo golpear al equipo, pero ningún equipo se desploma dramáticamente para ir del 1-1 al 6-1.

Tigres pudo lanzar una amenaza al resto de reclutados a la Liguilla o puede haber vivido una jornada de espejismo. La incertidumbre será prolongada.

Al regresar de la Fecha FIFA, los felinos enfrentarán a Chivas que ya arrumbó y herrumbró cualquier intención de protagonismo, a no ser el de los tendederos de la mofa y el fracaso.

Recordemos además que Tigres es un equipo de invierno y en especial su goleador Gignac, que, como sus orígenes mismos, es un gitano del torneo, pero que aparece en la Liguilla para desvalijar incautos.

Ferretti estará entreteniéndose unos días en Argentina, con pasajes de posible lamentación en los partidos ante la selección albiceleste, al llevar lo que le dieron, no lo que pidió, más la saña del destino, como privarle del Chucky Lozano.

Por lo pronto, ya parece haberle zarandeado el cacumen a algunos de sus jugadores como Carioca y Edu Vargas, mientras que Enner Valencia lo sigue desafiando entrenamiento a entrenamiento.

Cierto, podría sufrir una sorpresa aún, si pierde con Chivas y llegan a golear aspirantes como Querétaro y Pachuca, quien decide su futuro ante el hermano menor, el León, en ese sospechoso escenario de la Multipropiedad.

Pero, con Ferretti ahí, y con el acumulado de minutos en batallas de todo tipo, los líderes del torneo deberán mirar, y no de reojo, a estos Tigres que, ciertamente, aún no se sabe si ante Puebla lanzaron una amenaza o montaron un espejismo.