<
>

El QB titular de Dolphins será...

Moore, Tannehill y Garrard pelean por la titularidad, aunque sólo dos tienen posibilidades US Presswire

MIAMI -- Luego de hacer un trabajo más que aceptable la temporada pasada, a pesar de no haber entrenado casi con el primer equipo durante el campo de entrenamiento, todo parecía indicar que Matt Moore tendría su oportunidad esta campaña para los Miami Dolphins.

No obstante, muchos expertos incluyendo nuestro compañero Adam Schefter, parecen pensar que ahora es David Garrard el favorito a quedarse con el puesto.

Sí, el mismo que fue cortado por los Jaguars la temporada pasada y que decidió no jugar la pasada campaña para operarse de uan hernia de disco que sufría en su espalda.

"Me sentía realmente mal", declaró Garrard. "Me costó pararme de una silla durante los primeros tres meses, aunque a partir de enero volví a sentirme como un atleta".

Garrard claramente no es la solución a largo plazo --tiene 34 años y apenas un contrato por una campaña--, pero debo admitir que ha lucido mejor de lo que esperaba hasta el momento.

Se lo ve físicamente más fuerte a este mariscal que no se perdió ningún partido entre el 2007 y el 2010.

En el minicampo mandatario de la semana pasada, trabajó con los titulares el primer día, y se lo vio sonriente, tomando decisiones rápidas y exhibiendo su habitual potencia de brazo.

Despertó elogios del flamante entrenador Joe Philbin, quien ha puesto énfasis en que "la competencia está abierta".

Algo que me parece sensacional para fomentar la competencia y mantener motivados a los protagonistas.

Habiendo dicho eso, de allí a decir que Garrard es el favorito hay un largo trecho en mi opinión.

Garrard luce bien, lo cual es bueno para los Dolphins que necesitan una póliza de seguros en la posición porque Ryan Tannehill no está listo, pero no se puede catalogar a nadie como favorito cuando todavía no han tenido ni siquiera una práctica de contacto.

¿Cómo responderá el físico de Garrard ante el primer golpe? Pronóstico reservado, dado que es una incertidumbre.

Lo único certero a esta altura es que será una carrera de dos caballos. Tannehill, elegido en la octava posición de primera ronda en el draft, no está listo todavía.

A pesar de que supuestamente corría con ventaja por su conocimiento de la ofensiva de costa oeste, Tannehill ha lucido muy verde.

Ha lanzado varias intercepciones, hubiese sido capturado en más de diez ocasiones si se habría permitido el contacto y aún más importante no se está deshacendo del balón lo suficientemente rápido, algo imperativo en este tipo de ofensiva.

Algo normal para un chico que alternó tiempo como receptor abierto y mariscal en la Universidad de Texas A&M.

Sigo pensando que tiene un gran futuro; simplemente necesita más tiempo para adaptarse a la posición en la NFL.

Carrera de dos entonces, y yo ya tengo mi caballo.

Creo que en la era de la sobre información, donde cada movimiento es analizado hasta el más mínimo detalle, a veces caemos en el pecado de sacar conclusiones prematuras.

Nombrar a Garrard el favorito a esta altura --tengo obligación de informarlo porque es el consenso general--, me parece prematuro.

La gente parece olvidarse de que Matt Moore guió a este equipo a un récord de 6-3 en los últimos nueve juegos de la temporada pasada, y que lanzó 16 touchdowns contra apenas 9 intercepciones.

Ojo, no estoy diciendo que Moore es capaz de llevarte a un Super Bowl, pero sí que es el hombre indicado para este proceso de reconstrucción.

Moore no te vislumbra con sus atributos físicos, pero tiene menos inciertos que Garrard, y ya ha probado que puede mover las cadenas a pesar de tener una ofensiva anémica a su alrededor. Es uno de esos "gamers" que sacan a relucir lo mejor de sí los días domingos.

Moore se ha ganado esta oportunidad, y aunque el tiempo dirá quién se hará cargo de la titularidad, considero que sería un error dársela a Garrard.