BUENOS AIRES -- Ricardo Rizzo es nicaragüense. A los 65 años, lleva 46 de ellos en el boxeo y ha hecho de todo, “Hasta llegué a ayudarlo a Nacho Beristáin”, dice riendo. En realidad, Rizzo siempre se ríe. O casi siempre. Es un trotamundos del boxeo que en su carácter de asesor de boxeadores, un día está en Londres y dos días después desembarca en Tokio con total naturalidad. Fue vicepresidente de la Asociación Mundial de Boxeo, y presidente Latino de la Organización Mundial. Nadie podría extrañarse si aseguramos que es referencia de consulta de grandes promotores y de prestigiosos dirigentes. No es todo, ya que además su esposa, Gloria –incansable compañera de viajes- es jurado de boxeo y fue mencionada especialmente en la convención de la Asociación Mundial, efectuada en Panamá, por Gilberto Jesús Mendoza, su presidente.
Rizzo, hoy está ligado como asesor del campeón mundial Interino de peso completo de la AMB, al cubano Luis “The Real King Kong” Ortiz (24-0-0, 21 KO), y del venezolano Ismael Barroso (19-0-2, 18 KO, campeón Interino ligero AMB.
Se pone serio a la hora de tocar algunos temas candentes del boxeo. Uno de ellos es el de las unificaciones.
-Soy un enemigo de las unificaciones. Si un boxeador es campeón de dos organismos, no es negocio. Y para dar un nombre y apellido, está el caso de Wladimir Klitschko, que durante años puso en el congelador a todos los demás aspirantes a campeones.
-Somos muchos los que pensamos que las unificaciones cancelan confusiones en los fanáticos, ante tanta proliferación de campeones…
-Eso es cierto, pero pongo un caso muy directo: yo hace años que estoy conduciendo a Luis Ortiz. Sin embargo, ¿Cómo podía obtener una chance este hombre, si cuando Wladimir no tenía que pelear con el retador mandatorio del Consejo, luego tenía que hacerlo con lo de la OMB o lo que fuera? Encima, los campeones hacen peleas mandatorias cada 18 meses. Y en ese mismo panorama, hay que contar que también se hacen defensas opcionales, en donde ellos eligen a sus desafiantes, los más fáciles que pueden encontrar. Todo eso congela al resto de los aspirantes. Klitschko ahora quiere una revancha con Tyson Fury, que es el súper campeón de la AMB. Y, mientras tanto, aunque Wladimir ya fue y tendría que retirarse, porque ya está viejo y ha hecho lo suyo, mi boxeador, “The Real King Kong” tiene que seguir esperando, ya que después de todo, ahora tiene derecho a enfrentarlo a Fury, por ejemplo. Ahora quiero decir algo con referencia a los gustos de la gente…
Rizzo, que si no queda dicho es muy verborrágico, ingresa ahora a otro terreno y es de las grandes peleas, de esas que todos los aficionados quieren ver.
-Se dice que el público gusta de las unificaciones, para eliminar las confusiones, pero cuando hay una pelea importante, esa pelea vale en sí misma, tanto que ni siquiera hace falta un título en juego. ¿O algún aficionado al boxeo se hubiera perdido la pelea entre El Canelo Álvarez y Miguel Cotto, más allá de los cinturones? Encima, cuando se hace un combate de semejante naturaleza, Cotto termina no queriendo pagar la sanción del Consejo, porque dice que es mucho dinero y así también destruye el espíritu de la unificación. Entonces, cuando hay un choque tan atractivo como puede ser, por ejemplo, la que se haría este año entre El Canelo Álvarez y Gennady Golovkin, no hace falta ni siquiera que haya títulos en juego.
-Otro tema es el de los títulos Interinos.
-La Asociación Mundial defiende los interinos porque le dan trabajo a los peleadores. Y eso es muy cierto, por varias razones. Ante todo, porque la televisión exige títulos y cuando un boxeador tiene un cinturón gana más dinero, aunque sea interino. Y al mismo tiempo –esto es muy fácil de ver, no hace falta casi mencionarlo- de esa forma también le sirve al boxeador para ir ganando posiciones. Se critica el nombre, porque “Interino” era para aquellos campeones que ganaban un título porque el campeón regular estaba lesionado o no podía pelear y ahora es otra cosa. Pero al mismo tiempo, recordemos que el Consejo Mundial tiene sus títulos Plata o la Organización Mundial le da un gran valor a los títulos regionales, como los Latino o NABO y, en todos los casos, esos cinturones le sirven para ganar dinero al boxeador. Creo que en eso solamente la FIB es la que más se atiene a la letra fría de los reglamentos, el ranking y a los retadores obligatorios: ellos no suelen tener títulos interinos, a menos que sea porque el campeón oficial realmente no esté capacitado para pelear.
-Hablando de las entidades… Francisco Valcárcel, presidente de la OMB, aunque muchas veces mencionó su desacuerdo con otras entidades, asistió a la Convención AMB en Panamá y le dio su apoyo a su nuevo presidente, Gilberto Jesús Mendoza. ¿Qué lectura hace de ese gesto?
-Bueno, de hecho fui yo quien más colaboró para que ambos estuvieran juntos en un momento tan importante para Gilbertico y la AMB. Me parece que ha llegado la hora de que los organismos empiecen a colaborar más entre sí, porque eso hablará también de la inteligencia de sus dirigentes. Se sabe que la OMB no tiene relaciones con el Consejo, ni con Mauricio Sulaimán, que a veces toma decisiones demasiado personales. En el caso de la AMB y la OMB, no hay que olvidar de que la OMB es un desprendimiento de la AMB, asi que está bueno y es importante que, al menos, colaboren entre sí. No hay que olvidar que muchos de los fallos que se discuten en peleas realizadas en Estados Unidos, son de peleas válidas y sancionadas por los organismos, pero con jurados puestos por las Comisiones Atléticas locales, como sucede por ejemplo en Las Vegas, Nevada, en donde actúan sus jurados y si los fallos son malos, nosotros –digo, los organismos- no podemos hacer nada… Y no creo que eso sea justo, al contrario, porque luego se termina criticando a los organismos…
-Hoy por hoy, está Al Haymon, con quienes han firmado casi todos los boxeadores y que está organizando su propio torneo. ¿Qué opina?
-No sé cómo está haciendo Al Haymon, la verdad es así: porque gasta el dinero a dos manos, dicen que mueve cifras tremendas, porque además de los gastos iniciales –o sea la bolsa de los boxeadores, el alquiler de los estadios y todo lo demás- también está pagando los espacios de la televisión y esos son costos altísimos. Y aunque suele organizar buenas peleas, la esquina roja gana siempre. Y si el boxeador no firma con él, no hay pelea. Esa es una jugada muy arriesgada. Hoy tiene todos los canales de televisión, creo que le falta el Canal de Panamá y el Canal de La Mancha… pero hablando en serio, la pregunta es hasta cuándo tendrá tanto dinero para perder, ya que también paga grandes bolsas. Es un misterio, al menos para mí. Yo trabajo generalmente con los mercados de Europa y Japón, pero en los Estados Unidos, Haymon parece tener casi el monopolio de la televisión y como hace las cosas por sí solo, suele ni siquiera mandar a su gente a las convenciones de las entidades.
Rizzo –famoso por sus vestimentas coloridas, por su buen paso para bailar salsa y por su alegría y verborragia permanentes, como queda dicho- nos deja una última respuesta…
-¿Y cómo ve el panorama de 2016?
-Yo no veo en realidad grandes peleas, quizás la de Golovkin con El Canelo, si se hace, porque no olvidemos que Golovkin suele pelear con boxeadores más chicos que él, pero en cambio no acepta subir para pelear con otros de mayor tamaño. Kovalev le ha dicho a Golovkin que suba y él baja para hacer la pelea, pero él prefiere pelear con Cotto… Como suele decirse en Miami, quiere tomar el mango cuando está bajito… En una época como la actual no hay grandes medianos –sin ir más lejos, en los tiempos de Carlos Monzòn cualquiera del ranking era una figura- y por eso tampoco luce demasiado.
Para mí el mejor boxeador del mundo ha sido Manny Pacquiao, que peleó absolutamente con todos. Y, en estos momentos, quien brilla y me parece que está llamado a ser uno de los más grandes y no porque yo sea nicaragüense, es “Chocolatito” González, es un peleador extraordinario, y para mí, el mejor libra por libra del momento. Yo sé que Omar Narváez ha realizado muchas peleas de campeonato mundial, pero también es cierto que ha actuado muchas veces de local, demasiadas. “Chocolatito”, en cambio, ha combatido siempre de visitante y les ha ganado a todos: tiene un estilo que le gusta a la gente, y me parece que ya hoy es una de las grandes figuras del boxeo.
Yo me manejo sin respaldo alguno, viajo por todo el mundo con mis peleadores, llevo muchísimos años en este negocio y creo haber aprendido como se hace. Durante al año pasado asesoré a seis campeones mundiales. Hoy asesoro a Ismael Barroso y a Luis Ortiz.
Creo que en este momento, con “The Real King Kong” tenemos a un boxeador con una tremenda pegada y que está llamado a noquear a todos, y eso estaría bueno, porque ya se sabe que si hay una categoría que atrae a todos es la de los pesos completos. Yo lo asesoro desde que apenas tenía ocho peleas: lo fui llevando de la mano. No se olviden de seguirlo a Luis Ortiz, yo sé por qué lo digo… De la misma manera en que, en este año 2016, tendré por lo menos, dos campeones mundiales más…