Boxeo
Carlos Irusta 8y

Víctor Emilio Ramírez está frente a su gran oportunidad

BUENOS AIRES -- Víctor Emilio Ramírez está frente a su gran oportunidad. Pelea definitoria en su carrera: sin dramatismos, pero es así. Es que el actual campeón mundial de los cruceros para la Federación Internacional, enfrentará a un rival que promete ser muy complicado: el ruso Denis Lebedev, súper campeón AMB, en pelea unificatoria.

El encuentro, que se va a celebrar este sábado 21 de mayo (a partir de las 16 de nuestro país), enfrenta a dos boxeadores de campañas numéricamente similares. Ramírez (32) conocido como “El Tyson del Abasto”, subirá al ring con una campaña de 22 ganadas con 17 KO, 2 derrota y un empate. Lebedev, por su parte, totaliza 28 victorias con 21 KO y 2 derrotas. Perdió frente a Marco Huck (en un fallo que fue, para la mayoría, localista a favor del ganador) y ante el panameño Guillermo Jones, quien lo lastimó tan severamente que el ruso terminó en el hospital. Pero como a Jones le encontraron drogas, le sacaron el título, que volvió a Lebedev.

El campeón AMB, a los 36 años, tiene en su haber nombres importantes, ya que le ganó a Enzo Maccarinelli y a otros dos que son más parte de la historia que del presente: Roy Jones Jr. y James Toney.

Enfrente, “El Tyson del Abasto”, defenderá por segunda vez su corona crucero de la Federación Internacional. Su última presentación fue empate con Ovill McKenzie en octubre pasado: una pelea para olvidar, que fue pareja y dejó algunas dudas sobre el campeón, que ha hecho prácticamente esta segunda parte de su carrera peleando en Argentina.

Ramírez viene con una concentración que comenzó el primero de febrero “Entrenando duro y trabajando hasta tres turnos por día, esperamos escribir la historia este sábado”, aseguró. Acompañado por su entrenador, Carlos Martinetti y su preparador físico, Jorge Lupich, llegará ahora respaldado por un sólido trabajo físico.

Junto a él está el promotor Osvaldo Rivero, quien reordenó su carrera que anduvo a veces por caminos muy oscuros. “Gracias al boxeo pude reencontrar un montón de cosas, al boxeo y a mi familia, claro, que siempre fue muy importante para mí”, aseguró Ramírez, que logró el título FIB crucero el 16 de mayo de 2009 en el Luna Park, para luego perderlo por puntos con Marco Huck.

Ninguno de los dos tuvo problemas con la balanza (90,100 kilos para el argentino; 90,150 para el ruso, el límite crucero es de 90,718). Las autoridades para la pelea serán Steve Smoger (referí, Estados Unidos) y jurados Stefano Carroza (Italia), Don Trella (Estados Unidos) y Craig Smith (Canadá). El encuentro será en el Khodynka Ice Palace de Moscú.

El combate será difícil y riesgoso para ambos, pero todo indica que Lebedev, más allá de su condición de local, tiene más posibilidades. No solamente por el nivel de rivales que ha tenido, sino porque es un hombre de un tremendo vigor con la izquierda –puede decirse que hace y define todo con esa mano- y un tremendo empuje, aun cuando a veces lanza golpes muy abiertos.

Ramírez, que ya ha andado algunas veces por la lona, a veces se pierde en su vehemencia, restándole ángulo a sus golpes, y por lo tanto, perdiendo efectividad. Seguramente el argentino saldrá a achicar las distancias, rotando mucho la cintura y lanzando la derecha a fondo, no solamente para conectar a Lebedev –se puede pensar en una pelea de corta duración y de alto voltaje-, sino para anular su guardia zurda y su poderosa izquierda.

El ruso, generalmente, lanza golpes muy abiertos y previsibles, pero como Ramírez suele caer en el mismo estilo, es posible esperar también algún cruce definitorio. Si el combate se alarga, es también muy posible que haya más forcejeos que boxeo, ya que ninguno de los dos es, justamente, un estilista.

En el rincón de Lebedev está Freddy Roach, considerado por muchos el nuevo “gurú” del boxeo –histórica relación entrenador-boxeador con Manny Pacquiao-, quien seguramente lo hará trabajar a su pupilo con toda la derecha extendida para pelear de lejos.

Los dos miden 1,80, o sea que no debería haber ventajas con el alcance de brazos y ambos, por temperamento, aseguran un combate breve y explosivo. Ramírez, bautizado como “El Tyson del Abasto” por Daniel Scioli –quien mucho contribuyó a su regreso triunfal a los rings- se encuentra ante una gran oportunidad. Está entrenado como nunca y tiene frente a si a un escollo difícil. La situación se da para que salga a todo o nada en lo que puede ser la gran pelea de su vida, ni más ni menos.

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