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Andre Ward y Sergey Kovalev: ¿Qué mostraron? ¿Qué ocultaron?

Andre Ward y Sergey Kovalev ya realizaron sus peleas preparatorias antes del esperado combate entre ambos del 19 de noviembre. El sábado, Ward venció al colombiano Alexander Brand por decisión unánime en 12 asaltos y por ese mismo resultado, Kovalev había derrotado el 11 de julio al sudafricano Isaac Chilemba en Ekaterinburg, Rusia. Los dos se vieron deslucidos y lejos de lo que se esperaba en sus desempeños. Muchos deducen que ocultaron sus armas y mostraron una pobre actuación para engañar al rival. ¿Es posible creer en esa teoría?

Es comprensible aceptar que ni Brand ni Chilemba en lo previo eran rivales que representaran un peligro y en consecuencia eran pocos los incentivos. Pero tanto Ward como Kovalev, mostraron más defectos que virtudes y a la luz de esa realidad, deberían estar preocupados. Especialmente el estadounidense.

De forma independiente a que haya decidido engañar con su desempeño, Andre Ward ante el colombiano Brand, mostró algunas facetas que contradicen cualquier previsión que lo de como vencedor frente a Kovalev. La esencial es su velocidad, en 175 libras parece perder algo de la rapidez que ha sido su marca registrada en 168 libras. Ello se nota en el aumento de "los nuevos tiempos muertos" en su ritmo de pelea. Antes se detenía para, cortar el ritmo, amarraba y frustraba a su rival. Ahora se detiene a descansar y no puede evitar el intercambio. Contra Kovalev, intercambiar sería un suicidio dado el poder en la pegada del ruso.

Más pesado y más lento, esa impresión provoca Ward en las 175 libras. En la especulación hacia noviembre, eso empareja las cosas hacia abajo, ya que por naturaleza Kovalev ya es pesado y lento frente al estadounidense. Esa no es buena noticia para las opciones del californiano ya que la lentitud afectará su inevitable plan de pelea (pelear afuera) y lo pondrá a tiro de los golpes largos de Kovalev. Pensando en esa posibilidad, la única duda es su resistencia y asimilación al golpeo de poder en esta categoría, una incógnita que solo la noche de la batalla podremos develar.

El otro factor negativo para Ward, que parece aumentar en esta división, es su falta de poder en la pegada. Hemos visto que tanto a Sullivan Barrera como a Alexander Brand (últimos rivales) consiguió llegarles con sus combinaciones, pero también vimos que no logró lastimarlos. Ello debería preocupar si el próximo rival es un semipesado como Kovalev al que otros rivales de buena pegada no han logrado siquiera conmover.

Sergey Kovalev tampoco se vio demasiado superior a su rival, Isaac Chilemba. Sin embargo, hay que tener en cuenta algunos detalles que hacen su pelea preparatoria diferente a la de Ward. El estadounidense peleó en casa, ante un rival sin credenciales contra oponentes de primer nivel y que se vio claramente que su objetivo era llegar en pie a los 12 asaltos. Kovalev viajó a pelear su país, al otro lado del mundo, donde ya es un visitante. Afrontó el cambio horario y a un oponente de primer nivel. Basta ver el palmarés de Chilemba para establecer las diferencias existentes con Alexander Brand. A ello sumemos el tamaño. Brand es más pequeño que Ward y Chilemba es más grande que Kovalev.

Los defectos de Kovalev, en este combate, se vieron en su concentración, la falta de recursos para romper la distancia que Chilemba impuso con el jab cuando quiso y las ventajas que otorgaba cada vez que soltaba sus golpes largos por afuera de la guardia. Inevitablemente dejaba por varios segundos su guardia descubierta. Ante un hombre veloz como Ward exponerse de esa manera puede resultar en un problema grave. Aunque no lo lastime con su golpeo, el estadounidense podrá sumar los mejores golpes y verse dominando la pelea desde la supremacía técnica.

En la pelea del 11 de julio, hasta el séptimo asalto Chilemba aprovechó muy bien su mejor distancia, frustró al ruso con el jab y le llegó al rostro con buenos impactos por esa vía. Recién en el séptimo episodio fue que Kovalev encontró un hueco en la defensa del sudafricano y lo mandó a la lona tras una buena combinación. A partir de ese momento dominó la batalla.

El otro factor citado, la falta de concentración, es algo a tomar con mucha seriedad. En la balanza de las virtudes de los dos oponentes del 19 de noviembre, la concentración, la astucia, la inteligencia y el trabajo táctico asalto por asalto serán las herramientas de Andre Ward para llevarse la pelea. Si Kovalev no sube totalmente despierto al cuadrilátero esa noche, perderá en las tarjetas. No lo duden.

Kovalev no tuvo una buena noche ante un rival calificado y ganó por buena diferencia de puntos. Ward tampoco tuvo una buena noche ante un rival menos calificado y ganó por buena diferencia de puntos. El camino quedó despejado para el esperado choque entre ambos en una pelea que en principio su mayor característica previa era el choque de estilos. Ahora, hay otros elementos a tener en cuenta, como los posibles cambios que a su desempeño obliga el mayor peso corporal en Ward o la falta de pegada y los problemas que afrontará Kovalev ante un rival que pueda establecer de manera inteligente la distancia con el jab y los problemas defensivos cuando falla sus anunciados golpes por afuera.

Sin dudas, es una ecuación que no permite especular sobre un posible vencedor en la noche del 19 de noviembre, pero, al menos, luego de las dos peleas preparatorias parece ser Sergey Kovalev el que tendría las mejores opciones para llevarse la victoria.