<
>

Pesos pesados 2016: De la luz a la obscuridad

El 2016 era el año de los pesos pesados. La presencia de varios campeones con cierto atractivo entre la fanaticada, nos hicieron prever un año atípico donde la máxima categoría podría recuperar el brillo de antaño. Las cosas no ocurrieron de esa manera y empezamos el último trimestre apegados apenas a una posibilidad incierta para salvar algo de todo lo que esperábamos: una batalla entre Anthony Joshua y Wladimir Klintschko. ¿Habiendo tanto al comienzo, cómo llegaremos con tan poco al final del 2016? Trataremos de explicarlo en esta columna.

EL "ACCIDENTE FURY"

El británico, no era un desconocido no obstante nadie le había prestado atención cuando irrumpió en "las grandes ligas" gracias a su victoria sobre el menor de los Klintschko. Fue un batacazo que a todos nos ilusionó. No tanto por lo que Fury significa boxísticamente, sino por el mérito de romper con la aburrida hegemonía del ucraniano. Pero fue solo un accidente.

No tardó en aparecer la naturaleza payasesca de un campeón que no se toma en serio este deporte. Por el camino quedaron dos fechas pactadas de revanchas suspendidas, una lesión, una sanción por consumo de cocaína y un Wladimir Klintschko tratando de recuperar sus títulos en una pelea antes que termine el 2016.

A sus 40 años, parece que el ucraniano busca emplear el último galón de combustible de su carrera en buscar algún título que le permita una retirada digna o acorde a su gran trayectoria. Las opciones parecen hoy resumirse apenas a un posible combate contra el británico Joshua a lo cual nos referimos más adelante en esta columna.

PARKER Y ORTIZ

El invicto neozelandés Joseph Parker continúa reinando en el boxeo asiático. ¡Vaya! Lo viene haciendo desde hace 14 peleas en las que acumula cuanto cinturón existe en esa zona del planeta siempre peleando en casa, excepto dos incursiones sin trascendencia por suelo estadounidense en 2013 y 2014. Solo en el 2016 ha ganado cuatro defensas, tres de ellas por KO. Hace un buen rato que debió empezar su historia en USA o Europa ante los mejores. Creíamos que eso ocurriría este año, pero parece que tendremos que seguir esperando, pese a la insistencia de última hora para ser tenido en cuenta como próximo rival de Antonhy Joshua por el cetro FIB, no parece posible que esa batalla ocurra en la fecha del 26 de noviembre, pactada para la próxima pelea de Joshua.

El también invicto cubano Luis Ortiz cerró el 2015 de manera espectacular con una victoria por TKO sobre Bryant Jennings. Con el título interino AMB sobre su pecho, todos nos ilusionamos que lo veríamos contra los mejores de la división en el 2016. Los rivales no aparecieron, su relación con Golden Boy Promotions se deterioró y el 2016 en su carrera pasara a la historia sin pena ni gloria. Apenas consiguió enfrentar y vencer a Tony Thompson de 44 años.

DEONTAY WILDER, ANTONHY JOSHUA y WLADIMIR KLINTSCHKO

De Wilder, monarca CMB, esperábamos un 2016 de ensueño. El año de su consagración, el regreso de un estadounidense a la división mayor. Una especie de abanderado del regreso a los viejos tiempos. Pero nada de eso ocurrió.

Primero se cayó su pelea contra el retador mandatorio Alexander Povetkin, que según informó el CMB, tras un informe de la vada, en una muestra de orina recogida el 27 de abril dio positivo de la sustancia prohibida Meldonium, también conocida como Mildronate.

Sin rivales a la vista y bajo la necesidad de salvar la fecha, se recurrió al eterno salvador de carteleras en la división, Chris Arreola. Wilder lo noqueó sin problemas, pero se lesionó una mano. Allí terminó su año y las expectativas en él depositadas quedarán en el olvido.

Lo de Anthony Joshua es ciertamente diferente, pero casi cae en el mismo canal de decepciones. Nadie niega que el británico ha sido y continua siendo la gran esperanza de la división. Por edad, por estilo, por condiciones boxísticas, todos creemos en que reúne las condiciones apropiadas para dominar la división. Pero su ascenso "a modo" unido al inexpresivo momento de la cadena Showtime, nos hace verlo hoy de otra manera totalmente opuesta a la del comienzo de año.

Primero se adueñó del título FIB ante el mejor candidato a ocupar el primer lugar entre los peores campeones pesados de la historia, Charles Martin, y después defendió por primera vez y gano sin problemas a un rival de segundo nivel como Dominic Breazale.

El 26 de mayo Joshua regresa al ring y esperamos con pocas esperanzas de que enfrente a un rival a tono con su condición de campeón. Un rival que lo exija y le permita demostrar que realmente lo que prometió con su boxeo es real o su protagonismo actual no pasa de un nuevo invento mediático.

Precisamente la única posibilidad de que el 2016 se vaya con algo de luz en los pesados, es verlo enfrentar a Klintschko. Y hasta diría que esa expectativa no pasa tanto por la posibilidad de ver una buena pelea. Tal vez, el mayor atractivo sea la necesidad de que Joshua enfrente y venza a un campeón verdadero y al mismo tiempo, el ucraniano enfrente a un oponente con las mismas posibilidades de ganar o perder.

No da para ilusionarse. Esa pelea depende hoy de muchos factores, pero es necesario insistir en que solo ese combate salva lo mínimo y evita que la luz del inicio se transforme al final del año en una completa oscuridad, para una división (los pesados) que hace muchos años vive en las penumbras.