Boxeo
Carlos Narváez Rosario | Especial para ESPN Digital 7y

A un año del combate que dejó en coma a Prichard Colón

Un año ha transcurrido desde que los sueños del carismático púgil puertorriqueño y una de las jóvenes estrellas en ascenso del boxeo profesional, se vinieron abajo.

El 17 de octubre de 2015 no solamente marcó para siempre la vida de Prichard Colón, un peleador de la cuadra de Al Haymon, sino que también le dio un giro a la vida de sus familiares, amigos y más allegados.

También le recordó al deporte la peligrosidad de recibir golpes sobre un ensogado y lo importante que es el rol de aquellos que trabajan alrededor de él.

Desde aquel fatídico 17 de octubre el alias 'Digget' comenzó su batalla más dura fuera del ensogado.

Colón, de apenas 24 años, cumple hoy un año desde aquella nefasta noche que lo mantiene encamado en estado de coma y recibiendo asistencia diaria por parte de especialistas, pero muy en especial de sus padres, Nieve Meléndez y Richard Colón, cuyas vidas han cambiado por completo. También las de sus otros dos hijos, Ricardo y Natalie.

Ha sido un año muy duro para una familia que incluso recibió luego la noticia -el 16 de marzo de 2016- de que el Departamento Regulador de Profesiones y Ocupaciones (DPOR) del estado de Virginia, exoneró de cualquier responsabilidad tanto al rival de Colón -Terrel Williams-, como al doctor y al referí del combate.

Williams, un reincidente en este tipo de acción sobre el cuadrilátero, golpeó en múltiples ocasiones ilegalmente a Colón detrás de la cabeza durante el pleito que ambos enfrentaron en el EagleBank Arena de Fairfax, Virginia.

Sus reclamos no fueron escuchados por el tercer hombre, Joe Cooper, y mucho menos por el médico de turno, Richard Ashby. Le pelea concluyó por descalificación ya que la esquina del boricua le había quitado un guante entendiendo que ya había culminado el choque, aunque se trataba realmente de la finalización del noveno asalto.

Luego del revés y de camino al camerino, Colón sufrió un episodio de vómitos que concluyó con un desmayo que motivó su traslado al Hospital Innova Fairfax de Virginia, en donde fue operado por un severo sangrado cerebral.

Meses después fue enviado al Centro Sheperd de Atlanta, Georgia, un hospital especializado en pacientes con traumas cerebrales y de allí enviado en ambulancia aérea a Orlando, Florida, en donde reside su madre.

Prichard, además, ha sido intervenido en varias ocasiones, una de ellas el pasado mes de febrero en donde se le implantó en la columna un catéter conectado a un artefacto electrónico, tipo bomba programable, que se encarga de administrar una solución de baclofeno directo a la médula espinal que tiene como fin aliviar la contracción de sus músculos, causada principalmente por daño cerebral.

Williams, al momento, no ha vuelto a pelear aunque sigue siendo parte de la cuadra del manejador Al Haymon.

"Si quieren darle la oportunidad de pelear, para mí eso significaría que lo está protegiendo", comentó Colón. "Creo que lo menos que podían hacer (la empresa), es dejarlo en manos de otros. Pero ya eso no me preocupa. Mi preocupación es otra. La salud de mi hijo Prichard", comentó.

AJUSTARSE A LA NUEVA REALIDAD

Para cuidar a Prichard, Nieve y Richard han tenido que ajustar sus vidas. Nieve, por ejemplo, dejó su trabajo como empresaria. En el caso de Richard, ha estado inmerso en medio de un proceso de venta de sus bienes en Puerto Rico para poder estar más cerca de su hijo y brindar mayor tiempo de apoyo a su exesposa.

"Esto nos ha cambiado la vida en general. Su mamá tuvo que dejar su trabajo para dedicarse a Prichard y yo he tenido que vender mis cosas para poder mudarme y estar un poco más cerca de él", expresó un apesadumbrado Richard Colón.

"La nena (Natalie Colón) dejó sus planes, incluyendo un futuro prometedor en el voleibol. Esto nos ha dado un giro de más de 180 grados. Hasta separaciones de la familia hubo. En vez de traer unión, nos ha traído algunas dificultades, pero son cosas propias de la adaptación y que las ponemos en las manos de Dios en quien tenemos puesta nuestra confianza para la recuperación de Prichard. Pero ha sido bien difícil para todos. No solamente en lo económico, sino en lo emocional y lo psicológico. Pero ahí, en el proceso, hemos podido ver quiénes eran los verdaderos amigos. Hemos tenido un gran apoyo del pueblo de Puerto Rico y de eso estamos bien agradecidos. Hay que continuar orando", añadió.

Prichard ha recibido visitas de sus más allegados. Uno de ellos fue el ex triple campeón mundial, Félix 'Tito' Trinidad.

"Es muy triste todo esto", dijo en días recientes Trinidad al hablar de Prichard, un púgil al que conoce desde que era niño, pues su padre Richard fue por un tiempo parte de la cuadra de peleadores de Don Félix Trinidad Rodríguez. "Cuando lo visité hace un tiempo lo ví un poco apagado, pero luego tuvo su mejoría, poca, pero mejoró. Todos seguimos orando para que se levante pronto", sostuvo.

EL "ERROR MÁS IMPORTANTE DE SU VIDA"

Tres semanas luego del suceso, el entrenador de Colón, el cubano Pedro Luis Díaz Benítez, aseguró que el haberle quitado los guantes a Colón al cerrar el noveno había sido "el error más importante de su vida".

Que su acción también fue motivada principalmente por la inacción de Cooper y Ashby. "Cuando estoy en la esquina, veo que hay un árbitro que tiene que detener el combate. Que hay un médico que tampoco lo detuvo. Ambos actuaron así, y no sé por qué", recordó en aquel momento Díaz Benítez, un reputado entrenador que ha trabajado con figuras de alto calibre como Miguel Ángel Cotto, el peso pesado Ruslan Chagaev y el campeón junior pluma cubano, Guillermo 'El Chacal' Rigondeaux.

Colón fue derribado en el séptimo asalto con un golpe detrás de la nuca, pero su queja ante el médico resultó infructuosa. En el noveno, recibió otros dos de suma contundencia. Se sospecha que fueron estos los que le provocaron un sangrado en el lado izquierdo del cerebro.

"Cuando le miro los ojos a Prichard estaba seguro que este campeón no peleaba un segundo más. La gente tiene que ver que cuando estoy en la esquina muestro gran calma. Supe tomar la decisión cuando tenía que tomarla. Siempre en su esquina Prichard dijo que se sentía bien. Fue un muchacho de mucho valor. Pero tengo que decir que si fue una equivocación de la esquina, pues fue la mejor equivocación en la historia del boxeo. Es la primera vez en mi vida que quito un guante antes de que se acabe un combate", añadió en aquel momento.

Hoy, 365 días después del lamentable suceso, la familia de Prichard no pierde la esperanza de verlo despertar.

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