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Charlo noquea a Williams en el cuarto round

Jermall Charlo cumplió con éxito la defensa de su título súper welter de la FIB. John Locher/AP

LOS ÁNGELES-- El campeón mundial de peso superwelter de la FIB, Jermall Charlo retuvo este sábado en forma exitosa su faja de las 154 libras, luego del impresionante nocaut que lograra frente a Julian Williams, a los dos minutos con seis segundos del cuarto asalto, en la breve pero emotiva contienda, dejando el entarimado bien calientito para el pleito estelar de la noche en el USC Galen Center, entre el argentino Jesús Cuéllar y el mexicano Abner Mares.

Al final, aún sobre el encordado, Charlo alardeó, asegurando que estaba listo para enfrentar a los mejores.

‘’Estoy dispuesto hasta a enfrentar el ‘Canelo’ Álvarez,’’ aseguró el pugilista texano.

Charlo explotó con un espectacular upper de derecha en la quijada de su retador, en el fatídico cuarto capítulo, que provocó que Williams se fuera de bruces, sin tan siquiera meter las manos, para golpear con su rostro el entarimado, como si súbitamente le hubieran sacado el piso.

El referí de la pelea, luego de contar los ocho segundos de rigor y de verificar que Williams estaba en condiciones de continuar en una pelea que el tercer hombre sobre el cuadrilátero, tenía que haber detenido ahí mismo, ya que era evidentemente que estaba fuera de esta Galaxia, y permitió que siguiera la crucifixión del originario de Filadelfia, pues se encontraba completamente desarmado.

Pero el monarca de Houston Texas, cuando recibió la luz verde para seguir masacrando a su oponente, simplemente consumó su obra, disparando sus combinaciones a mansalva, hasta que le dio la estocada final, para mantenerse como invicto, con una marca de 25-0, mientras lograba su décimo noveno triunfo por la vía del cloroformo.

Por su parte, Williams veía caer su historial a 22-1, con 14 de sus triunfos por la vía corta.

Antes del desenlace, Charlo había derribado ya a Williams con un certero y punzante jab de zurda, pero el retador se levantó de inmediato y aunque lucía un tanto confundido, sobre el final de este segundo episodio, también puso mal al monarca, con una derecha cruzada, que hizo que se le aflojaran las piernas al texano.

Ambos contendientes mostraban pocos recursos defensivos y un arsenal limitado, en cuanto al golpeo al cuerpo.

En otro de los combates presentados por la empresa Ringstar en la noche, en un espectacular pleito pactado en la división de las 140 libras, la noche se teñía totalmente de rojo, luego de la forma violenta con que intercambiaron metralla el australiano Leonardo Zappavigna y el ruso Sergey Lipinets.

Zappavigna superaba por mucho la experiencia boxística de Lipinets, e imponía condiciones en el inicio de la riña, conectando con violencia principalmente, al rostro de un oponente que encaraba apenas su undécimo combate profesional.

Y esta condición hacía ebullición en el cuarto asalto, cuando a base de violentas izquierdas y de cruzados de derecha, el boxeador australiano le abrió a Lipinets un corte arriba de la ceja derecha, casi en el parietal derecho, que sangraba escandalosamente, en un trepidante final de episodio, que tuvo lugar junto a una esquina neutral.

La sangre siguió salpicando el cuadrilátero en el quinto acto, pero ahora manaba del rostro de Zappavigna, que mostraba un grotesco tajo en la parte baja de su ojo derecho.

Fue el momento en que el boxeador ruso entendió que podía asumir el timón de la encarnizada contienda, cuando mandó al entarimado a su rival, con un poderoso golpe de zurda, que estalló en pleno rostro del australiano y lo dejó sentado, con la cara, toda, masacrada.

Porque el puente nasal también lo tenía hecho talco y ni qué decir de su ojo izquierdo, que ya estaba semi-cerrado.

Fue por ello que Lipinets sobrellevó las acciones hasta que en el octavo asalto volvió a conectar a Zappavigna, quien terminó por rendirse, luego de recibir una corta derecha del ruso, para que se decretara el final de la batalla.

Lipinets tiene ahora un historial de 11 triunfos, 9 por la vía corta, mientras conserva su calidad de invicto, mientras que el australiano muestra marca de 35-3, con 25 KO’s.

Por su parte, el prospecto zurdo Erickson Lubin (17-0, 12 KO’s), ofreció una convincente actuación frente al dominicano Juán Cabrera, a quien se impuso por TKO a los 2 minutos y 9 segundos del segundo episodio.

El nativo de Orlando, Florida, dominó el desigual pleito de principio a fin, conectando a placer a Cabrera, quien ni las manos metió, ya que, virtualmente, no tuvo respuesta alguna para las certeras y despiadadas combinaciones de Lubin.

El de Santo Domingo vio su marca descender a 23-2, con 16 KO’s, luego de ser derribado a mediados de la segunda vuelta, cuando el joven pugilista floridano intensificó su ataque, alternando su jab de derecha, la mano que también esgrimía como gancho, lo mismo que en forma de volado, con ganchos a las zonas blandas.

Cabrera logró levantarse de la lona, pero se mantuvo junto a las cuerdas, donde Lubin simplemente culminaba su obra, el volver a depositarlo en la tarima, con otra seguidilla de golpes, ganchos al hígado y la derecha al rostro, que resultaron suficientes para que el tercero dentro del encordada dijera: basta ya.

En otro de los combates preliminares de la noche, en la categoría de los pesos ligeros, luego de cuatro asaltos de intensa acción, el mexicano Adan Mares y el originario de Pensilvanya, Evincil Dixon, empataron en el recuento de las tarjetas de los jueces.

Mares utilizaba su mano zurda como una lanceta que taladraba la guardia de Dixon, en los albores de la batalla, apareciendo como el dominador de las acciones.

El de Tijuana utilizaba su rapidez de manos para llevar la batuta en el combate, sin embargo, con su mayor corpulencia, estatura y alcance, al estadounidense le bastaba con cubrirse para amortiguar los golpes de su rival y cuando lanzaba sus puños, hacía notables estragos en la humanidad de Mares.

El historial de Dixon queda en 7-15-1, con 2 KO’s, mientras que Mares luce ahora una marca de 14-1-4, con 3 KO’s.