Boxeo
Carlos Irusta 7y

El show debe continuar

El Canelo Álvarez terminaba de ganarle a Julio César Chávez Junior, cuando se anunció su pelea frente a Golovkin. Fue cuando como una respuesta al periodista que lo entrevistaba, mencionó el apellido…

-Golovkin.

De pronto estallaron las luces, los artificios, la música a pleno, se encendieron las leds gigantes y estalló la promoción de la próxima pelea, con el propio Gennady Golovkin trotando hacia el ring, en una salida triunfal.

Se puede decir que el anuncio estuvo ensayado, y que el disparador fue justamente, la mención del kazajo.

De hecho, Mauricio Sulaimán, presidente del WBC, manifestó que no sabía nada del anuncio pero que promoverá todo lo necesario para que la pelea se lleve a cabo. La fecha ya está, 16 de septiembre, y aunque en un comienzo la mayoría pensó que Las Vegas era el escenario ideal, también luego comenzó a mencionarse al estadio AT&T de Arlington, Texas, capaz de albergar a 100.000 aficionados, y en donde El Canelo es gran atracción.

Lo cierto es que el pomposo anuncio, luces y fanfarrias incluidas, lanzado apenas a minutos de la victoria de Canelo, terminó de cerrar el episodio Chávez Junior: un entrenamiento en público para promocionar la verdadera atracción, la que se verá en septiembre.

Álvarez llegará a esa pelea con una campaña de 49-1-1. Golovkin, invicto en 37 combates con 33 KO a su favor, es el campeón mediano CMB, AMB y FIB.

Si Canelo hizo simplemente lo justo, para evitar riesgos mayores –una cortadura, por ejemplo-, Chávez Junior decepcionó a todos. En ningún momento trató de establecer la distancia que le permitían sus largos brazos –al contrario, achicó los espacios. Y cuando estuvo cerca del rival, tiró muy pocos golpes. Se pueden dar más ejemplos de su paupérrima labor, pero no es necesario: bastó ver la pelea para entender que subió solamente a llevarse su sueldo.

La promoción ya está hecha. Tanto que la conferencia de prensa solamente fue dirigida a reunir en el ring –en donde estuvieron presentes Chávez y Canelo, luego del combate, aunque Chavez se retiró rápido-, a GGG y Álvarez. Alrededor de ellos giró todo. O sea que, “muerto el show, que viva el show”. Toda la puesta en escena para montar Canelo-Chávez cumplió su cometido. Ahora queda empezar a rodar lo que viene.

Oscar De La Hoya intentó hasta donde pudo postergar el combate, en donde GGG es el favorito, pero el pedido del público ha sido más fuerte. O el negocio que se viene, claro.

Por cuestiones de estilo, se espera una pelea muy áspera, sobre todo porque los dos son boxeadores de ataque y pegada. GGG ha mostrado en sus últimas actuaciones una peligrosa tendencia a recibir castigo fácilmente, pero en todos los casos, es un hombre sólido y de buenas combinaciones. Álvarez, a su vez, se mostró muy veloz en las combinaciones ante Chavez Junior.

Copiando el estilo de la WWE, la pelea ya ha sido anunciada, HBO comenzó a promocionarla y solamente resta esperar al 16 de septiembre.

De este 6 de mayo el lanzamiento del próximo show será lo más recordable, ya que la pelea quedará en el olvido.

O en el recuerdo, pero por haber sido una gran decepción para todos…

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