<
>

Cartelera contra cartelera, Canelo noquea a Mayweather

No importa cuánto dinero pueda recaudar Floyd Mayweather en el show que protagonizará este sábado con Conor McGregor, frente al programa de peleas que encabezará Canelo Álvarez ante Gennady Golovkin el 16 de septiembre.

En la valorización boxística previa, el mexicano le da una verdadera paliza a “Mister Money”. Floyd ya perdió cuando se vio obligado a renunciar a la tradición de adueñarse del más mexicano de los sábados, pero perdió también por otras razones que solo entiende el verdadero fanático de este deporte.

Y si bien es necesario reconocer la habilidad del empresario que produce una verdadera plaga de defensores a su grotesca filosofía comercial, sería un insulto a la inteligencia de ese verdadero fanático catalogar como “boxeo” el show que nos aprestamos a vivir este sábado 26 de agosto. Pero no hay confusión posible si emparejamos su show con la pelea que veremos veinte días más tarde. Canelo y GGG nos podrán decepcionar a la hora del combate, pero que nadie pierda el norte: esa será una verdadera batalla de boxeo. Algo que el propio Floyd reconoció cuando renunció a disputarle el mismo día (16/9) para su invento.

Mayweather, en definitiva, hizo lo obvio: si el interés era vender, simplemente recurrió a su eterna habilidad para confundir los términos de su oferta. Y es en ese aspecto donde él es un rey indiscutible, o como lo definí en 2014 en una columna llamada El Último en su Clase y que hoy recupera vigencia: “Floyd se mantiene como un negocio en sí mismo y sigue atrayendo multitudes, como moscas hipnotizadas por la luz fosforescente hacia la que vuelan para estrellarse sin comprender la razón. ¿Cómo se explica? Para responder esa pregunta, es necesario regresar a Muhammad Ali. "Floyd también convoca a una masa ocasional de adeptos al boxeo". Adeptos que, sin un conocimiento real ni una memoria selectiva sobre este deporte, consideran que lo que ven es lo que realmente debe verse”, escribí esa vez.

Pero es necesario enumerar las razones que construyen una abismal diferencia entre las dos carteleras y que en definitiva le permitirán emerger a Saúl "Canelo" Álvarez como el gran vencedor, más allá del resultado de su pelea contra GGG.

PRIMERA DIFERENCIA
Saúl "Canelo" Álvarez asume un desafío mayor, mientras que Floyd Mayweather inventa un desafío menor. El mexicano, el 16 de septiembre pagará -a tiempo- una deuda con los fanáticos que por mucho tiempo le reclamaron esa pelea. Enfrentará al gran oponente, al más difícil de vencer y al que todos -Canelo incluido- siempre buscaron la forma de evitarlo. Me refiero a GGG.

La victoria o la derrota, en una batalla normal contra Golovkin, para Canelo será una inyección de credibilidad a su récord y a su legado. Algo que ocurre en pleno auge de su carrera y que necesariamente le ayudará a comenzar a cambiar las consideraciones negativas que su imagen carga dentro y fuera de México, pese a los éxitos de su carrera.

Mayweather, que eligió rivales y hasta impuso jueces en sus peleas, sale del retiro para ni siquiera vender más de lo mismo. Esta vez elige a un rival que nunca calzó guantes de boxeo, un rival que procede de un deporte donde se pelea descalzo, donde la mayor parte del tiempo los rivales se dan patadas o pasan abrazados sobre la lona y al que le quitará la mayor parte de su bolsa si se olvida de las reglas del boxeo bajo las cuales nunca compitió y se le escapa un golpe prohibido.

No me digan entonces que eso es un desafío mayor o que es posible esperar una pelea competitiva.

SEGUNDA DIFERENCIA
Saúl "Canelo" Álvarez es un púgil activo, mientras que Floyd es un púgil inactivo. Habría que agregar, en el caso de Mayweather, la edad de 40 años a la que llegó el pasado 24 de febrero. Es obvio, además, recordar que el mexicano va contra un rival activo (GGG) y aun en el auge de su carrera. Mayweather, mientras tanto, enfrenta a un boxeador que nunca estuvo activo como tal y que ha tratado en pocos meses y a marchas forzadas de aprender las técnicas básicas del pugilismo.

McGregor ha sido golpeado y humillado por algún sparring y ha sido el hazmerreír de todos los que entienden de boxeo en los videos que lo muestran entrenando. Para colmo, algunos que han pretendido ayudarlo, como Paulie Malignaggi, han huido espantados ante el bochornoso panorama que encontraron en el “proyecto McGregor”.

Cartelera de activos y cartelera de inactivos. Ya se sabe cuál es de boxeo y cuál no. Conclusión obvia y elemental.

TERCERA DIFERENCIA
En la pelea de Canelo contra GGG veremos enfrentarse a “un noqueador contra otro noqueador”. En la pelea de Mayweather contra McGregor, veremos un “boxeador inactivo que cuando estaba activo ya no noqueaba a nadie contra un luchador de MMA que somete a sus rivales o habitualmente intenta llevarlos a la lona y cuando noquea, a veces, es cuando el oponente ya está en el piso”.

De todas maneras, en esta última pelea hay posibilidades de que la casualidad nos ayude y se vea algún golpe de KO. No obstante, en la Canelo vs. GGG, lo único que veremos desde la perspectiva previa son golpes de KO. Y es sabido, al menos para cualquier fanático verdadero, que la promesa de KO es la esencia y garantía de emoción en cualquier combate de boxeo.

CUARTA DIFERENCIA
Saúl "Canelo" Álvarez tendrá el apoyo de toda la afición mexicana, garantizado. El apoyo que tendrá Mayweather es un enigma. Y por más que Floyd no sea mexicano, no es un dato menor recordar que siempre eligió para sus peleas las tradicionales fechas mexicanas en el calendario y hasta subió al ring en alguna ocasión con un sombrero de charro sobre la cabeza.

Canelo no necesita de esos artilugios, el apoyo es irrestricto y durante su pelea contra GGG parará el país para verlo ganar o perder, pero todos sin distinción en ese momento serán aficionados de boxeo. Admiradores y detractores.

El enigma para Floyd, pasa por su estrategia comercial exitosa dirigida al público azteca. Se sabrá después de la pelea si la memoria jugó su papel y le mantuvieron el apoyo o por el contrario le dieron la espalda a su show contra Conor McGregor. Como sea, en la suma de méritos entre los dos fenómenos comerciales, a la hora de confrontar las carteleras, Canelo toma venganza de su derrota contra Floyd y lo noquea en la consideración del verdadero fanático. Repito, escribí: “del verdadero fanático”.