Boxeo
Salvador Rodríguez | ESPN Digital 6y

Fidel Bassa, de vender arepas a campeón en el ring y de la vida

Fidel Bassa se convirtió en campeón mundial en 1987, cuando destronó al grandioso Hilario Zapata como monarca Mosca de la Asociación Mundial de Boxeo, sin embargo, quería convertirse en campeón de la vida y a 28 años de su retiro, el de Magdalena, Colombia, cree que lo ha logrado.

En entrevista con ESPN desde la Comuna Tres La Honda en Medellín, Fidel, quien tuvo marca de 22-1-1 y 15 nocauts en su paso por el box de paga, relató cómo pasó de ser un vendedor de arepas y pescado a campeón mundial y, finalmente, a prominente empresario distribuidor de tecnología en suelo cafetero.

“De niño pasé por muchos negocios, vendía arepas de huevo en el pueblo, luego pescado, luego (fui) boxeador y del boxeo, (pasé) ya a la vida de empresario”, resumió el ex púgil y ex campeón mundial sudamericano.

“El hambre que tenía me ayudó mucho, encontré en el boxeo un medio para salir adelante, por eso tuve mucha disciplina. Me dormía a las siete de la noche y me levantaba a las tres de la madrugada a trabajar vendiendo pescado, a ganar (dinero) para vivir”, relató.

Como boxeador, tras destronar a Zapata, Felipe hizo siete peleas de campeonato más y ganó cinco de ellas, empató una y perdió una. Se retiró a los 27 años tras caer con Jesús Rojas y cumplir uno de sus planes de vida.

“Lo tenía todo planeado. Siempre he trabajado con planes y tenía la meta de ocho peleas de campeonato del mundo y retirarme. Pude haber seguido, pero no quise terminar mal como otros. Los golpes lastiman. Me retiré a tiempo y he vivido bien”, asegura.

Cuando se colgó los guantes, la empresa Editorial Planeta le pidió ser embajador en Colombia para la venta de libros y enciclopedias y cuando culminó su contrato tres años después, decidió mantenerse en el medio editorial.

“Monté una empresa y me hice distribuidor de (Editorial) Planeta y muchas editoriales a nivel nacional e internacional. Viajaba a todas las ferias de libros y ahí aprendí. Hace como 10 años vi que el negocio de los libros iba en picada, porque con las nuevas tecnologías se está acabando, se venden, pero poco. Fui a Londres a una feria mundial de tecnología y he conseguido varias representaciones. Hoy soy el único representante en el país de muchas compañías que trabajan en el área de conexión a internet”, relata Fidel.

El ex boxeador colombiano se mantiene en el negocio de los libros con la venta de bibliotecas virtuales y ser proveedor de tecnología le ha permitido montar una empresa con 35 empleados.

“Puedo ser uno de los pocos boxeadores a los que les ha ido mejor después de su carrera deportiva. En su momento, yo no ganaba mucho. En toda mi carrera gané 250 mil dólares, pero, gracias a Dios, me supe administrar, compré una oficina en Barranquilla con eso y empecé a moverme a nivel nacional y ahora tengo una fuerza de venta importante”, destaca el de Magdalena, Colombia.

Por las venas de Fidel corre la sangre de un boxeador que no puede dejar de hablar de la disciplina que le permitió cumplir su sueño.

El ex campeón mundial simplemente se limita a dar su diagnóstico del estado que guarda actualmente el pugilismo cafetero y afirma que el acercamiento a las comunidades será vital para darle oxígeno a la juventud.

“Estamos pasando por momentos difíciles. Estamos mal, no hay un campeón sólido y eso se necesita para que el boxeo sea retomado en el país, porque es el deporte que más nos ha dado a nosotros. Tenemos muchos barrios difíciles y debemos mostrar que hay caminos distintos al de la violencia y la droga”, sentencia Fidel.

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