Boxeo
Salvador Rodríguez | ESPN Digital 6y

El Salón de la Fama es el pago al sacrificio: Terrible Morales

MÉXICO -- El tetracampeón mundial Érik 'Terrible' Morales fue anunciado este martes 5 de diciembre como miembro de la Clase 2018 que será exaltada en el Salón de la Fama del Boxeo Internacional con sede en Canastota, Nueva York, convirtiéndose apenas en el decimoquinto peleador nacido en México con tal distinción.

Morales se une a Ronald "Winky" Wright y al ex campeón pesado Vitaly Klitschko en la Clase del 2018 del Salón, quienes fueron anunciados el martes.

Ganador de campeonatos en peso súper gallo, pluma, súper pluma y súper ligero, Morales se consagró como el primer tetracampeón en la historia del boxeo mexicano. Fue protagonista además de algunos de los pleitos más épicos en la historia de este deporte, como aquella trilogía con el también mexicano y ahora inmortal Marco Antonio Barrera, o la victoria ante el estelar filipino Manny Pacquiao en la primera de tres batallas.

Érik, de la Zona Norte de Tijuana, Baja California, México, sostuvo además pleitos contra lo mejor de su época ante rivales como Enrique Júpiter, Héctor Sánchez, Daniel Zaragoza, Junior Jones, Wayne McCullough, Kevin Kelley, Paulie Ayala, Guty Espadas, Jesús Chávez, Carlos Hernández, Marcos Maidana y Danny García. Se retiró en 2012 con un récord de 52 triunfos, 36 de ellos por nocaut, a cambio de nueve derrotas.

Tras ser anunciado como parte de la Clase 2018 que será entronizada, Érik Isaac Morales Elvira charló de manera amplia con ESPN sobre el anuncio, y dijo que este reconocimiento, incluso con lágrimas en los ojos porque no podrá acompañarlo su padre, José 'Olivaritos' Morales, simplemente ha provocado el sentimiento de que valió la pena todo el esfuerzo.

-Se acaba de anunciar tu nombre como integrante de la Clase 2018 del Salón de la Fama. ¿Cuáles son tus impresiones?

Muy contento de pertenecer a un grupo selecto de boxeadores que dieron su corazón y su mejor esfuerzo arriba del ring.

-¿Qué significa para un boxeador entrar al Salón de la Fama?

Cuando inicias como boxeador no es algo en lo que estés pensando, ni siquiera lo ves, la primero que quieres ser es campeón mundial y poco a poco vas construyendo cosas y la verdad es que nunca lo visualicé, me dediqué a trabajar, a tratar de ganar mis peleas, emocionar a la gente, pasarla bien arriba del ring, disfrutar el boxeo, el hecho de estar ahí, la arena, la gente, tener peleas emocionantes y que la gente estuviera contenta de lo que hacíamos, nunca visualicé si iba a estar o no pese a que siempre Bob Arum siempre decía: 'Futuro salón de la fama'. Pasó el tiempo y hoy cuando se dieron las elecciones después de cinco años y pertenecer al grupo es cuando entra la importancia, donde sigues formando parte del boxeo, donde no te has terminado de despegar de algo que quieres mucho y de un reconocimiento grande para mi carrera y me siento honrado.

-¿Qué es lo más significativo de estar ahí, estar al lado de leyendas, de gente que escribió con letras de oro su nombre y qué quizá idolatraste?

Sí, claro, ser parte de unos cuantos habiendo miles, ser parte de la diferencia, es un reconocimiento al esfuerzo, la dedicación y te das cuenta que el estar con mis compañeros, muchos a lo mejor de gran respeto y admiración hacia ellos, estar con ellos de tú a tú siempre ha sido emocionante. He ido un par de veces al Salón de la Fama como invitado y siempre se siente uno honrado. Tengo muchos amigos fanáticos del boxeo (...), ven a uno y se emocionan, siempre pienso en ellos, en la gente que realmente si estuviera ahí se desmaya, están todos platicando, echando bromas, y pertenecer a ese grupo es tener la oportunidad de convivir con ellos.

¿De qué te enorgulleces en tu carrera?

Fíjate que me enorgullezco de que siempre puse el corazón, siempre di lo mejor de mí arriba del ring, que yo no vendía sonrisas, que yo no le caía bien a la gente por andar ahí, hacía mi labor netamente por lo que sé hacer, boxear, pelear, y que la gente disfrutara cada una de mis peleas.

-¿Cuál habrá sido la mejor noche de Érik Morales en un ring?

Tuve muchas grandes noches en lo personal, cada una de ellas fue una gran oportunidad de crecer y saber que estaba en el camino correcto, cuando gané mi primera pelea profesional, mi primera pelea de campeonato nacional, contra Enrique Júpiter, cuando gané mi primer título mundial, cuando me aventé mis primeras nueve defensas, cuando gané mi segundo, mi tercero, mi cuarto título, el quinto, el sexto, el séptimo y cuarto en diferentes divisiones, cuando rompí el récord de JC Chávez, el máximo ídolo mexicano que nadie iba a quebrar tres títulos en diferentes divisiones, de saber que cada una de mis peleas fueron importantes, tenían algo que me exigía un máximo rendimiento y esfuerzo, aun cuando algunas peleas importantes las perdimos, siempre di mi máximo esfuerzo y las condiciones no se dieron, no estaban ahí. La pelea más grande fue la báscula, mantenerme siempre limpio, nunca aceptar drogas ni de preparadores físicos ni de nadie, ni en la calle, y el boxeo de repente se contaminó por gente mala metiéndote cosas en tu cuerpo y organismo. Mi mayor lucha fue ser un peleador limpio, claro, aun cuando en la última vez me salió el tema del clembuterol es algo ajeno a mí y México lo sabe, no soy el único al que le ha pasado, pero fuera de eso siempre he sido un peleador limpio del cual yo puedo decir que no todos los mexicanos que se las dan de muy muy están ahí.

-¿Y la noche que más te gustaste como boxeador?

La primera que más disfruté fue con Enrique Júpiter porque era un reto grande y nadie daba un peso porque ganara esa pelea, la ganamos con mucho esfuerzo y dedicación, y mostré que podía ser un peleador diferente. Ganar mi primer título mundial me dio la confianza de saber que iba en el camino correcto y podía hacer las cosas y que tenía enfrente a un campeón grande edad pero aguerrido que le estaba ganando a Yotchiro Tatsuyoshi, Wayne McCullough, dos exolímpicos, jóvenes, fuertes, entonces no estaba mal al ganarle a un viejo. La primera unificación con Barrera, la pelea con Manny Pacquiao que venía destrozando a todos, que derrumbó a Márquez en la primera y dieron un empate, que deshizo a Barrera en la primera, después dije yo, fue una gran pelea y muestra de que tenía mucho por dar en el boxeo. Luego hubo problemas, mi carrera empezó a tomar un sube y baja, pero con algunas decisiones controvertidas, como esa del cuarto título que me robaron, la de David Díaz, y que siempre estoy pensando que me asaltaron ahí en Chicago. Después Marcos Maidana, una pelea complicada donde nadie daba un peso por mí y les demostré que aún viejo tenía la suficiente capacidad técnica, que eso fue lo que me salvó, para estar ahí con el que fuera, el máximo peleador de las 140, el más fuerte y me le paré de tú a tú.

-¿Tu mejor rival? ¿Habrá sido Barrera, Pacquiao?

Mi rival más grande arriba del ring y dentro de toda mi carrera de boxeo que siempre me complicó la vida se llamaba Érik Morales, porque era una lucha constante contra mí, por marcar el peso, por estar bien entrenado, por siempre llegar bien preparado, dar una gran pelea, por dar lo mejor arriba del ring, siempre fue luchar contra mí, no porque no quisiera hacer las cosas, sino porque a veces era complicado, pero siempre hicimos lo mejor, luchamos contra los pecados capitales, la pereza, la gula, muchas cosas que nos hacían daño, es de mucho sacrificio el boxeo, de mucho esfuerzo y si quieres dar lo mejor de ti y quieres quedar bien, no tener problemas físicos y mentales tienes que hacer tu mejor labor. Siempre tuve gente alrededor de mí muy profesional que m eyaudaban a hacer las cosas perfectas, como mi nutriólogo, siempre hablábamos de hacer una dieta donde mi cuerpo no tuviera un proceso dañino después de abandonar el boxeo, no meterme sustancias malas, de siempre ir por el camino correcto y de la manera más natural. Siempre fue una lucha constante, porque joven, exitoso, campeón, todo es tuyo y siempre había que estar ahí.

-El boxeo te dio fama, dinero, momentos inolvidables, pero también te habrá quitado algunas cosas, ¿qué fue lo más difícil de ser boxeador o una estrella en el boxeo?

Me quitó cosas importantes que no lo sabía, que ni siquiera me había dado cuenta, pero por algunas situaciones volví a empezar mi vida con mi ahora esposa (Andrea), tuvimos nuestro primer hijo, nuestro segundo, ya peleaba menos cuando tomé un receso, finalmente nace mi hija y me retiro del boxeo y he tenido la posibilidad de estar ciento por ciento con ellos y donde te das cuenta de todo lo que te perdiste, lo bonito de mis hijos grandes, momentos especiales de apoyarlos, estar con ellos, eso es una parte, navidades, cumpleaños, 10 de mayo, para festejar a mi mamá y a mi esposa, cumpleaños de ella, mío, navidades, fue difícil pero no podemos tener tanto dolor con eso, de repente lo olvidas y lo pasas al último plano, porque lo más importante es que tuve la oportunidad de cambiar la vida de mi familia, la oportunidad de mejorar, crecer como persona, tener la oportunidad de darle algo diferente a mis hijos, hoy en día estamos bien, la vida cambió para toda mi familia y eso es lo más importante.

-Irás a Canastota con una persona muy especial en tu alma y en tu corazón, tu padre, José Morales, seguramente hubiera estado encantado de estar ahí contigo y saber que el trabajo de los dos rindió frutos.

Sí, al señor Morales le hubiera encantado estar ahí, lástima que... se fue. Pero la hubiéramos pasado bien (dice mientras se le sale una lágrima)

-Él te dio todo lo que tenías, técnica, a veces severo contigo pero era por tu bien de alguna forma.

Claro, el señor Morales era un señor perfeccionista, era cabrón, pero era buena gente, noble... (suspira)

-¿Para quién va este momento Érik, ha habido decenas de campeones mexicanos pero pocos que se puedan jactar de estar ahí?

Yo creo que para toda mi familia, siempre hemos peleado por la afición, siempre hemos estado arriba del ring para la afición, para el promotor, para todo mundo, y hoy este reconocimiento es para mi familia completa, donde sepan que por lo menos después de tanta ausencia, tantos problemas, después de tanta dificultad de hacer cosas, estar lejos, de no estar en momentos claves de la vida, se obtuvo algo diferente, algo que valió la pena y es el reconocimiento de inmortalidad, de estar ahí con los más grandes del boxeo.

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