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En medio de la agitada vida de NY, hay una pelea de gran calidad

En medio de la agitada vida neoyorquina se celebró la pelea entre Vasyl Loachenko y Guillermo Rigondeaux, la cual puede pasar desapercibida para muchos por todos los espectàculos y atractivos que ofrece la Gran Manzana en cualquier momento. Getty Images/Noam Galai

NUEVA YORK -- La parafernalia por la primera pelea de boxeo por un cetro profesional entre dos múltiples campeones olímpicos se pierde en el acelere de una farandulera “capital del mundo“.

Vasyl Lomachenko y Guillermo Rigondeaux han sido opacados en Nueva York por el agitado ritmo de vida de la Gran Manzana, que luce en fechas decembrinas, quizá, como ninguna otra ciudad en el mundo.

Incluso, la pelea por el título Superpluma de la Organización Mundial de Boxeo tuvo que tener como sede el teatro del Madison Square Garden, porque la arena principal del mítico lugar no tenía fechas disponibles, de acuerdo al copromotor de la función, Bob Arum, presidente de Top Rank.

“Esta es una pelea que será recordada para la eternidad. Dos campeones que ganaron los Juegos Olímpicos un par de veces pelean por el campeonato profesional. Nunca se ha visto esto antes”, aseguró Arum. “Hubiéramos podido llenar sin problemas cualquier arena, pero es difícil conseguir lugar por las fechas y los dos querían enfrentarse cuanto antes“.

La arena del Madison Square Garden albergó el sábado a sus inquilinos de tiempo completo, los New York Rangers, que se enfrentaron a los New Jersey Devils en uno de los clásicos de la NHL.

Una noche antes, el mismo inmueble recibió el tradicional megaconcierto navideño “Jingle Balls” y su teatro tuvo lleno completo con el comediante Chris Rock.

En todo Manhattan, el protagonismo de los adornos navideños y las luces multicolores opacan cualquier otro espectáculo en la ciudad con cientos de personas deambulando por las calles para tomarse fotos y disfrutar del singular ambiente navideño que ya se respira en la urbe de hierro.

En el área de Times Square con trabajo se puede caminar, porque ya hacía el Rockefeller Center hay momentos en que se cierran los accesos por la gran cantidad de visitantes que pretenden ver desde el encendido del gigantesco árbol de navidad, apreciar sus adornos y admirar la legendaria pista de patinaje sobre hielo o, incluso, patinar en ella.

Para completar el cuadro decembrino, el principal cuadro neoyorquino recibió su primera nevada formal de la temporada para delicia de los paseantes que viven en zonas donde la nieve sólo se puede ver en películas o fotos.

Los centros comerciales están repletos, como si regalaran las cosas y el área de Central Park está tan tapizada de nieve, que es complicado caminar por sus senderos.

Dentro de todo ese marco quedó la pelea entre dos de los mejores boxeadores amateurs de la historia y Lomachenko y Rigondeaux parecen estar a la altura de una ciudad que no suele aceptar sólo los eventos de mayor calidad en cualquier ámbito.