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Eduardo García, retirado del boxeo, sigue junto a Mikey

LOS ÁNGELES -- Don Eduardo García, originario de Panindícuaro, Michoacán, ha dedicado la mayor parte de su existencia a adiestrar jóvenes pugilistas, pero ha decidido optar por el retiro definitivo, a pesar de haberle prometido al menor de sus hijos que extendería su carrera mientras él siguiera boxeando.

Se trata de Mikey García, quien intentará sumar su cuarto título mundial el próximo 10 de febrero, cuando suba como retador en el Alamodome, de San Antonio, Texas, para tratar de despojar al ruso Sergey Lipinets de la corona de peso Superligero que avala la FIB.

“Seguí dentro del boxeo porque él es mi hijo menor. Incluso, yo ni siquiera quería que se dedicara al boxeo’’, aseguró don Eduardo, entrevistado por ESPN Digital.

“Pero cuando él inició su carrera me sentí obligado a ayudarle en lo más que pudiera, hasta que se hiciera necesario’’, agregó el veterano hombre de boxeo.

“Ahora mismo, él se encuentra en el apogeo de su carrera’’, agregó con orgullo.

Y fue justamente por eso que García dejó la actividad que ha realizado por casi medio siglo, una labor que lo llevó a encumbrar a boxeadores como Fernando Vargas, Roberto García, al propio Miguel Ángel ‘Mikey’ García, Víctor Ortiz y Brandon ‘Bam Bam’ Ríos, quienes surgieron de La Colonia Youth Boxing Club.

NO ES ASUNTO DE DINERO

“El boxeo, en la actualidad, deja muy buenas bolsas, pero yo no tengo ambiciones de dinero porque económicamente estoy bien, no me hace falta nada. Incluso, durante los dos años y medio que Mikey estuvo fuera del boxeo, no me retiré, sino que lo esperé a que regresara. Pero después de ese gran triunfo que obtuvo frente a Adrien Broner anuncié que ya no iba a seguir en el boxeo”.

“Yo no quería irme después de una derrota. Por eso les dije ‘me voy después de un triunfo muy valioso, para que luego no se vaya a decir que me fui enojado’”.

“Ya hasta me daba vergüenza andar todavía arriba del cuadrilátero ‘manopleando’. Yo no quería que me tacharan de ambicioso, que dijeran que no me lleno. Además, Robert tiene una gran capacidad en cuanto a la conducción de la esquina”.

Además, señala el entrenador que le dio fama, con su trabajo, al barrio y al gimnasio de La Colonia, que Mikey está bien atendido.

“Él cuenta con Roberto y yo estoy al pie de ellos, cuidándolos. Generalmente estoy de acuerdo en todo lo que hacen y ellos me respetan cuando me acerco a darles algún consejo y eso me hace sentir muy bien”.

- Robert, por otra parte, es un magnífico entrenador. ¿Está usted de acuerdo?

“Yo considero que Roberto está mejor preparado que yo y no me da vergüenza decirlo, ya que él domina mejor que yo los dos idiomas y eso le facilita la comunicación con los promotores, con los matchmakers, lo mismo que con algunos boxeadores que no hablan español”.

“Yo tuve esa desventaja de no dominar plenamente el idioma inglés, necesitaba intérprete en ciertos casos o situaciones”.

Mientras tanto, en otra señal de su compromiso con Mikey García, don Eduardo ha dejado su residencia de 35 años en Oxnard, para mudarse a Riverside, California, donde vive y entrena el menor de sus hijos.

Es que, retirado del boxeo, don Eduardo García no quiere perderse ni un momento del trabajo ni de la carrera del menor de sus vástagos. Porque, definitivamente, la sangre llama.