El presidente interino de la Asociación Internacional de Boxeo (AIBA), Gafur Rahimov, anunció este viernes que la entidad ha dado un paso exitoso y notable para percibir el reconocimiento total de parte del Comité Olímpico Internacional al sumar al deporte de los puños al programa de los Juegos Olímpicos Juveniles de Buenos Aires 2018.
Precisamente la primera justa en la que el boxeo quedaría vedado del programa olímpico, por malos manejos, sería la juvenil en Argentina; sin embargo, hoy el dirigente uzbeko dio buenas noticias para la familia boxística, que padeció, entre otras cosas, el ingreso de boxeadores profesionales a sus filas.
“Mis queridos amigos y boxeadores, como muchos han escuchado, hemos tenido un mes muy ocupado pero muy productivo. Mientras se acerca el final de mayo, es un placer compartirles los pasos positivos que la AIBA ha logrado en este periodo”, se lee en el mensaje del presidente.
“Después de meses de trabajo implacable por nuestros líderes y staff, AIBA da la bienvenida al reconocimiento de progreso por parte del COI. Debido a ello, el COI recibirá a nuestros boxeadores juveniles en los Juegos Olímpicos de la Juventud en Buenos Aires en este año. Estoy muy feliz de ver a nuestros atletas portando los valores de nuestro deporte y los del olimpismo. Hacia adelante, en la AIBA seguiremos trabajando duro para continuar con los cambios positivos”, detalló Rahimov.
Hace unas semanas, el COI pidió a la AIBA una extensa explicación de su estructura, incluyendo movimientos financieros, y puso bajo la lupa la honestidad de sus directivos, lo cual puso en peligro su estancia en los Juegos Olímpicos a partir de los Juveniles en 2018 y los de verano en Tokio 2020 de manera histórica.
Con ello en la mesa, AIBA ha enviado constantes reportes al COI sobre sus finanzas y planes de trabajo, además de nuevos proyectos para tratar de hacer de esta entidad una asociación más clara y transparente, sobre todo luego de las críticas recibidas por malas decisiones por parte de los cuerpos de oficiales, malos manejos económicos, lo cual obligó a la salida del otrora presidente, Ching Kuo Wu.