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La ruta a la revancha Canelo-GGG ha sido una llena de controversia

MÉXICO -- Gennady Golovkin y Canelo Álvarez están a un mes de aterrizar en Las Vegas, pero por más que se acerquen, la turbulencia que ha acompañado este viaje hacia su nueva cita en el ring, no se va a detener y promete incluso tensar un poco más el ambiente.

Si de por sí ya el empate de septiembre había ocasionado una serie de críticas, la cancelación del combate programado para el 5 de mayo pasado fue simplemente gasolina para el incendio que se avecinaba con la ola de críticas, suspensiones, tensas negociaciones y más.

Para empezar, la segunda pelea se anunció en enero pasado tras un acuerdo del 60/40 en división de porcentajes; sin embargo, el 17 y 20 de febrero le hicieron a Canelo un par de exámenes antidopaje en Guadalajara en los que dio positivo por niveles bajos de clembuterol, lo que detonó una explosión.

Si bien los argumentos ofrecidos reflejaban que el positivo se debió al consumo de carne, Gennady y su equipo criticaron muy duro, pidieron una severa investigación y acusaron a Canelo de haber usado sustancias prohibidas, incluso más allá del clembuterol, lo cual no fue comprobado.

La pelea terminó por cancelarse, Canelo fue suspendido seis meses por la Comisión Atlética de Nevada y Golovkin terminó peleando ante Vanes Martirosyan el 5 de mayo en California. Mientras eso sucedía, Canelo ofreció una muestra de cabello que fue estudiada y los resultados dejaron ver que no habían encontrado clembuterol en los últimos seis meses a la muestra, enviada a finales de marzo.

Se reanudaron las negociaciones mientras Canelo se atendía de una lesión en la rodilla que fue atendida de manera quirúrgica. Golovkin pidió dividir las ganancias en porcentajes iguales y le dijeron que no, volvió con una contraoferta y le dijeron que no, hasta que al final, después de que por momentos se cayó la pelea, hubo acuerdo.

Una vez confirmado el segundo duelo para septiembre 15, Golovkin y su equipo continuaron con las críticas a Canelo, quien se inscribió a un programa regulado por la Agencia Voluntaria Antidopaje (VADA) para evitar más suspicacias y críticas de GGG. No hubo conferencia presencial, sino un video a través de Facebook.

Canelo y su equipo calificaron de tonterías las críticas de Golovkin y los suyos, y aseguraron que será en el ring donde les harán pagar toda la ola de críticas y ofensas, mientras del otro lado no quitan el dedo del renglón alimentado los portales especializados con acusaciones fuertes.

Pero después de todo eso, después de una decena de exámenes antidoping sin contratiempos para Canelo, y otros tantos para Golovkin, sólo falta que Saúl pida la renovación de su licencia tras cumplir su sanción el próximo 17 de agosto, y quede todo listo para una batalla que dejó de ser deportiva, y se ha convertido en algo personal.