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Rodrigo Barrios vuelve a los 44

El boxeador vuelve a subir a un ring. Y Barrios ya no quieren que lo llamen La Hiena. @LaHienaBarrios

Su historia provoca reacciones diversas y encontradas. Para muchos, la muerte de Yamila González, el 24 de enero de 2010, será también su estigma para siempre. Para otros, Rodrigo Barrios ya cumplió con la justicia y tiene derecho a ejercer su profesión. Estuvo preso 2 años y tres meses. Y en todo momento se aferró a su pasión, el boxeo. Su promotor, Mario Arano, siempre aseguró que iba a estar a su lado y cumplió.

Volvió a boxear el 14 de diciembre de 2018, venciendo a Adailton de Jesús y ahora se anuncia su cuarta pelea desde el regreso. Será el 20 de febrero en Carlos Paz, Córdoba.

Su rival, lejos, será el más exigente de esta etapa. Se trata del ex campeón mundial pluma Jonathan Barros, “Yoni” como lo conocen en su Mendoza natal. El mismo que ha enfrentado y perdido a figuras como Mikey García (2012), Lee Selby (2017) o Miguel Berchelt (2018). Barros, que suma 42 victorias (22 KO), 7 derrotas y un empate, tiene un boxeo elusivo, inteligente, de buenos desplazamientos con apetito guerrero.

Es difícil desprender lo personal de lo profesional. Barrios, que tiene 53 peleas ganadas con 36 KO, 4 derrotas y un empate, enfrenta a los 44 años el desafío de no solamente subirse de nuevo al ring sino también de demostrar que está en condiciones físicas para hacerlo.

Como quedó dicho, su presentación en un ring genera adhesiones y rechazos y genera polémica.

Aunque a la hora de definirlo con los guantes puestos, no está de más recordar su corazón de guerrero, que nunca se mostró más desgarradora y abiertamente que aquella, su derrota ante Acelino “Popó” Freitas, el 9 de agosto de 2003, cuando perdió por nocaut técnico en el 12do y último asalto.

Bañado en su sangre, Barrios había derribado a Freitas. Y en el 11er. asalto pareció que los títulos WBA y WBO de los super plumas iba a cambiar de manos, cuando volvió a tenerlo por el suelo. Sin embargo, cuando parecía un final inminente, Freitas descargó una tremenda réplica cuando finalizaba al round, que paralizó a Barrios, quien llegó seriamente dañado a su esquina.

Dispuesto a jugarse la vida, salió al último, pero no estaba repuesto y terminó todo cuando el referí decidió, con justo criterio, detener el combate.

Aquella noche se consagró como un tremendo guerrero del ring. Dos años más tarde, el 8 de abril de 2005 en Miami, logró el campeonato mundial WBO ante Mike Anchondo a quien derrotó ampliamente por nocaut técnico en cuatro. Anchondo había perdido la corona en la balanza, por no registrar el límite de la división. Lo mismo le ocurrió a Barrios ante Joan Guzmán un año más tarde en Las Vegas, cuando terminó perdiendo por puntos.

Fue en la derrota ante Freitas donde Barrios se expuso en todo su espíritu combativo. El argentino salió a jugarse a cara o cruz y terminó perdiendo. Ese corazón de peleador salvaje que jamás se entregó sigue vigente hoy, cuando prefiere que no lo llamen más “La Hiena”.

Es Rodrigo: simplemente, un boxeador apasionado.