Bowe dice que regresa

Riddick Bowe, convicto y sentenciado por secuestro, asegura que regresará al ring para conquistar el título mundial

LAS VEGAS - Riddick Bowe quiere volver a pelear pero todavía tiene cuentas que saldar con la justicia.

Bowe afirmó que se propone regresar a los cuadriláteros para reconquistar el título mundial de los pesados cuando complete una sentencia de prisión por el secuestro en 1998 de su esposa e hijos.

``Voy a volver a conmover al mundo'', afirmó. ``No me creyeron la primera vez ni tampoco me creen ahora. Voy a ganarle a Lennox Lewis y a conquistar la corona de los pesados''.

Bowe, de 35 años, que recibió palizas en sus dos últimas peleas frente a Andrew Golota hace siete años, fue sentenciado el mes pasado por un juez que le había impuesto antes dos sentencias más ligeras debido a las afirmaciones de que padecía lesiones cerebrales.

Bowe afirma que sus abogados inventaron lo del daño cerebral para mantenerlo fuera de la prisión, pero que está física y mentalmente en condiciones de volver a pelear.

El boxeador se reunió el viernes con el director de la Comisión Atlética de Nevada, Marc Ratner, provisto de copias de exámenes recientes que, según dijo, demuestran que no tiene deficiencias mentales.

Ratner indicó que Bowe tendrá que ser evaluado por la junta médica asesora estatal cuando salga de la prisión antes de que se tome una decisión acerca de su posible licencia.

``Primero deberá cumplir su sentencia'', acotó. ``No podemos tomar una decisión hasta que salga de la prisión''.

Bowe tenía una excelente foja de 40-1 y era el campeón indiscutido de los pesados despu Des de vencer a Evander Holyfield en 1992. Pero perdió el desquite y nunca reconquistó la corona.

Se retiró después de las palizas que le dio Golota, en diciembre de 1996, pese a ganar las dos peleas por descalificación por golpes bajos del polaco.

Pero siempre dijo que quería regresar.

``Nunca tuve la idea de retirarme'', aseguró. ``Mi apoderado en ese entonces, Rock Newman, me convenció de que me retirara''.

El ex boxeador, que se divorció de Judy Bowe y se distanció de sus hijos, fue condenado por una confusa situación en la que trató de forzar a la mujer y a los hijos que regresasen con él a su casa de Maryland.

``Dijeron que yo no podía tomar decisiones racionales pero la verdad es que cometí un error'', dijo Bowe. ``Lo siento. No hay nada que pueda hacer para cambiar el pasado. Sabemos que nunca volverá a suceder''.

Fue sentenciado inicialmente a 30 días de prisión y le ordenaron pelear, pero su nueva sentencia no conlleva restricciones.

"EEsta es la primera vez en que me encuentro en estas condiciones'', dijo Bowe. ``Supongo que nadie quiere ir a la cárcel. Soy un hombre y haré lo que tenga que hacer. No puedo lamentarme por ello''.

En una entrevista de 20 minutos con la AP, Bowe parecía lúcido y coherente.

Afirmó que quiere pelear con Lewis para vengarse de su derrota ante el británico en la final olímpica de los superpesados en 1988, en que fue noqueado en el tercer asalto.

``Sólo espero que no se retire'', dijo Bowe. ``Quiero poner todo en juego, la medalla de oro, el cinto de campeón. Que gane el mejor''.

-AP


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sábado, 15 de febrero
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