Australia ha ganado un solo juego de nueve que ha disputado en las tres ediciones anteriores del Clásico Mundial de Béisbol.
Esta vez saben que como nunca antes, tienen posibilidades reales de avanzar por primera vez a la segunda fase y por ello apostarán todo a un juego específico: ante la selección de Cuba.
Los australianos aparecen en el grupo B para la primera ronda, en el que también se incluyen Japón, Cuba y China.
La primera fase se disputará en el Tokyo Dome, en la capital japonesa, donde los dueños de casa salen como amplios favoritos para avanzar a la segunda etapa incluso de manera invicta.
Y de la misma manera que Japón debe ganar sus tres juegos, las posibilidades de China son prácticamente inexistentes, lo cual deja a Cuba y Australia como candidatos a la segunda plaza de esa llave.
A menos de que se produzca una sorpresa, será entonces el encuentro entre australianos y cubanos el que decida quién acompaña a los nipones.
Ya el manager de Cuba, Carlos Martí, anunció que usaría a sus mejores lanzadores ante China y Australia, dando por descontada una derrota frente a Japón.
Es de suponer que de igual manera piense el director de Australia, Jon Deeble, quien cuenta con un staff de pitcheo sólido, que incluye a 11 serpentineros con experiencia en el béisbol profesional de Estados Unidos.
No se extrañe nadie si vemos a Deeble usar al derecho Liam Hendriks, de los Atléticos de Oakland, al zurdo Ryan Rowland-Smith y a Peter Moylan, los más renombrados de su cuerpo de pitcheo, en el partido contra Cuba.
En el roster australiano figuran también varios serpentineros firmados por organizaciones en Estados Unidos, como Travis Blackley y Warwick Saupold, de los Tigres de Detroit, Samuel Holland, (Angelinos de Los Angeles), Jon Kennedy y Steven Kent, ambos de los Bravos de Atlanta, Daniel McGrath (Medias Rojas de Boston), Samuel Street (Piratas de Pittsburgh), Alexander Wells (Orioles de Baltimore) y Todd Van Steensetl y Lachlan Wells, los dos de los Mellizos de Minnesota.
También se incluyen los catchers Allan De San Miguel (Reales de Kansas City) y Robert Perkins (Rockies de Colorado) y el jardinero Aaron Whitefield, de los Mellizos.
Australia es un equipo que conoce los fundamentos del béisbol y los ejecuta sobre el terreno. El juego llegó a la isla-continente a fines del siglo XIX y en la actualidad existe allí una liga profesional compuesta por seis equipos, abierta también para jugadores extranjeros.
El mayor logro beisbolero de Australia fue la medalla de plata conseguida en el torneo de los Juegos Olímpicos de Atenas´2004.
Precisamente allí perdieron la final ante la escuadra cubana, por lo que ahora la vida le ha puesto en el camino a los australianos una ocasión ideal para cobrar venganza.