Maurizio Arrivabene, director deportivo del equipo Ferrari, confirmó a Sky Sports el problema con el motor del SF70H de Sebastian Vettel: “el problema fue identificado. Fue una bujía que se rompió”.
Vettel, quien aún tiene posibilidades matemáticas de ser campeón del mundo, luego de abandonar, se acercó al pitwall y se dio un abrazo con el italiano y saludó al resto del panel de ingenieros y estrategas. El teutón declaró que no le echa la culpa a la organización y por el contrario, se solidariza con todos.
"Nos Ese abrazo significó que esta carrera no ha ido bien, pero no por eso renunciamos”, señaló Arrivabene. “Últimamente hay algunos componentes que han fallado, pero el coche es bueno, así que vamos a ir hasta el final. El equipo está motivado, el coche está ahí, así que tenemos que apretar los dientes y seguir adelante. Con ese abrazo nos dijimos eso”.
"Los puntos son muchos, pero también hay que ser humildes y reconocer que Mercedes no ha perdido nada. Dicho esto, repito que en las dos últimas carreras nos vimos penalizados por los componentes, que no tienen nada que ver con la bondad de nuestro proyecto”.
Maurizio Arrivabene acepta que hay materiales que no han estado a la altura en las últimas dos carreras. Sergio Marchionne, CEO de Ferrari y Grupo Fiat, declaró en el mismo sentido la semana pasada luego del problema con el turbo, también de Vettel, en Malasia.