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 La posición de privilegio para el arranque del Gran Premio de China fue ganada por el piloto alemán del equipo Ferrari, Sebastian Vettel. Es la Pole 52 en la carrera del cuatro veces campeón del mundo que, además, no conseguía poles consecutivas –Bahréin y China- desde 2013, cuando aún corría para Red Bull y se clasificó primero para las carreras en Estados Unidos y Brasil.
Para Ferrari es la segunda primera fila de salida que consiguen en este incipiente 2018 –Bahréin y China- con Vettel primero y Kimi Raikkonen segundo. Algo que la escudería Italia no lograba desde 2006 –Estados Unidos y Francia- cuando al volante estaban Michael Schumacher, otro alemán, y el brasileño Felipe Massa.
Pero quizá lo más importante para Vettel, Raikkonen y el equipo Ferrari, es que rompieron el dominio de Mercedes en el Circuito Internacional de Shanghái, donde las Flechas de Plata ganaron poles consecutivas de 2012 a 2017 –en 2011 la Pole fue para el Red Bull de… Sebastian Vettel. Ahora la pregunta es si Vettel o Raikkonen –o quizá algún Red Bull- podrán también quebrar la racha de victorias de Mercedes en China, donde han ganado consecutivamente desde 2014, cuando la era híbrida llegó a la máxima categoría del automovilismo. Más aún: desde 2008 un motor Mercedes domina la pista oriental pues solo en 2011 --cuando ganó Red Bull-Renault-- y 2013 –Ferrari-- no ha ganado un motor Mercedes.
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