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 Daniel Ricciardo del equipo Renault de Fórmula 1, libró una sanción luego de abandonar el Gran Premio de Bahréin –el australiano no puso el volante donde debe una vez se bajó del R.S.19.
Cuando un monoplaza se detiene en pista el piloto está obligado a recolocar el volante para que los comisarios puedan mover y maniobrar el coche, de ser posible. Pero Ricciardo no lo hizo y la razón fue de seguridad. Debido a que su problema fue eléctrico, le dijeron por la radio que “apagara todo y dejara el coche” en la medida de lo posible sin tocarlo, “para evitar una potencial electrocución”.
La luz del sistema de energía de su coche se encendió en rojo, indicando que el auto “es eléctricamente inseguro”. Tocarlo es potencialmente peligroso y por protección los comisarios de pista y mecánicos usan guantes aislantes. Los comisarios de carrera decidieron no sancionar al australiano ya que “ese es el procedimiento normal de seguridad bajo dichas circunstancias”. Renault puede celebrar que nada malo sucedió con su nuevo piloto. Pero deben estar muy preocupados, pues en la misma vuelta los dos autos quedaron fuera en Sakhir por distintos problemas de fiabilidad.
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