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Un día bajo el sol y entre la tierra, pero con la emoción de un auto de Rally

GUANAJUATO -- Despertador a las 4 am. Un viaje desde la CDMX a Guanajuato de más de cuatro horas debido a la caseta de Tepotzotlán. Nuestro destino está en las coordenadas 21.266433,-101.659625, y después de una sinuosa carretera, la aplicación señala la llegada a destino: no es más que un camino de terracería que además está cerrado por una minivan.

“Tienen que caminar como dos kilómetros, porque Benito ya está entrenando”, nos dice la señora encargada de la ‘seguridad’… “¡Ah, miren! Ahí viene”.

El sonido del motor del Skoda aumenta y finalmente llega al final del camino. Benito Guerra hace un 180 y coloca el auto para ahora ir hacia abajo en un camino de no más de 5 metros de ancho, delimitado por una improvisada alambrada de púas y detrás de ella los matorrales. Son los caminos del bajío mexicano y sí, son dos kilómetros que tendremos que bajar a pie poniendo mucha atención al polvo que levante el coche y al sonido, que indican de que ‘Benny’ viene y habrá que hacerse a donde se pueda y captar con las cámaras el paso del coche blanco y esperando un buen baño de tierra, por supuesto.

Habremos recorrido poco más de medio kilómetro cuando por fin dejaron pasar una pipa de agua que nos dio un ‘aventón’ al campamento del equipo Motorsport Italia, donde finalmente conseguimos las primeras impresiones del entrenamiento del piloto mexicano.

“Es la primera vez que manejo este coche. Las primeras vueltas fueron poco complicadas, tratando de entender el coche, aprendiendo a usar la computadora, todos los sistemas que hay que poner”, dijo Guerra. “Te puedo decir que ha sido muy bueno. Las primeras pasadas las hicimos para conocer el coche, tratando de entender muy bien de que va el chasis; ver si me acomodaba a la dureza de los frenos, la puesta a punto de la suspensión y estamos partiendo de una muy buena base que el equipo ya trae armada”.

“Te puedo decir que estoy muy emocionado porque las siguientes pasadas hemos ido bajando el tiempo constantemente, lo cual quiere decir que vamos para adelante y no para atrás, cambiando y probando distintos compuestos de llantas en terreno que va a ser muy similar a lo que va a ser el Rally México”, añadió.

Borja Rosada, navegante de Benito, nos ilustra sobre lo más complicado que hay en los caminos de Guanajuato.

“Las condiciones de calor que normalmente tenemos en los tramos”, y es muy cierto, lo pudimos comprobar mientras caminábamos y después al ver al pilotos y co-pilotos empampados en sudor, “hace que dentro del coche, a mitad de las especiales (las etapas) estemos entre 50 y 60 grados (centígrados) lo que hace bastante duro mantener la concentración”.

Bruno de Pianto, encargado del equipo, es optimista respecto a lo que el capitalino, campeón mundial de PWRC en 2012, pueda hacer en la competencia de casa y que marca el inicio del campeonato WRC2. Pero también es realista y solo habla de un buen resultado.

“Creo que un podio sería muy bueno. Benito puede hacer más, pero no conoce el auto y hay otros competidores en este Rally que conocen el auto muy bien. Así que buscamos un buen resultado, un resultado estable y que marque la mayor cantidad de puntos posibles”.

Al final me quedo con las ganas de subirme al Skoda Fabia R5, el camarógrafo corrió con mejor suerte y tuvo la increíble experiencia de filmar el tramo desde adentro. No me queda más que envidiarlo y lamentar el hecho de que se haya acabado la gasolina, “es que debía entrenar todo lo posible y ya solo quedan 12 litros y el motor se daña si anda con tan poca gas”, se excusa Benito Guerra quien se despide amistosamente de todos los presentes –prensa, algunos aficionados y una familia que vive en una pequeña casa cerca del campamento de entrenamiento.

Mañana reconoce los terrenos por donde competirá y junto a Rosada tomará nota para armar la guía de ruta. El jueves por la tarde, estará en la Ciudad de México para por primera vez arrancar el Rally de México desde la capital del país.