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Donación de 1 millón de dólares, si Daniel Suárez gana

FORT WORTH, Texas – Daniel Suárez se movía con facilidad entre los pacientes, familiares y personal médico durante una visita a un hospital el jueves pasado.

Algunos no sabían de quién se trataba, mientas otros sabían de manera exacta que Suárez correría este domingo en el evento de la NASCAR Cup Series a celebrarse en la Texas Motor Speedway.

Quizás lo más importante: Suárez sabía bien quien era él.

Suárez está acostumbrado a que su presencia sea sumamente cotizada en mercados que cuentan con grandes comunidades hispanas. La pista ubicada fuera de Phoenix utilizará la figura de Suárez cada vez que pueda. Además, Texas es una zona popular en la cual su rostro puede ser bien utilizado: es la pista más cercana al terruño natal de Suárez en Monterrey, aunque para llegar hasta allá la distancia requiera de nueve horas en carretera.

En su cuarto año como corredor en la NASCAR National Series, Suárez finalmente se muestra cómodo en eventos tales como el escenificado el jueves, en el cual el patrocinador Stanley promovió que niños del Cook Children’s Hospital diseñaran el esquema de pinturas de su promoción anual en hospitales infantiles a los cuales dona $100,000 que bien podrían convertirse en $1 millón si Suárez gana la carrera este domingo.

Pocos esperan que Suárez se imponga en la pista. Aunque Suárez, ahora en su segundo año corriendo la NASCAR Cup Series, siente que en cierta forma se ha ganado el derecho de ser atracción de promociones como ésta, en las cuales se monte en el escenario como estrella del espectáculo.

El conductor de la escudería Joe Gibbs Racing no solamente ganó el campeonato de la Xfinity Series en 2016; sino que tuvo una campaña sólida en 2017 dentro de la NASCAR Cup Series, terminando en el puesto 20 de la pizarra de líderes. Siendo ahora una figura dentro de la principal división en NASCAR, Suárez se ha hecho acreedor del derecho a jugar hockey de mesa con Lucas Norris, paciente de 10 años interno en el hospital, gracias a su desempeño, y no sólo por ser descendiente de mexicanos.

“En muchas ocasiones durante mi carrera, me he cuestionado a mí mismo, pensando que recibo oportunidades por el hecho de ser distinto”, dice Suárez. “No lo doy por sentado”.

“Siento que es una gran responsabilidad y es algo que me encanta. Es algo que no cambiaría por nada en el mundo. Pero quería estar allí (en el escenario) porque puedo conducir. Ser piloto mexicano te ayuda mucho, pero tienes que contar con la capacidad para estar en los primeros puestos. Siento que estanos haciendo una buena combinación (de ambos elementos) y así, podemos hacer que una mayor cantidad de gente acuda a la pista de carreras”.

Suárez, primer piloto de origen mexicano en competir a tiempo completo en la NASCAR Cup Series, estuvo durante una jornada en el consulado mexicano en Dallas un par de semanas atrás. El hospital que visitó el jueves cuenta con una cantidad significativa de pacientes hispanos.

Ahora que Suárez ha pasado varios años dentro de la NASCAR, comprende el rol que puede jugar, aportando al crecimiento de su deporte.

“Se trata de una mayor responsabilidad”, dice Suárez. “La forma en la cual van las cosas en la NASCAR, dentro de mi equipo, y en general, todo está saliendo bien. Me siento muy, muy orgulloso de formar una pequeña parte de todo ello y poder hacerle saber a la comunidad hispana lo que estamos haciendo”.

“Los invito a la pista de carreras. Es algo muy especial. La Costa Oeste es muy divertida para mí y allí hay muchos aficionados. Pero, aquí en Texas, es igual de bien”.

Suárez gustaría darles a los aficionados hispanos algo más por lo cual alentarle este año. Actualmente, está ubicado en el puesto 22 en la pizarra de la NASCAR Cup tras seis carreras en su segundo año en el circuito. Nunca había escuchado el término “sophomore slump” o “bache de segundo año”, expresión norteamericana que se refiere a un atleta que tuvo una prometedora temporada de novato pero que, por cualquier motivo, no puede igualar ese desempeño al año siguiente.

“No soy de aquellos que creen en ese tipo de reglas, pero sí creo que tenemos que seguir trabajando”, expresó Suárez. “El año pasado, éramos novatos por lo cual mucha gente no esperaba mucho por parte nuestra”.

“Ahora, las expectativas son mucho mayores y no estamos satisfaciendo aún esas expectativas (este año), por lo cual debemos trabajar en ello”.

Tuvo su mejor llegada de la presente temporada quedando en el octavo lugar en Phoenix, aunque ha terminado fuera de los 20 primeros en tres de sus seis primeras carreras. No siempre ha sido por causas atribuibles a Suárez: en una de sus carreras, el hecho que un taladro mecánico no funcionara le arruinó lo que pintaba ser un día prometedor para él.

“Hemos sido muy inconsistentes”, dice Suárez. “Podemos ser muy rápidos en la hora feliz (en la práctica final) y luego comenzamos la carrera y perdemos. Tenemos la velocidad, a veces la pasamos difícil tratando de transferir esa velocidad de las clasificatorias a la práctica, y de la práctica a la carrera en sí”.

“Allí es donde estamos trabajando fuertemente. La velocidad está allí. Solo tenemos que ser consistentes e inteligentes para tener esa velocidad en la carrera”.

En Texas, Suárez ha conseguido buenas carreras. Logró quedar en el segundo lugar en 2015 cuando formó parte de la NASCAR Truck Series, además de ubicarse en el Top 10 en par de oportunidades en la Xfinity Series. El año pasado, en la NASCAR Cup, terminó en las posiciones 19 y 14.

Quiere tener una buena actuación el domingo, en parte debido al hecho que esta carrera en particular contará con una mayor cantidad de amigos entre los asistentes. “Tengo varios amigos y familiares que vendrán este fin de semana”, dijo Suárez. “Es la única carrera dentro del calendario en la cual puedo tener a mis familiares en la pista”.

“Es un viaje posible en carretera. Por eso, vienen”.

Además, quiere tener una buena carrera porque contará con varios de los pacientes del hospital presentes para compartir con él y presenciar la carrera.

“Es una oportunidad asombrosa para mí el poder pasar un buen momento con todos esos niños”, indica Suárez. “Tengo la sensación de que nos irá muy bien en Texas. Y tengo una buena sensación de que nos divertiremos mucho con los niños”.

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