A diferencia del Gran Premio de Estados Unidos, disputado hace dos semanas en Indianápolis, en esta ocasión no habrá sorpresas en la línea de meta y el ya quíntuple campeón del mundo, Michael Schumacher, salvo incidente, logrará la victoria en esta última carrera, en la que se ha impuesto en los dos últimos años.

La superioridad y la insolencia demostrada durante todo el campeonato por la escudería Ferrari, que ha logrado el duodécimo mundial de constructores y Michael Schumacher y Rubens Barrichello los títulos de campeón y subcampeón de pilotos respectivamente, hace presagiar un nuevo doblete en un circuito muy exigente para la puesta a punto.

El trazado de Suzuka, con sus curvas rápidas enlazadas, es uno de los que más gusta a los pilotos, porque en él pueden demostrar su talento y si a eso se suma la superioridad de los Ferrari y de los neumáticos japoneses Bridgestone, el quinto doblete consecutivo para estar al alcance de los pilotos de Ferrari.

Si para Ferrari es la oportunidad para su última exhibición de la temporada, para el resto significa el final de una pesadilla y el tratar de ganar la carrera de "los otros", en la que los Williams-BMW del colombiano Juan Pablo Montoya y del alemán Ralf Schumacher, se presentan ligeramente favoritos frente a los McLaren-Mercedes del británico David Coulthard y el finlandés Kimi Raikkonen, aspirantes, menos el último, al tercer puesto en el mundial.

Para Pedro de la Rosa (Jaguar R3B) será la última oportunidad de puntuar en la presente temporada, como lo había hecho en las tres anteriores. En el circuito de Suzuka ha logrado varias victorias cuando corría en Japón en la Fórmula Nippon y en Gran Turismo, pero mucho dependerá del comportamiento del coche.

Excelente en Italia, en el que su compañero Eddie Irvine fue tercero, en la última carrera en Estados Unidos, volvió a ser muy difícil de conducir y frágil, cambiando su comportamiento de los entrenamientos libres a la clasificación y a la carrera.

Este Gran Premio de Japón será también el regreso y la despedida del brasileño Felipe Massa de la escudería Sauber.

Ausente en Estados Unidos en el que fue sustituido por el alemán Heinz-Harald Frentzen, para evitar la sanción de diez puestos de retroceso en la formación de salida, por su accidente con De la Rosa en Italia, tendrá la última oportunidad para demostrar su valía y encontrar un volante para la próxima temporada.