El piloto madrileño empezó mal la última jornada, que constó de siete especiales, y tuvo problemas para arrancar el coche en el tramo inicial, por lo que perdió en torno a 2 minutos y se quedó a cinco de la cabeza de la prueba, resultado que no le permitió sumar puntos para la clasificación del campeonato del mundo.

Sainz, sobre l que pesó incluso la sombra de la descalificación al comienzo del día, pudo continuar en carrera con normalidad, aunque sin opciones de entrar en la lucha por los primeros puestos. Al final el español fue octavo, a 6 minutos y 17 segundos del ganador.

Loeb, un joven piloto excluido de las apuestas del título, sorprendió desde la jornada inicial del rally, décima prueba del Mundial, por su maestría en asfalto y sólo se vio inquietado por la amenaza de Richard Burns, que afrontó la jornada decisiva distanciado a sólo 10 segundos del francés.

El compañero de Burns en Peugeot, Marcus Gronholm, líder del campeonato del mundo, también estaba dispuesto a presentar sus credenciales para la victoria, ya que tomó la salida a 25 segundos de Loeb. Pero unos problemas en el tramo inicial le hicieron optar por asegurar la tercera plaza y consolidar su posición en el Mundial.

Loeb, que tuvo en su mano el triunfo en el Rally de Montecarlo de 2002 -terminó primero, pero un error de sus mecánicos le condenó a la segunda plaza-, aprovechó la ventaja con la que empezó la última etapa y se impuso en la primera especial (SS17), en la que algunos pilotos como Makinen, Martin y Delecour se vieron afectados por una invasión de público, que interrumpió la carrera.

La amenaza de Burns se dejó sentir desde el momento inicial y el francés y el británico se repartieron las victorias parciales en los tramos, sin opción al lucimiento de otros. Aunque Burns se impuso en tres de las siete especiales del día (SS18, SS20 y SS21), Loeb no falló y se hizo con el mejor tiempo en los otros cuatro (SS17, SS19, SS22 y SS23) y con el triunfo definitivo.

El equipo Peugeot también acabó con satisfacción la prueba alemana, ya que además del liderato mundialista de Gronholm consolida su ventaja al frente de la clasificación de constructores por delante de Ford.

La última jornada del Rally de Alemania vivió también los abandonos del finlandés Harri Rovanpera (Peugeot), que tuvo problemas en un alerón trasero de su coche y tuvo que retirarse en la tercera especial, y el del alemán Armin Kremer (Ford Focus), cuyo coche acabó en llamas.