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La vida después de Tony Romo

Los Dallas Cowboys tomaron la dura decisión de poner como QB titular a un novato y comenzar el camino rumbo al campeonato sin su más reciente líder, quien literalmente dio todo por este equipo.

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Hay un nuevo sheriff en Dallas y se llama Dak Prescott. El joven de 24 años tiene uno de los empleos más complicados en todo el deporte profesional en Estados Unidos, el de quarterback de los Dallas Cowboys.

Por esa posición han pasado dos miembros del Salón de la Fama, que le dieron identidad al equipo a escala mundial, Roger Staubach y Troy Aikman, quienes se combinaron para ganar cinco campeonatos de Super Bowl.

Prescott además reemplaza a otro jugador insignia que dejó las mejores estadísticas en la historia de la franquicia para un quarterback, pero que tuvo que retirarse sin ganar campeonatos, Tony Romo.

Sin embargo, Prescott está consciente de que la vida para sus Cowboys tiene que continuar sin Romo y sin voltear hacia atrás.

"La ventaja es que tenemos un gran equipo, con muchos jugadores que pueden hacer jugadas", consideró Prescott. "Creo que una de las áreas en que hemos crecido es que nos conocemos más y tenemos mucho mayor química entre todos".


Tony Romo y Ezekiel Elliott desarrollaron una buena relación, donde Romo sirvió de un buen maestro del corredor novato.

AP Photo/Gus Ruelas

"Obviamente, Zeke (Elliott) y yo llegaremos a la temporada con más repeticiones juntos, igual con mis receptores", agregó. "Este año desde el campamento he tenido más juego, más repeticiones para sentirme cada día más cómodo con ellos y saber qué van a hacer en ciertas situaciones específicas.

Quizá Prescott es la más grande sorpresa en la historia de los Cowboys. Reclutado en la cuarta ronda del draft colegial del 2016, egresado de la Universidad Estatal de Mississippi, llegó al equipo sin pena ni gloria. Incluso tratando de ganar un lugar entre los 53 jugadores del roster principal del club, desde el minicampamento de novatos, Actividades Organizadas por el Equipo y campamento de pretemporada; ahí fue donde su vida cambió. Prescott llegó como el tercer quarterback, atrás de Kellen Moore, quien se fracturó una pierna en la primera semana de entrenamientos.

Tony Romo nunca dejó de apoyar el novato y enseñarle todo lo que él sabe para ser exitoso en la liga. AP Photo/Michael Ainsworth

Después, llegó el principio del fin para Romo, con una lesión en el tercer juego de pretemporada, en la espalda que se había lastimado par de años atrás y que había provocado dos operaciones cerca de la columna vertebral.

El viernes 26 de agosto del 2016, Prescott despertó y ya era el quarterback de unos Cowboys que estaban desechando cualquier idea de campeonato, incluso de playoffs, antes siquiera de comenzar la temporada bajo el mando del quarterback novato.

"Fue difícil", reconoció. "Yo apenas si había tomado algunas repeticiones con los titulares. Esa es la gran diferencia este año. Durante todo el programa de receso de temporada he sido el quarterback principal y entreno mucho. Conozco lo que pueden hacer mis compañeros y ellos me conocen a mí".

"La temporada pasada era diferente", añadió. "Sé que muchos creían que ya estábamos perdidos antes de comenzar".

Prescott respondió con la mejor temporada en la historia de cualquier quarterback de la franquicia, que además ganó la mayor cantidad de partidos de campaña regular desde que fueron fundados en 1960.

Romo y Witten pasaron muchos años juntos y va a ser difícil para el veterano receptor adaptarse a su nuevo líder. AP Photo/Brandon Wade

Completó 67.8 por ciento de sus pases para 3,667 yardas, 23 touchdowns y cuatro intercepciones para un impresionante índice de pasador de 104.9 puntos.

Cuando Romo regresó a la actividad, ya sano, se dio cuenta de que había perdido su empleo ante el sorpresivo joven, que llegó a hilvanar 11 victorias camino a la marca de 13-3 y el campeonato divisional.

"Tony me ayudó de muy diferentes maneras, dentro y fuera del campo", mencionó Prescott. "Durante los partidos me ayudó en la banca a hacer ajustes, me pasó tips sobre la manera en que las defensivas me enfrentarían; la manera en que los coordinadores podrían atacarme".

"Me pasó buena parte de su experiencia", agregó. "De no ser por Tony, no sé si hubiera tenido tanto éxito en mi primera temporada".

Muchos de los veteranos, líderes en el equipo, aún extrañan a su compañero y amigo Tony Romo.

"Seguramente tardaremos algún tiempo en asimilar que ya no está con nosotros", dijo el ala cerrada y capitán del equipo, Jason Witten, en referencia a su mejor amigo, Romo. "Tenemos una gran relación y por supuesto que voy a extrañarlo. Llegamos juntos bien jóvenes aquí al campamento. Fuimos novatos juntos".


Ezekiel Elliott y Dak Prescott han hecho una gran mancuerna en Dallas, teniendo un primer año de ensueño, y ahora buscan repetir la historia.

Charles LeClaire/USA TODAY Sports

Witten y Romo llegaron a los Cowboys en el 2003; el primero reclutado en la tercera ronda del draft proveniente de la Universidad de Tennessee, y el segundo como un completo desconocido, novato agente libre de la Universidad de Eastern Illinois.

"Crecimos juntos en este deporte", añadió.

"Experimentamos el éxito, el fracaso. Y es cuando te das cuenta de que el tiempo pasa rápido. Siempre le digo a mis compañeros que aprovechen cada minuto aquí mientras puedan jugar con los Dallas Cowboys".

El ala cerrada y sus compañeros confían en el talento y sobre todo en el trabajo de su nuevo joven quarterback, además de las armas que lo rodea.

"Dak mostró desde el año pasado que puede jugar en este nivel", dijo Witten. "Es extremadamente balanceado, tiene poder, confianza... tuvo un año extraordinario igual que Zeke (Elliott) como jugadores jóvenes. Yo tengo que ayudarlos como veterano y ciertamente sé que ellos harán lo mismo por mi".

"Son tremendos jugadores de futbol y muy buenos muchachos", agregó. "Están extremadamente motivados con nuestro equipo de futbol y en que tendremos una gran temporada. Cuando tienes un quarterback así y lo ves trabajar de esa manera, es fácil como equipo apoyarlo y estar atrás de él".

A pesar de que ni siquiera quiero oír la frase "sophomore year", como se le dice al bajón que muchos jugadores que tuvieron éxito como novatos han atravesado en su segunda campaña profesional, Prescott reconoce que aún hay muchas cosas que mejorar en su juego y que cada vez será más complicado ejecutar a un alto nivel.

También está consciente de que como profesional su responsabilidad será aún mayor que la primera temporada, cuando brincó de ser un desconocido a ser elegido al Tazón Profesional y de conseguir el título del Este de la Conferencia Nacional.

Un ejemplo claro han sido los dos primeros partidos de la actual campaña. En el juego inaugural contra los New York Giants completó apenas 61.5 por ciento de sus pases y acumuló un índice de pasador de 90.5 frente a una ofensiva que sólo generó 16 puntos.


Los Cowboys tomaron la difícil decisión de poner al novato QB y sentar a Tony Romo, quien tuvo grandes actuaciones con Dallas.

AP Photo/Michael Ainsworth

En el segundo partido, contra los Denver Broncos y su gran defensa, Prescott sufrió el peor juego de su naciente carrera profesional que incluyó dos intercepciones y un pobre rating de 68.6 puntos, camino a la peor derrota de los Cowboys desde el 2013.

"No necesariamente pienso en cuál será mi mayor reto en este segundo año", explicó. "Pienso más en las cosas que tengo que trabajar para ser mejor. Sólo me concentro en lo que puedo controlar. Sólo pienso en la manera de mejorar a mi equipo y cómo puedo ser yo un mejor jugador cada día".

"Si trabajo fuerte no me tengo que preocupar de los retos porque podremos resolverlos". Entre las prioridades que Prescott enumeró como sus propósitos para esta temporada está el deshacerse más rápido del balón, realizar la mecánica de lanzamientos de manera más acelerada y aprender a leer mejor las defensivas para anticiparse en sus ajustes.

También sabe que el talento y balance en la ofensiva de Dallas, con la mejor línea ofensiva de los últimos años, que incluye a tres jugadores calibre All-Pro -Travis Frederick, Tyron Smith y Zack Martin; el líder corredor en yardas ganadas por tierra en el 2016 -Zeke Elliott; dos receptores nivel Pro Bowl -Dez Bryant y Cole Beasley, y uno de los mejores alas cerradas de todos los tiempos -Witten, puede ser su mejor aliado.

"Sólo hay que darles el balón o verlos jugar defensa para darme cuenta de lo que yo tengo que hacer para llegar a ese nivel tan alto", dijo Prescott en referencia a sus compañeros. "Tengo que aprovechar cada día la oportunidad de aprender de ellos. Además de grandes jugadores, son muy buenas personas. Eso es lo más importante".

Desde su llegada a los Cowboys, Prescott se dio cuenta del gran seguimiento que tienen los aficionados hispanos, a quienes considera los más leales de toda la liga.

También reconoció que será exigido en todo momento, como sucedió al propio Romo y a él mismo, la temporada pasada, cuando perdió en diciembre por segunda vez contra los Giants y hasta el dueño del equipo, Jerry Jones, comenzó a sugerir que Prescott debería ceder la titularidad al veterano méxico-americano.

"Nunca pongo atención sobre ser el quarterback del Equipo de América", afirmó. "Sólo me preocupo por hacer mi trabajo como quarterback de los Dallas Cowboys.

"Jugadores como Jason Witten, Dez Bryant, Sean Lee me han enseñado que sólo me debo preocupar por encontrar la manera de ganar partidos cada semana", agregó. "Ellos me han enseñado lo difícil que es ser consistente en esta liga. Sé que sólo puedo controlar lo que yo haga durante la semana para estar preparado para jugar los domingos".

"Si hago eso, me preparo, me concentro y hago las cosas correctas, el resto caerá por su propio peso".

Los Cowboys coinciden en que la única meta válida esta temporada es por fin romper la sequía de campeonatos, que ya se alarga desde la temporada 1995, hace 21 años, cuando conquistaron el quinto y último de sus Super Bowls.

"Nuestra organización lo merece", mencionó Prescott. "Tenemos todas las herramientas, todos los jugadores, el mejor estadio, las mejores instalaciones de entrenamiento. Sólo tenemos que poner más atención a los pequeños detalles. Estar un poco más concentrados, trabajar más fuerte". "Ahí estamos cerca. Lo sé", agregó. "Se trata de creer en nosotros mismos y construir sobre nuestra química".

De cualquier manera, Prescott sólo puede prometer una cosa...

"Voy a encontrar maneras de mejorar para ser el mejor jugador que puedo ser, para ayudar a este equipo", aseguró. "Voy a tratar de ser un gran líder poniendo el ejemplo. Voy a hacer cualquier cosa que pueda por los Dallas Cowboys".

"Los aficionados pueden estar seguros de eso". Y este Lunes por la Noche, Prescott y el resto de los Cowboys tendrán oportunidad de mostrar que la derrota en Denver sólo fue un resbalón y que son el equipo contendiente que muchos creen desde que inició la pretemporada.

"Es divertido jugar en Lunes por la Noche", dijo Prescott. "Es un gran momento, un gran aparador y tenemos que aprovecharlo. Somos los Dallas Cowboys y tenemos que valorar las oportunidades que tenemos de ser el único partido en televisión nacional para mostrarnos. Hay que estar muy motivados".

Carlos A. NavaEs reportero de ESPN Deportes para TV y Digital y sigue el día a día de los Dallas Cowboys. Síguelo en Twitter @TapaNava.

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