<
>

Supera un mal día de entrenamiento

ESPN Run

A veces, en algún entrenamiento o en una carrera parece que nada puede salir bien. Hay días malos en los que correr se vuelve algo muy difícil, estamos más lentos, pesados, cansados y fastidiosos. Pero completar esos entrenamientos o esas carreras es fundamental para forjar una mentalidad fuerte.

La única manera de mejorar, de avanzar, es sobrepasar esos momentos. Debemos entender que de vez en cuando correr duele, hay que aceptarlo y superarlo. No se trata de hacer locuras como correr con dolores físicos, con pulsaciones altas ni con malestares serios. Es necesario aprender a escuchar tu cuerpo, y a distinguir cuándo se trata de una alerta que te indica frenar y cuándo es una trampa mental que debes sortear.

En definitiva, los entrenamientos que más te van a enorgullecer no son esos en los que fuiste más rápido, sino aquellos que pudiste terminar a pesar de no haberte sentido cómodo. Y para esto, es bueno seguir algunos consejos. Uno de ellos es olvidarse de los tiempos y marcas. Cuando el cronómetro no está cerca de lo que esperabas, simplemente olvídate del reloj. Realiza tus series o lo que te toque hacer, pero corre sin ir al límite. Tu cuerpo va a beneficiarse fisiológicamente con el entrenamiento de todos modos, sin importar el tiempo que veas en tu cronómetro o GPS. Esto te va a quitar ese estrés extra por la frustración de no responder a tus tiempos, y te va a mantener enfocado en mantenerte corriendo para completar el entrenamiento.

También es importante en estos días evitar los pensamientos negativos. En lugar de centrarte en lo cansado que estás o lo mucho que te falta, dirige tus pensamientos hacia cosas productivas: la técnica, la respiración y la zancada. Ensaya un “escaneo” para asegurarte de que tu forma de correr siga siendo eficiente. Tu buena técnica puede quebrarse cuando estás cansado, por lo que es importante fijarte que no estés haciendo malos movimientos. Chequear tu respiración es una buena forma de distraerte y mantener tu cerebro en otra cosa.

Relájate y mantén el control, ya que mientras más duro intentes correr, más te vas a tensionar.

¿Tuviste algún entrenamiento o carrera difícil la semana anterior?