Para un runner, ejercitar y tener en forma la musculatura no es lo único importante. También es fundamental tener una buena capacidad cardiorrespiratoria, huesos sanos y fuertes, y articulaciones funcionando perfectamente. Estas últimas actúan como bisagras entre los huesos, permitiendo los movimientos. Sin embargo, el cartílago de las articulaciones se van desgastando con el paso del tiempo, lo que genera que los extremos de los huesos se encuentren menos protegidos y el rozamiento puede ocasionar molestias y dolores que llevados al extremo pueden lograr que debas dejar de correr.
Para evitar estos cuadros extremos, es importante cuidar a las articulaciones en el día a día, y para ello es muy importante adoptar una serie de pequeños hábitos: evitar entrenar con calzado no específico para running, o calzado que ya sobrepasó su vida útil, es lo más importante. En promedio, una zapatilla de running tiene una durabilidad de unos 800 kilómetros, y una vez sobrepasada esta barrera la capacidad de amortiguación y absorción de impactos se ve notablemente reducida. Recuerda que esto ocurre aún cuando el calzado parece intacto desde afuera, y no presenta agujeros en su capellada o daños importantes.
Otro hábito a tener en cuenta es el de evitar cada vez que se pueda correr sobre superficies duras, como el asfalto. Esto no significa que el asfalto esté prohibido, ni mucho menos, sino que busques alternar con parques o lugares en donde hay césped, tierra, arena o superficies similares. Cada vez que veas un lugar así, aunque sea por unos pocos metros, aprovéchalos y corre por ellos en esos tramos.
Otra buena práctica está en complementar el running con entrenamientos cruzados de bajo o nulo impacto, como la natación, el ciclismo (bicicleta convencional o fija), el gimnasio, etc.
Por último, recuerda que el sobrepeso puede producir una carga exagerada en huesos y articulaciones y, con ello, un aumento en el desgaste. Por lo tanto, trata de mantenerte en tu peso adecuado. Y nunca olvides escuchar en todo momento a tu cuerpo. Si sientes dolores, no los ignores, ya que pueden ser una señal de que las articulaciones no andan por buen camino. En tal caso, no dejes pasar tiempo y consulta a tu médico.
¿Realizabas estas técnicas para cuidar tus articulaciones?