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La carrera más austral del mundo

La edición número 13 del "Antarctic Ice Marathon" tuvo lugar en noviembre en la que se denomina la carrera del fin del mundo.

Previamente los corredores habían sido convocados en la ciudad chilena de Punta Arenas, desde donde un avión de carga ruso los trasladó a la base polar Union Glacier. El pelotón internacional estaba formado por 55 corredores llegados de 19 países.

Puesto que las ventanas de buen tiempo en estas latitudes son un fenómeno pasajero, la organización puso en marcha el maratón más austral del mundo a las pocas horas de pisar el séptimo continente. En esta época del año el sol no se oculta (sol de medianoche) en amplias zona de la Antártida, por tanto, si la climatología acompaña, cualquier actividad que se emprenda no se ve afectada por la oscuridad.

La base polar Union Glacier está situada al abrigo de las montañas Ellsworth y permanece operativa de noviembre a enero. Las instalaciones se componen de tiendas de campaña para pernoctar, carpa de estancia colectiva/comedor, dispensario y contenedores para diferentes usos.

Durante los días que los corredores permanecieron en la Base, compartieron alojamiento con los alpinistas que se dirigían o regresaban del Monte Vinson (4.897 m), la montaña más alta de La Antártida.

El contexto en el que se desarrolla este maratón, con temperaturas bajo cero, viento y superficie de nieve más o menos compacta, condiciona que los tiempos finales de los participantes aumenten considerablemente frente a un maratón convencional.

Para hacernos una idea, los actuales records del Antarctic Ice Marathon están en posesión del corredor checo Petr Vabrousek, 3:34.47, y de la corredora británica Fiona Oakes, 4:20.02. En ambos casos sus cronos personales en asfalto están en torno a una hora y cuarto por debajo.

Con el termómetro oscilando entre los 20 y 25 grados bajo cero, y períodos de gélido viento racheado, fueron fraguándose los pódiums del Antarctic Ice Marathon 2017.