Salir a correr en las primeras horas del día no es una tarea fácil. El principal problema de muchos runners es que entre el trabajo, la facultad y otras obligaciones no encuentran el momento para entrenar durante el día. Una excelente idea es hacer tus sesiones por la mañana, luego ducharte y salir al trabajo. Pero ¿quiénes se atreven hacerlo? Toma nota de estos consejos para que puedas vencer la pereza de salir a entrenar bien temprano.
Lo primero que hay que hacer es preparar tus accesorios y ropa deportiva el día anterior, para así poder luego dormir unos 10 minutos más. Antes de acostarte separa la indumentaria que vas a utilizar para entrenar. Deja lista las prendas, el reloj, cinturón de hidratación y calzado. También hidrátate bien la noche anterior y no te excedas con las comidas. Levantarte pesado o deshidratado te quitará el entusiasmo de salir a entrenar por la mañana.
Por otro lado, siempre es importante tener planificado tu entrenamiento. Si sabes cuánto tienes que correr puedes calcular mejor a qué hora debes levantarte para salir a realizar tu rutina. Otra cosa a planificar es el desayuno. Antes de salir a entrenar puedes comer una banana o tomar un yogur bebible. Una vez terminada la actividad física realiza un desayuno más completo para enfrentar el día. Otro simple pero efectivo truco es el de poner el despertador lejos de tu cama, de manera que estarás obligado a levantarte cuando suene la alarma. Como se dice, lo importante es dar el primer paso.
Una vez que estés corriendo, utiliza el poder de la música. Los primeros entrenamientos matutinos pueden ser muy duros si no estás acostumbrado a realizar actividad física. Entonces, para enfrentar las primeras corridas lleva música para motivarte.
Recuerda que el principal beneficio de correr por la mañana es que nadie puede interrumpir tu entrenamiento. Los contratiempos laborales, el tráfico y demás obligaciones son los obstáculos que suelen aparecer a la hora de salir a entrenar. Aprovéchalo!
¿A qué hora sueles entrenar?