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Como es sabido, la forma más tradicional y segura para ganar velocidad al correr está en hacer series. Pero, claramente, este tipo de trabajos no es el indicado para los runners principiantes. Si te preguntas cuando es el momento correcto para iniciarte en estas sesiones, lo que normalmente se aconseja es a partir de cuando ya puedes correr de manera regular durante 30 a 40 minutos, sin interrupciones y sin la más mínima dificultad. Este tipo de entrenamientos fraccionados te permitirá aumentar paulatinamente el ritmo y tu fuerza, para encarar de mejor manera tus carreras. Pero ten en cuenta que no debes abusar de estos trabajos, ya que de lo contrario las consecuencias podrían ser las contrarias a las deseadas. Salvo que seas un runner avanzado, una vez a la semana es la frecuencia indicada para estas sesiones de velocidad, y procura no hacerlas en el día antes o el día después de un entrenamiento de fondo largo. En la medida de lo posible, trata de hacer las series de forma progresiva, comenzando con la primera algo más lenta y terminando con las últimas unos segundos más rápidas. Y al terminar cada una, no te detengas de golpe, ya que si lo haces tu corazón continuará latiendo rápido y la sangre se acumulará en tus piernas, lo que te puede causar algún incómodo mareo o ser la causa de dolores al día siguiente. Además, recuerda que siempre antes de empezar las series deberás hacer una correcta entrada en calor, de no menos de 15 minutos de trote bien suave. Por último, luego de terminar el trabajo principal dedica otros 15 minutos a correr despacio, como vuelta a la calma, más 10 minutos extra para realizar estiramientos musculares. ¿Realizas series de velocidad?
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