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"Reiníciate" con este ejercicio

Corredores o no, todos necesitamos estiramientos musculares. Quienes practicamos un deporte como el running al exigir a nuestro organismo vamos haciendo que nuestros músculos se acorten, y con ello pierdan parte de su potencial. Además, un músculo acortado genera tensiones y molestias en el resto del cuerpo, producto de los desbalances que esto provoca. Inclusive, estas complicaciones pueden agravarse al punto de transformarse en lesiones, y es por todo esto que siempre recordamos dedicarle 10 a 15 minutos a los ejercicios de estiramientos luego de correr.

Ahora bien, si cualquier persona, deportista o no, necesita hacer periódicamente ejercicios de movilidad y estiramientos de los grupos musculares de todo el cuerpo, es evidente que un runner no escapa a esa norma. Ocurre que además de nuestras piernas, en nuestro día a día incurrimos en posturas y realizamos movimientos que comprometen el óptimo funcionamiento de nuestro cuerpo, y por eso también debemos prestar atención a esos "otros estiramientos". Y en este sentido, uno de los problemas más comunes hoy en día es el dolor de espalda, provocado por la cantidad de horas que permanecemos sentados frente a una computadora, con una postura que está lejos de ser la natural para nuestro esqueleto, ligamentos, músculos y tendones. Es en estos casos cuando principalmente la zona del cuello permanece en la misma posición forzada durante mucho tiempo, aumentando su tono muscular y tendiendo a retraerse. Como resultado aparecen molestias cervicales debidas a pequeñas contracturas, que como dijimos aunque no parezca además pueden desencadenar desajustes en el resto del cuerpo por "efecto dominó".

Lo bueno de todo esto es que estos dolores pueden tratarse y prevenirse de una manera sencilla, con un ejercicio casero que no te demandará más de tres minutos al día, reduciendo así los riesgos de padecer tensiones y dolores de cabeza. Para realizarlo, siéntate en una silla fija y coloca tus manos con los dedos enlazados por detrás de tu nuca, justo encima de tu cuello y donde comienza el cráneo. En esa posición, reclina la cabeza los codos, apoyando tu zona dorsal en el respaldo de la silla, al mismo tiempo que tracciones hacia atrás con tus codos y tu mentón apunta hacia arriba. Cuenta 20 segundos en esa posición, y lentamente afloja las tensiones para volver a la posición inicial. Repite esta serie tres veces, y luego continúa con tu rutina. Recuerda hacerlo a diario, en cualquier pequeño break en tu trabajo o estudios, y notarás los resultados.

¿Alguna vez probaste este ejercicio?

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