AP PhotoCharlie Strong celebró con el sombrero dorado la victoria de Texas sobre Oklahoma.

DALLAS -- Charlie Strong se puso un sombrero dorado, sonrió y disfrutó el momento.

Si la derrota por paliza de la semana pasada en TCU fue el punto más bajo para Strong en Texas, su primera victoria contra el rival Oklahoma podría ser lo que cambie el rumbo de su programa. O quizás sólo es un respiro temporal para los criticados Longhorns y su entrenador.

Así que la victoria 24-7 sobre los N° 10 Sooners este sábado no fue un triunfo ordinario para Texas.

Los Longhorns (2-4, 1-2 en la Big 12) trabajaron sobre la defensiva de Oklahoma con 313 yardas por tierra. Su defensiva estuvo encima del mariscal de campo Baker Mayfield y de la línea ofensiva de los Sooners, con cargas y acumulando seis capturas.

Naashon Hughes y Poona Ford frenaron a Mayfield para una pérdida de 17 yardas en tercera y 14 en lo profundo del territorio de Oklahoma al final del último cuarto en lo que resultó ser la jugada ofensiva final del partido para los Sooners.

Cuando Jerrod Heard y la ofensiva de los Longhorns tuvo el balón con 3:33 por jugar y la ventaja 24-17, ya no lo entregaron. Los Longhorns consiguieron tres primeros intentos, pusieron rodilla en el suelo y estalló la celebración como si hubieran ganado un campeonato.