HOUSTON -- Hubo bastantes jugadas a ambos lados, pero el corredor Leonard Fournette y LSU fueron demasiado para Texas Tech, al tiempo que los Tigers rodaron hacia una victoria de 56-27 sobre los Red Raiders en el AdvoCare V100 Texas Bowl este martes en el NRG Stadium. Aquí está una síntesis de cómo ocurrieron las cosas:

Lo que significa la victoria para LSU: Es un final positivo para lo que fue una montaña rusa de campaña, desde el putno más alto al estar en 7-0 y ranqueados N° 2 en las posiciones para el College Football Playoff, hasta las profundidades de la incertidumbre respecto al futuro del entrenador en jefe Les Miles hacia finales de noviembre. Miles dijo el lunes que las cosas se han "disipado completamente" y un triunfo dominante en el Texas Bowl es algo sobre lo que los Tigers pueden edificar de cara a una enorme campaña del 2016. Muchos ojos estarán posados sobre los Tigers --y específicamente, Miles-- la siguiente temporada para ver si pueden lograr el título de la SEC y colarse al College Football Playoff, o si las discusiones y especulaciones que ocurrieron en las dos semanas finales de la campaña regular ocurrirán de nuevo el próximo noviembre. Como están las cosas, los Tigers finalizan 9-3 en general y probablemente entrarán a la temporada del 2016 como equipo del Top-15 de pretemporada.

Lo que significa la derrota para Texas Tech: A los Red Raiders (7-6) les hubiera encantado obtener una victoria este martes sobre un programa de la SEC como LSU y fueron competitivos hasta el cuarto periodo, cuando los Tigers se alejaron. Hubo motivos tanto para sentir optimismo como frustración para los Red Raiders en la caída. Independientemente del resultado, la temporada fue un paso hacia el frente para el programa tras culminar en 4-8 el 2014. La siguiente temporada será la cuarta para Kliff Kingsbury en los controles, y será una en la que es necesario mostrar mayor progreso. Con el regreso del dinámico mariscal de campo Patrick Mahomes, la ofensiva debe estar en buena forma. La mejoría debe ocurrir en la defensiva durante la segunda campaña de David Gibbs como coordinador. Lucir tan mal como lo hicieron ante la carrera (N° 125 a nivel nacional esta temporada) es debilidad mayor que debe ser preocupante. Si eso puede suceder y la defensiva puede ser respetable, el equipo tiene potencial gracias a su explosiva ofensiva.

Cómo se ganó el partido: LSU hizo lo que mejor hace ofensivamente --correr-- frente a un equipo que sufre para defender ese aspecto del juego. Los Tigers finalizaron con 384 yardas terrestres en 40 intentos, un promedio de 9.6 yardas por acarreo. Aunque Texas Tech tuvo su cuota de jugadas grandes cortesía del mariscal de campo Mahomes (370 yardas aéreas, cuatro touchdowns) y el receptor Jakeem Grant (10 recepciones, 125 yardas, tres touchdowns), la línea defensiva de LSU acosó consistentemente a Mahomes, capturándolo en seis ocasiones y apurándolo al menos el doble de veces. La presión fue apenas la suficiente para prevenir que la ofensiva de los Red Raiders encontrara ritmo constante.

Jugador del partido: Fournette. Se esperaba que el corredor de segundo año tuviera un partido grande dadas las dificultades de Tech para defender por tierra y el domino de Fournette a nivel colegial este año, y no decepcionó. Finalizó con 212 yardas terrestres y cuatro touchdowns en 29 acarreos y sumó una recepción de touchdown de 44 yardas. Los 30 puntos anotados por Fournette fueron una marca para el Texas Bowl y promedió un imponente 7.3 yardas por acarreo. Empató la marca por la mayor cantidad de touchdowns anotados en un tazón, de acuerdo a ESPN Stats and Information, y fue designado el Jugador Más Valioso del partido. También culminó la campaña con 22 touchdowns terrestres, la mayor cantidad en una temporada para LSU.

Héroes anónimos: Va sin mencionar cuando se tiene una actuación terrestre como esta, pero la línea ofensiva de LSU merece una tonelada de crédito. Fournette es un gran corredor pero hubo varios huecos grandes por dónde pasar, y al menos uno de sus touchdowns fueron anotados sin ser tocados por algún defensivo de Texas Tech. Vadal Alexander, William Clapp, Jerald Hawkins, Ethan Pocic y Maea Teuhema merecen, cada uno, un balón de juego por su desempeño.

Estadística del partido: LSU superó a Texas Tech por tiera, 384 yardas a 29.