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¿Cómo llegó el potencial primer recluta del siguiente NFL Draft a Wyoming?

LARAMIE -- El 20 de noviembre del 2014, cerca del final de la primera temporada de Josh Allen en un junior college, envió correos electrónicos implorando algunos --al que fuera, en realidad-- que le dieran una oportunidad para ser un quarterback de la División I.

La lista de recipientes no solamente incluyó a todos los head coaches de la FBS, sino también todos los coordinadores ofensivos, coordinadores defensivos y entrenadores de posición desde Alabama a Washington, más de 1,000 correos electrónicos en total. Empezaron con el mismo saludo y la misma petición desesperada de un chico en el minúsculo Firebaugh, California: Quiero ser tu quarterback.

Sus correos no solicitados tuvieron el mismo efecto que una solicitud de préstamos de un príncipe nigeriano. Recibió sólo un puñado de respuestas y solamente dos escuelas --Eastern Michigan y Wyoming-- eventualmente le ofrecieron beca. Los Eagles de hecho retiraron su oferta luego de que eligiera visitar Wyoming cerca del final del periodo inicial de firmas para transferidos desde junior college.

"Sí, estuve decepcionado", dijo Allen. "No lo pude creer".

Por el lado positivo, fue una oferta de beca de más de las que recibió Allen saliendo de Firebaugh High School el año previo, cuando no recibió una sola llamada de un programa de FBS o FCS.

"Realmente sentí que era un quarterback de División I, y me sentía así desde hacía tiempo", explicó Allen. "Sólo quería que la gente lo viera".

Nadie más lo vio, al menos no entonces. Pero después de lanzar para más de 3,000 yardas y 28 touchdowns para Wyoming la temporada pasada, el quarterback que casi todo programa de la FBS --con excepción de dos-- terminó ignorando podría bien terminar siendo uno de los primeros jugadores reclutados en el Draft 2018 de la NFL.

El anonimato de Allen terminó casi inmediatamente después de que se hiciera la selección final del Draft 2017 el pasado 29 de abril, cuando el reportero de ESPN, Adam Schefter, dijera: "Hubo un director de personal que me dijo esta semana que lo pueden ir escribiendo, Josh Allen será el primer recluta global del NFL el año que viene".

Por supuesto, la mayoría de personas siguiendo la cobertura de ESPN del draft ese día probablemente se preguntaron: ¿Quién diablos es Josh Allen?

"Probablemente el 90 por ciento de América", admitió Allen. "Ese ha sido mi modus operando a lo largo de toda mi carrera de fútbol americano".


Existe solamente un semáforo en Firebaugh, California, un pueblo granjero de unos 7,500 residentes en el Valle Central de California, a unas 40 millas al oeste de Fresno. Originalmente conocido como Firebaugh's Ferry, era un puesto de avanzada sobre el Río San Joaquin durante la fiebre por el oro de California a mediados del siglo XIX.

De acuerdo a datos del 2011 del U.S. Census Bureau, latinos conforman más del 90 por ciento de la población del sitio, muchos de ellos inmigrantes que trabajan en la agricultura.

"Es un pueblo pequeño, todos se conocen y las noticias viajan rápidamente", señaló Allen. "Fue una experiencia que no cambiaría por nada porque de algún modo dio forma a quien soy hoy".

Miles de acres de alfalfa, pistaches y almendros delinean el camino al rancho donde creció Allen. Joel Allen, el padre de Josh, y su tío, Todd Allen, trabajan unos 3,000 acres de algodón Pima, melones y trigo con una cordillera costera como fondo. Joel y Todd Allen son granjeros de tercera generación.

El bisabuelo de Josh, Arvid 'Swede' Allen, arribó a Ellis Island desde Suecia en 1907 y se asentó en Firebaugh durante la Gran Depresión. El abuelo de Josh, A.E. 'Buzz' Allen, estableció la granja de la familia en 1975 y también fue miembro de la junta escolar local y líder cívico (el gimnasio de la preparatoria local lleva su nombre en su honor).

"Josh sería de cuarta generación", dijo Joel Allen. "Pero no creo que regrese a la granja".

Joel y su esposa, LaVonne, criaron a sus cuatro hijos en el rancho, y Josh, junto a su hermano menor Jason y sus hermanas Nicala y Makenna, se vieron involucrados en los deportes desde edad temprana. Existe un tablero de baloncesto, una piscina y una jaula de bateo en el rancho, y Josh creció jugando prácticamente todos los deportes, incluyendo béisbol, baloncesto, fútbol americano, golf, gimnasia, karate y natación. Él y su hermano, quien juega como primera base para Saddleback College en Mission Viejo, California, también ayudaron a su padre y tío alrededor de la granja.

"Instaló una ética de trabajo", dijo Josh. "Ver a mi padre despertarse súper temprano cuando aún no salía el sol y luego volver a casa cuando el sol se había puesto, trabajaba mucho para proveer a nuestra familia e hizo un gran trabajo. Es el hombre menos egoísta que conozco, y creo que si soy la mitad de hombre que es él, estaré bien en este mundo".

Josh aprendió bastante de trabajo duro de su madre, también. Hasta hace poco, LaVonne era propietaria de uno de los pocos restaurantes en el pueblo -- aptamente nombrado "The Farmer's Daughter"-- y alimentaba a los granjeros todas las mañanas antes de que se fueran a trabajar.

"Ella es la roca de nuestra familia", admitió Josh.

Josh creció como fanático del fútbol americano de Fresno State y asistía a la mayoría de los juegos de local con sus padres y hermanos. Asistió a los campamentos de verano de los Bulldogs e incluso fue el encargado de recoger el tee de kickoffs durante algunos juegos (el ex entrenador en jefe Pat Hill alguna vez le gritó para que saliera del campo). Uno de los momentos más memorables de Josh fue conocer al mariscal de campo de Fresno State, Derek Carr, otro estelar de crianza local, que ahora juega para los Oakland Raiders.

En febrero del 2014, cuando era momento para que Josh eligiera una escuela como jugador de último de preparatoria, los Bulldogs --como todos los demás programas de la FBS-- no mostraron interés. Al momento, Josh medía unos 6 pies con 3 pulgadas y pesaba 180 libras. No había asistido a los campamentos de élite para quarterbacks y no era un prospecto ampliamente conocido. Su equipo de preparatoria no participó en muchos campamentos de siete contar siete porque Josh y muchos de sus compañeros estaban ocupados jugando a béisbol y otros deportes. Era el líder anotados de su equipo de baloncesto y también pitchaba para el equipo de béisbol, alcanzando las 90 millas por hora con su bola rápida.

No era como si Josh no estuviera intentando llamar la atención de los coaches, sin embargo, especialmente aquellos trabajando en Fresno State. Cuando su padre jugó en un torneo de golf con fines caritativos con el entonces coach de los Bulldogs, Tim DeRuyter, le habló sobre el deseo de Josh de jugar para él. pero DeRuyter decidió que Josh no era la mejor opción. San Diego State ofreció a Josh la oportunidad de quedarse con el equipo sin beca, pero el coach Rocky Long no podía prometer tiempo de juego. Sin una beca para un programa importante de colegial, Allen se enlistó en Reedley College, a unas 65 millas al sureste de Firebaugh, donde uno de los asistentes estaba casado con su prima.

"No estaba demasiado preocupado cuando fue al junior college", dijo Joel. "Sabía que iba a haber una gran oportunidad para él. Simplemente necesitaba un escenario y lo obtuvo".

Josh no inició los primeros tres partidos en Reedley College, pero salió de la banca para correr para cuatro touchdowns en el cuarto encuentro. Después de sólo un par de inicios, su coordinador ofensivo predijo que pronto empezarían a caer las ofertas de beca de FBS. Pero las ofertas nunca llegaron, incluso después de haber crecido hasta los 6 pies con 5 pulgadas y 238 libras, y enviar correos electrónicos en masa a todos los coaches del país.

"Se vio a sí mismo como un gran quarterback, incluso cuando estaba en esta situación pequeña en un cuerpo pequeño", dijo el coordinador ofensivo de Wyoming, Brent Vigen. "No todos los chicos se ven así".

Debemos asumir que la mayoría de coaches no hizo click al correo enviado por Josh con las mejores jugadas de su tiempo en el junior college en hudl.com; un puñado de entrenadores dijeron a ESPN que reciben docenas de correos no solicitados de reclutas todos los días. De haberlo hecho, hubieran visto a Allen mostrar la potencia en el brazo, movilidad y precisión que ellos codician.

En la primera jugada de su colección, realiza un pase al hombro trasero desde su zona de anotación para una ganancia de 38 yardas. En otro pase, mira a la izquierda, rola a su derecha y dispara un cohete de 37 yardas a las diagonales, justo antes de ser golpeado violentamente cerca de las laterales por un linebacker.

Los coaches también hubieran visto a Josh reteniendo el ovoide en una jugada de "zone-read", corriendo por el centro y rompiendo un intento de tacleada para touchdown de 40 yardas. En otro acarreo, saltó sobre un safety que intentaba derribarlo. Las jugadas fueron lo suficientemente buenas para interesar a los entrenadores de Wyoming, incluso si habían ido a Reedley Collegea estudiar a otra potencial transferencia. Y Vigen admite que los Cowboys ofrecieron beca a Josh solamente después de perder al prospecto de quarterback, Eric Dungey, ante Syracuse en la parte tardía del proceso de reclutamiento.

El coach de Wyoming, Craig Bohl, quien había guiado a los Cowboys a una marca de 4-8 en su primera campaña en el 2014 tras conquistar tres títulos nacionales a nivel FCS al frente de North Dakota State, fue el único entrenador de FBS que hizo el largo viaje hasta Allen Ranch.

"Me miró directo a los ojos y dijo, 'Viajamos alrededor del país y existe solamente un quarterback que queremos y es su hijo. Va a ser el rostro de nuestro programa'", recordó Joel.

Antes de que Josh se comprometiera con Wyoming, no obstante, hizo una última petición a los coaches de Fresno State. Los Bulldogs acababan de recibir el compromiso del quarterback Chason Virgil, un prospecto de 6 pies con 1 pulgada y 170 libras de una preparatoria de Mesquite, Texas. Virgil era más bajo y ligero de lo que era Josh durante su temporada final en Firebaugh High, cuando dijo que los Bulldogs le informaron no se ajustaba al prototipo que buscaban en un quarterback.

Después de que Virgil se comprometió con Fresno State, Josh envió un correo electrónico brusco a un asistente: "¿6-1, 170?".

"Sí, obtuvimos a nuestro chico", respondió el asistente. "Buena suerte".


En la primera temporada de Allen en Wyoming en el 2015, salió del campamento de entrenamiento como segundo en el orden, detrás del transferido desde Indiana, Cameron Coffman, y por delante del freshman Nick Smith. Coffman se lastimó la rodilla en la apertura de la campaña, una derrota por 24-13 ante North Dakota, así que Allen inició frente a Eastern Michigan la semana entrante. Lideró a los Cowboys en una serie de touchdown de ocho jugadas y 84 yardas en su primera posesión y los tenía nuevamente en movimiento en la segunda posesión.

Pero luego Allen recibió a un defensivo de frente al final de un acarreo de 24 yardas, fracturándose la clavícula en siete lugares. Cirujanos requirieron ocho tornillos y una placa para repararlo, y Allen dijo que no salió de su cuarto en el dormitorio por tres semanas luego de quedar lastimado. Wyoming finalizó con marca de 2-10.

"Estaba devastado", explicó.

En retrospectiva, mantenerse fuera del resto de la temporada del 2015 pudo haber sido lo mejor que le pudiera ocurrir. Vigen dijo que Allen pesaba 215 libras cuando llegó a Wyoming, pero eran unas "malas 215". Allen pasó los siguientes meses trabajando para hacerse más grande y más rápido, y su clavícula estaba totalmente sanada para cuando llegó el campamento de pretemporada del año siguiente. Fue durante las prácticas de pretemporada del 2016 cuando Bohl y Vigen se percataron cuán bueno podría ser Allen.

El ex gerente general de los San Francisco 49ers, Trent Baalke, estaba observando una práctica de Wyoming a finales de agosto, antes de que los Niners jugaran un partido de exhibición de visita frente a los Denver Broncos. Baalke y un par de visores estaban allí para evaluar al corredor Brian Hill y un puñado de jugadores de último año, pero fue Allen quien dejó la mayor impresión.

"Tu quarterback podría estar en un campamento de NFL en este momento", dijo Baalke a Bohl.

Fue un gran elogio para un jugador que había recibido apenas 13 repeticiones a nivel FBS. En la apertura de la campaña del 2016, Allen lideró a los Cowboys a una victoria de 40-34 sobre Northern Illinois en tres prórrogas. Anotó el touchdown del triunfo en una escapada por tierra, eludiendo a tres defensivos antes de encontrar las diagonales. Allen finalizó su temporada de junior con 3,203 yardas aéreas con 28 touchdowns y 15 intercepciones. Los Cowboys sorprendieron a Boise State por 30-28 en ruta a la conquista del título de la MWC Mountain Division, pero perdieron cuatro de sus últimos cinco duelos.

La noche del 9 de enero, Allen vio a Clemson derrotar a Alabama por 35-31 en el College Football Playoff National Championship. Observó el emocionante victoria de los Tigers en la sala de sus padres, junto al agente Tom Condon y sus asociados. La siguiente noche, mientras cenaban en uno de sus restaurantes mexicanos favoritos, Allen dijo a sus padres, hermanos, novia (Brittany Williams, una porrista para Fresno State) y algunos amigos que optaría por el salto al profesional.

Pero Allen no pudo dormir esa noche, y cuando Vigen le llamó a la mañana siguiente, no pudo juntar el coraje para darle una respuesta.

"No pude hablar con él y decirle que me declaraba para el draft", dijo Allen. "En ese punto, sabía que había algo mal en mi decisión. Soy un fiel creyente que tus instintos van invictos".

Vigen conducía al aeropuerto de Denver para realizar una visita de reclutamiento a Wisconsin. Llamó a Joel Allen, quien le dijo que Josh estaba teniendo dudas sobre saltar al profesional. Cuando aterrizó el avión de Vigen, inmediatamente llamó a Bohl, quien le dijo que Josh había cambiado de parecer y se quedaba en la escuela.

"Le pregunté, '¿Quieres ser reclutado o quieres tener una carrera?'", dijo Bohl. "Creemos que este año entrante le dará una mejor oportunidad de tener una carrera a largo plazo en la NFL. Digo, con trabajos se rasura ahora".

Bohl no fue el único que ofreció consejo a Josh. El quarterback de los Philadelphia Eagles, Carson Wentz, quien jugara para Bohl en North Dakota State, también lo contactó estaba decidiendo qué hacer. Como Josh, Wentz tardó en florecer. Los visores colegiales lo habían ignorado cuando jugaba para la Century High School en Bismarck, North Dakota, y no inició para el Bison hasta su tercera campaña.

Luego de liderar a North Dakota State a títulos consecutivos en la FCS, fue el segundo recluta global del Draft 2016 de la NFL por los Eagles, la selección más alta en la historia para un jugador proveniente de la FCS, Terminó jugando 16 partidos como novato, tirando para 3,782 yardas con 16 touchdowns y 14 intercepciones.

Aparte de su crianza de pueblo pequeño y el hecho de que jugaron en una ofensiva estilo profesional bajo Bohl, hay similitudes obvias. Aunque Vigen dice que Wentz es "fuera de lo común" cuando se trata de madurez y otros intangibles, dijo que Josh podría ser más talentoso físicamente.

El consejo de Wentz a Allen fue simple: Asegúrate de estar listo para la NFL.

"Parece un chico brillante con un futuro brillante", dijo Wentz. "Sé que tiene mucho talento y la gente está muy emocionada por él".

Una cosa que dijo Wentz fue especialmente reveladora para Josh: "Me dijo que estaría entrando a un vestidor lleno de hombres de 35 años de edad con familias e hijos, que estarían dependiendo de mí para ganar partidos y asegurar sus empleos".

Por un año más, al menos, Josh prefiere un escenario más pequeño. Su meta es liderar a los Cowboys al campeonato de la MWC y un tazón del New Year's Six: En seis meses, espera que todos en el país lo reconozcan.

"Todo sucede por un motivo", dijo. "Creo que los chicos de escuelas más pequeñas o que no reciben ofertas de las escuelas grandes pueden ver mi historia y seguir trabajando duro. Les digo que no importa de dónde vienes, importa cómo juegas y cómo te aplicas. Si quieres algo, ve por él".