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Rafael Zamorano 54d

¿Quién tiene la culpa del fracaso de Russell Wilson con Broncos?

El ahora ex quarterback de Denver no es el único responsable de uno de los mayores fiascos en la historia reciente de la NFL


La ahora inevitable salida vía corte del quarterback Russell Wilson de los Denver Broncos al arranque del nuevo año de operaciones de la NFL será considerada, con justa razón, como uno de los peores traspasos en la historia de la liga, tanto para el jugador como para el equipo que lo adquirió.

Denver pagó a los Seattle Seahawks cinco selecciones de draft, incluyendo dos de primera ronda, dos de segunda ronda y una de quinta vuelta, junto con tres jugadores --el quarterback Drew Lock, el ala cerrada Noah Fant y el tackle defensivo Shelby Harris-- por los servicios de un futuro Salón de la Fama, y una selección de cuarta ronda.

¿Qué podría salir mal?

La respuesta: todo.

Wilson nunca terminó por acoplarse al sistema ofensivo de ninguno de los dos coaches que le dirigieron en Denver, y los Broncos terminaron extrañando las selecciones entregadas a los Seahawks para avanzar su proyecto de reconstrucción, luego de no lograr clasificarse a la postemporada en ninguna campaña posterior a su triunfo en el Super Bowl 50, hace ocho años.

Es sencillo señalar como gran responsable a Wilson, a quien se le acusa de haber adquirido un estilo de vida muy desprendido del resto del equipo, desde sus días con los Seahawks, y pasar menos tiempo enfocado en el juego.

El nueve veces seleccionado al Pro Bowl a quien Marshawn Lynch describió de modo despectivo como "solo un quarterback" al aparecer como invitado en el podcast de Shannon Sharpe el año pasado.

Dejando cuestiones personales de lado, está claro que los Broncos esperaban más de Wilson, y nunca cumplió. Pero, él no es el único que debe salir manchado por su fallido paso en Denver.

El desastre del traspaso por Russell Wilson

Curiosamente, a la hora de buscar culpables, nadie está volteando a ver al hombre que se encargó de concretar el canje, el gerente general George Paton. Los Broncos estaban ansiosos por sumar a un quarterback veterano con credenciales de Salón de la Fama --más de eso en un momento--, y decidieron pagar una fortuna por un jugador que venía de una de sus campañas menos productivas en Seattle, con todo y su novena invitación al Pro Bowl.

Pero, más que eso, Paton pareció creer que los problemas que se habían hecho públicos entre Wilson y los Seahawks se quedarían en Seattle. No fue así. En el 2021, se reportó que Wilson había entregado a los Seahawks una lista de los equipos a los que deseaba ser canjeado. Esa lista estaba conformada por los Dallas Cowboys, New Orleans Saints, Las Vegas Raiders y Chicago Bears. De acuerdo a su agente Mark Rodgers, en aquel momento, la prioridad para Wilson era, a pesar de todo, mantenerse en Seattle.

Si observamos lo que consiguieron los Seahawks a cambio de Wilson, la movida de Paton duele un poco más. Las selecciones de primera ronda se convirtieron en el tackle ofensivo Charles Cross y el esquinero Devon Witherspoon, y el ala defensiva Boye Mafe fue uno de los seleccionados en segunda ronda. Se trata de tres jugadores alrededor de los cuales Seattle apuesta a construir a futuro.

No obstante, el peor error de Paton fue entregarle a Wilson, apenas cruzó la puerta en Denver, un contrato nuevo por cinco años y 242.6 millones de dólares. Ese convenio tiene a los Broncos mirando un cargo colosal de dinero muerto de 85 millones de dólares para el próximo par de temporadas, por el modo en que Paton y Wilson estructuraron el acuerdo. De no haber cortado ahora a Wilson, su salario completo de 37 millones de dólares quedaría garantizado para el 2025, además de los 39 millones de dólares que ya están garantizados para el quarterback en el 2024, sin ser parte de la organización.

El desastre del mandato de Nathaniel Hackett

¿Recuerdan que dijimos que los Broncos estaban a la caza de un quarterback con trayectoria final hasta el Salón de la Fama para liderar su ofensiva? Después de todo, ese camino les funcionó de maravilla con Peyton Manning y el Super Bowl 50. Bueno, los Broncos jamás lo aceptarán --Paton lo ha negado vehemente, porque, bueno, aceptarlo sería admitir una falta de la organización castigable por la liga-- pero en el 2022 hubo rumores muy fuertes de que la llegada de Hackett a Denver era para usarlo como anzuelo para convencer a Aaron Rodgers de mudarse a los Broncos.

El 27 de enero del 2022, Kimberly A. Martin de ESPN reportó en el programa "Get Up" que fuentes de la liga habían mencionado que Rodgers tendía interés en Denver, siempre y cuando uno de sus coaches conocidos aterrizara allí, incluyendo a Hackett.

Claro, Rodgers después renovó con los Green Bay Packers, declarando que se trataba de una extensión que lo mantendría posiblemente hasta el final de sus días con esa organización, solo para saltar a los New York Jets un año después, mientras que los Broncos se quedaron con Hackett en la posición de head coach, al frente de un quarterback que, posiblemente, no era su primera elección.

No hay necesidad de recordad el nivel de ridículo que fue el mandato de Hackett al frente de los Broncos antes de ser despedido antes del fin de la temporada, pero la contratación de Hackett, que también queda a los pies de Paton, debe ser considerada una de las peores en la historia moderna de la liga.

El desastre del mandato (hasta el momento) de Sean Payton

Como si pagar selecciones altas de draft al mayoreo por Wilson no había sido suficiente, Paton y los Broncos decidieron enviar una selección de primera ronda del año pasado y una selección de segunda ronda a los Saints por los derechos contractuales de Payton, quien recientemente se había retirado, bajo contrato, como head coach de la NFL.

Desde el inicio, la llegada de Payton --quien había pasado los dos años más recientes fuera de la liga en papel de analista para televisión-- fue desastrosa. El nuevo head coach se encargó de utilizar cualquier oportunidad que tuvo a la mano para arremeter en contra de su predecesor. Seguro, lo de Hackett fue terrible, pero la estrategia de Payton de poner toda la responsabilidad por el fracaso de Denver sobre los hombros de Hackett, antes del inicio de la campaña, se convirtió en una distracción enorme para el club. Y, lo que es peor, ahora Payton deberá comerse muchas de esas palabras.

"Uno de los peores trabajos como coach en la historia de la NFL", fueron las palabras que empleó Payton en una entrevista con USA TODAY. "Todo lo que escuché acerca de la temporada pasada, estamos haciendo lo opuesto", mencionó también Payton.

Quizás lo más llamativo de aquella entrevista, y que hoy es un claro tiro por la culata, tiene que ver con lo que dijo en aquel momento Payton sobre Wilson, el mismo quarterback al que envió a la banca faltando dos partidos para concluir la campaña regular.

"Le resta bastante gasolina en el tanque", dijo Payton respecto a Wilson. "Hombre, hicimos pasar a ese chico por el lavado de autos cien veces ahora. Pero, esa es ahora la narrativa, ¿no?

Por supuesto, las críticas de Payton no se quedaron solamente en Hackett, e incluyó a la directiva que dirige Paton.

"Oh, vaya, hay tanta mugre alrededor de eso. Hay 20 manos sucias por lo que se permitió, toleró en las malditas salas de terapia, en las salas de juntas. La ofensiva. No conozco a Hackett. Mucha gente tenía suciedad en las manos. No era solamente Russell. No cambió, simplemente. Todavía lo tiene. ¿Esta mie--- de que golpeó una pared? Vaya, no podían mandar una jugada. Fueron el equipo 29° en la liga en penalidades previo al centro a ambos lados del balón.

"No fue su culpa", añadió Payton. "Fueron los padres que lo permitieron. No es incriminarlo a él, pero una incriminación en contra del head coach, el gerente general, el presidente y todos los demás que lo observaron mientras sucedía".

Rodgers saltó al instante en defensa de Hackett, quien se unió a él con los Jets bajo el rol de coordinador ofensivo, previsiblemente.

Pero, Payton debió comerse sus palabras en la Semana 5, cuando sus Broncos cayeron derrotados por 31-21.

Aunque hubo un lapso a media temporada en el que Denver logró ser competitivo, entre las Semanas 7 y 14 cuando ganaron seis de siete salidas, no fue suficiente para evitar la séptima campaña perdedor en fila para Denver, y octava al hilo sin playoffs.

Las cosas empeoraron cuando, en la recta final, Payton decidió mandar a Wilson a la banca argumentando que su ofensiva necesitaba un "chispazo", y reemplazándolo por el nómada suplente Jarrett Stidham, un quarterback que tiene marca de 1-3 como titular en la NFL a pesar de jugar en la liga desde el 2019. Si Stidham alguna vez iba a tener un chispazo, lo hubiéramos visto desde hace tiempo.

Después, Wilson le echó más fuego a la hoguera revelando públicamente que el equipo había amenazado con enviarlo a la banca si no reestructuraba su contrato para renunciar a sus garantías contractuales.

Wilson naturalmente se negó, y eso nos condujo a un cargo récord de la NFL de 85 millones de dólares por dinero muerto para los Broncos en el siguiente par de campañas, con el quarterback teniendo garantizado su salario de 39 millones de dólares para el 2024 intacto.

¿Qué sigue para los Denver Broncos tras cortar a Russell Wilson?

Bueno, está Stidham y su "chispazo", y está el draft donde los Broncos eligen en el turno N° 12 de la primera ronda, pero no vuelven a ser llamados al podio hasta la tercera vuelta, descartando intercambios futuros de turnos.

Los Broncos lo arruinaron con Brock Osweiler en la segunda ronda del 2012, y lo hicieron todavía peor con Paxton Lynch en la primera vuelta del 2016. El jugador que seleccionaron con el turno de cuarta ronda recibido de Seattle en el canje por Wilson, Eyioma Uwazurike, está suspendido por la NFL y existe la posibilidad de que nunca juegue más para los Broncos.

Pero, con la adquisición de Wilson, impusieron un nuevo estándar para la franquicia sobre cómo fracasar en la posición más importante del campo.

¿Qué sigue para Russell Wilson en la NFL?

La posición de quarterback no pierde valía en la NFL contemporánea, y los números de Wilson, vistos en un vacío, no fueron tan terribles en el 2023. Los Broncos perdieron más partidos de los que ganaron porque el equipo presenta carencias en varias fases del juego.

Seguro, se esperaba más de Wilson, justamente. Pero habrá algún equipo que se quede sin uno de los quarterbacks más codiciados del próximo draft, o que de plano ya renuncie a buscar a uno de ellos, que abrirá la chequera para Wilson. ¿Va a obtener un contrato como lo que le dio Paton en Denver? Por supuesto que no. Pero seguirá vigente en una liga donde se paga de más en la posición, como bien dejaron en evidencia los Broncos.

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