MÉXICO -- Los Dallas Cowboys comenzaron su dominio en la década de los 90 gracias a la primera victoria del mariscal de campo Troy Aikman en el máximo escenario, enmarcado en el Rose Bowl, frente a los Buffalo Bills, que venían de perder dos Super Bowls consecutivos.
Los 52 puntos que anotó la ofensiva de Aikman y el coach Jimmy Johnson, fueron la segunda cantidad más elevada en la historia del Super Bowl.
El elegido: Aikman lanzó cuatro pases de touchdown, dos para Michael Irvin y sendos para Alvin Harper y Jay Novacek, quien abrió el marcador para Dallas. Aunque el mariscal de campo se ayudó de cuatro intercepciones y seis balones sueltos recuperados, sus embates sacaron lo mejor de una ofensiva que vio el nacimiento de los trillizos.
Los dos pases de anotación en dirección a Irvin llegaron con 18 segundos de diferencia, hacia el final de la primera mitad.
Los argumentos: Cuatro pases de touchdown resultan un registro más que suficiente para un mariscal de campo que arrolla al rival en un Super Bowl, sobre todo en una votación que el año anterior dio el reconocimiento a Mark Rypien de los Washington Redskins pese a sus números regulares.
A Troy le bastaron cinco receptores distintos para despedazar a los Bills, completando 22 de 30 pases para 273 yardas sin intercepción. Aikman sumó 28 yardas terrestres a su actuación, con una escapada de 19.
La controversia: Buffalo perdió su mayor activo cuando el mariscal de campo Jim Kelly se lesionó en el segundo cuarto, aunque ya había tirado dos entregas, con Jimmie Jones recuperando un balón suelto del pasador cerca de las diagonales y anotando el touchdownd de la ventaja hasta ese momento. El suplente Frank Reich fue interceptado en otro par de ocasiones, con la última frente a un marcador de 38-17.
Si bien Aikman navegó sin problemas a las diagonales hasta que se cansó, su defensiva resultó el mayor impulso, aunque, de regreso a Rypien, era imposible que los votantes dejaran de lado las cuatro anotaciones aéreas de Aikman. Merecido, pero debatible. Un caso similar al de los Cowboys Harvey Martin y Randy White, cuando mancillaron a los Denver Broncos y la prensa quería honrar a toda la unidad defensiva.
El resultado: Los Cowboys dieron el primer paso a ser la dinastía de los 90, al tiempo que Aikman se colocó el primero de tres anillos de campeonato junto a Irvin y el corredor Emmitt Smith. Los Bills cayeron en la forma más dramática que les había tocado, aunque el dolor no terminó allí. Vaya, quizá no ha terminado todavía.