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¿Por qué los contratos de NFL son menores que los de NBA?

Si nos encontramos a principio de julio, significa que los jugadores de la NFL deben estar boquiabiertos pro los contratos de la agencia libre de la NBA. Se abrieron las rejas la semana pasada en el mercado abierto del baloncesto, y muchos jugadores de la NFL interrumpieron su tiempo libre para publicar comentarios de lamento vía redes sociales.

Solamente la temperatura diferencia a este fenómeno de otro que ocurre todos los meses de diciembre, cuando los jugadores de la NFL duplican su angustia al seguir el periodo de la agencia libre de Major League Baseball. Se trata de una sesión bianual de dolores estomacales que siempre genera las mismas notas de celos respecto a dinero garantizado y salarios extravagantes para jugadores de rango medio.

Pero historias simples pueden conducir a falsas equivalencias, y comparar contratos de la NFL con contratos de la NBA es como comparar manzanas con... bueno, con 747s.

"Son simples aritméticas", aclaró George Atallah, director ejecutivo asistente de la NFLPA para asuntos externos, este martes. "Nuestro negocio carga con 53 jugadores por equipo. El de ellos lleva 13. Nuestra carrera promedio es de tres años y medio. La de ellos es más larga. Simplemente no tiene sentido comparar".

Pero dado que los propios representados de Atallah son los que hacen las comparaciones, vale la pena examinar.

La razón principal por la que los contratos de la NFL no son --y nunca serán-- contratos de NBA, es que la fuerza laboral de la NFL es única, con preocupaciones únicas. Los dueños forjaron un paro laboral en el 2011 por la repartición de las ganancias, lo que significa que los jugadores no iban a volver al emparrillado sin aceptar una tajada más pequeña del pastel. A cambio, el gremio peleó por y obtuvo beneficios como protecciones contra lesión en los contratos, un piso salarial y mejoras en los paquetes de beneficios que incluyen salud y pensiones para los jugadores y familias de por vida. Si tu promedio de carrera es de apenas tres años y medio y tu frecuencia de lesiones es del 100 por ciento, servicios de salud a perpetuidad acarrean un valor significativo.

Pero vaya, esos números.

Timofey Mozgov obtuvo 64 millones de dólares garantizados de Los Angeles Lakers al tiempo que el tope salarial de la NBA se disparó a un paso sin precedentes, mientras que Eli Manning y Philip Rivers recibieron 65 millones en dinero no precisamente garantizado de la NFL en la pasada temporada baja.

Parte el tema es un sistema de la NBA que impone salarios máximos para veteranos de acuerdo a tiempo de servicios y tope salarial. Si no hubiera tope ni agencia libre sin restricciones, los equipos podrían y seguramente ofrecerían a LeBron James más de 60 millones de dólares anuales. Pero por el momento, está limitado a unos 30 millones (razón por la cual sigue ejerciendo cláusulas de salida año con año, renegociando el tope mientras se elevan sus años de servicio). El dinero adicional debe ir a alguna parte, razón por la cual tipos como Mozgov y Mike Conley, quien ahora está cobrando más que cualquier jugador de la NFL (30.5 millones de dólares), reciben salarios de súper estelares.

Pero, ¿no hay suficiente dinero en la NFL para repartir? Si la NBA generó 5.2 mil millones de dólares el dinero el año pasado y los jugadores reciben el 50 por ciento de eso, entonces se están repartiendo 2.6 millones. Mientras tanto, los jugadores de la NFL recibieron 6.11 mil millones de dólares de los 13 mil millones de ingresos totales (47 por ciento). Esos son números en crudo que pueden analizarse, pero ustedes tienen la idea. En general, parte del problema que tienen los jugadores de la NFL que se quejan es que su liga está generando el doble de dinero y sus contratos no son tan lucrativos.

Ahí es donde la "simple aritmética" de Atallah juega. Hay 1,696 jugadores en activo en plantillas de la NFL en un momento dado de la temporada (además de todos los que están en la lista de reservas lesionados y reciben salario); hay 390 en plantillas de la NBA. Los 2.6 mil millones divididos entre 390 resultan en una cifra más alta que los 6.11 mil millones divididos entre 1,696. Así que de hecho, no es impensable que Mozgov (disculpa por seguirte mencionando, Timofey) cobre ahora más que cualquier receptor abierto de la NFL.

Donde realmente se molestan los jugadores de la NFL es en el tema de las garantías. Pero ahí, no hay más a quién culpar que a ellos mismos. No existe nada en los contratos colectivos de trabajo de la NBA ni MLB que exija que los contratos sean plenamente garantizados, de la misma manera en que no existe nada en el contrato colectivo de trabajo de la NFL que lo prohíba. A lo largo de los años, los jugadores de béisbol y baloncesto han utilizado su apalancamiento de agencia libre para demandar contratos totalmente garantizados, y como resultado de ello, se han convertido en el estándar.

Los contratos totalmente garantizados en la NFL no arribarán hasta que algún jugador que cuente con un apalancamiento significativo insista en ello, y esté listo para dejar la mesa de negociaciones por ello. Agentes y jugadores esperaban que alguien como Russell Wilson el año pasado o Andrew Luck este año quebraran esa barrera, pero ninguno lo hizo. Límites artificiales como la etiqueta de jugador franquicia lo dificultan, seguro. Los Indianapolis Colts podrían haber retenido a Luck otro par de años, posiblemente tres, sin comprometerse a largo plazo si hubiera exigido garantías y el equipo se hubiera rehusado a ceder. Pero hipotéticamente, si Luck hubiera insistido en no firmar sin una garantía total, los Colts podrían haberse asustado por perderlo eventualmente, y ceder. Nunca lo sabremos, y podría pasar cierto tiempo antes de que llegue un jugador a la mesa de negociaciones con el nivel de apalancamiento de Luck.

No todo es malo para los jugadores de NFL. El nuevo acuerdo laboral ha incluido garantías contra lesión y ha resultado en contratos plenamente garantizados para novatos de primera vuelta. Incluso cuando se instituyó la nueva escala de pagos para novatos en el 2011, prefieres tener el contrato de Jared Goff que el de Ben Simmons. Pero eso es en la parte del inicio de las respectivas carreras, y los acuerdos que hacen enloquecer a todos son para jugadores en la parte intermedia de sus trayectorias.

En ese respecto, la NFL tuvo un año decente. Jugadores como Malik Jackson y Olivier Vernon firmaron contratos cuyo tamaño sorprendió a muchas personas y sacudió el mercado para su posición. Ninguno es un estelar, y Vernon es en especial alguien no probado, en relación al contrato que obtuvo. La escala de su convenio no indigna a la opinión pública del modo en que el contrato de Conley lo hizo en la NBA, pero en el futuro importará más para los jugadores de la NFL que desean cobrar más dinero. Simplemente deben percatarse de que, pase lo que pase, no van a cobrar dinero de NBA. La aritmética simplemente no da.