FOXBOROUGH, Mass. -- La filosofía del entrenador en jefe Bill Belichick sobre la importancia de los quarterbacks fue resumida hace unos años cuando dijo que "en nuestra organización, no creo que nosotros construiríamos un equipo de la manera que hizo Indianapolis cuando perdieron a [Peyton] Manning y acabaron con marca de 2-14 [en el 2011]. No creo que eso es lo que estamos buscando".
Eso ayuda a explicar el por qué los New England Patriots, ya con un quarterback franquicia en Tom Brady, seleccionaron a Jimmy Garoppolo en la segunda ronda del Draft de 2014 y entonces añadieron a Jacoby Brissett en 2016 con su selección de tercera ronda.
No hay posición más importante que la de quarterback, y sin uno, Belichik ha dicho que eso pone al equipo completo en peligro.
Los Patriots vivieron peligrosamente el domingo en su victoria por 31-24 sobre los Miami Dolphins en Gillette Stadium, cuando Garoppolo se tuvo que ir del partido en el segundo parcial con una lesión en el hombro derecho tras recibir un fuerte golpe de parte del linebacker Kiko Alonso.
Entra Brissett.
No fue un pase de batón definitivo, especialmente considerando la manera en la Garoppolo había estado jugando, pero Brissett hizo lo suficiente como para ayudar a los Patriots aguantar para ganar -- con una ventaja de 24-3 en el descanso casi evaporándose en el aire húmedo de Nueva Inglaterra.
"Lo manejó bien. Jacoby entró e hizo las jugadas cuando tenía que hacerlas. Logró conseguir par de primer downs. Esas jugadas fueron grandes. Yo estoy orgulloso de él y anticipo trabajar duro con él esta semana", dijo el ala abierta Julian Edelman.
Añadió Belichick que "Jacoby ha estado trabajando para esto por mucho tiempo. Hizo un buen trabajo en una situación de presión".
Ahora los Patriots quizás necesiten más de Brissett si la lesión de Garoppolo lo mentiene en la banca, lo que se espera sea el caso para al menos la Semana 3, si no más tiempo. También tendrán que considerar traer otro quarterback en una semana corta ya que el próximo juego es el jueves en la noche contra los visitantes Houston Texans.
Claro, una de las razones por las cuales los Patriots se encuentran en esta situación es que Brady sigue sirviendo una suspensión de cuatro partidos como parte de los castigos de la NFL en relación al caso de Deflategate. Regresará el 9 de octubre contra los Cleveland Browns, pero hay interrogantes para contestar antes de que eso ocurra.
¿Cuánto tiempo estará Garoppolo fuera? ¿Podrán conseguir un quarterback que esté preparado para el rol de suplente lo suficientemente rápido? ¿Consideraría sencillamente mantener a Edelman como su segunda opción?
Al retomar la semana, apenas manteniéndose a flote, aún no hay respuestas inmediatas.
Solo un quarterback saludable, Brissett, con las esperanzas del equipo en sus manos.