SAN FRANCISCO -- Los Dallas Cowboys creen que su equipo actual tiene mayor profundidad; jugadores de calidad titulares y suplentes, capaces de hacer el trabajo con respecto a años más recientes.
El dueño y gerente general Jerry Jones, al igual que el entrenador en jefe Jason Garrett, dicen estar convencidos que estos Cowboys están construidos para soportar la adversidad, con base en lecciones aprendidas en el pasado. Es muy posible que este domingo tengan que demostrarlo cuando visiten a los San Francisco 49ers en el Levi’s Stadium de Santa Clara, California.
"La adversidad se presenta para un equipo de futbol americano en el curso de 16 partidos", dijo Garrett. "Las lesiones son adversidad. Debes prepararte desde el principio para armar el equipo de la manera correcta en todas las posiciones".
Los Cowboys (2-1) llegan a la Semana 4 en una situación similar a la temporada pasada, que terminaron con marca 4-12, en su mayoría por la incapacidad manifiesta de la ofensiva para mover el balón sin sus dos principales jugadores, Tony Romo y Dez Bryant.
Esta vez, Romo no estará y es muy probable que Bryant tampoco. Peor aún, la supuesta mejor línea ofensiva de la liga, la de los Cowboys, tiene a su mejor tackle, Tyron Smith, quien fue electo al Pro Bowl en 2015, cuestionable para enfrentar a los 49ers por espasmos musculares en la espalda; los mismos que lo dejaron fuera del partido anterior.
El otro tackle, Doug Free, entrenó limitado por molestias en el cuadriceps derecho. Y el guardia izquierdo titular, La’el Collins está fuera por tiempo indefinido debido a una lesión en el dedo gordo del pie derecho.
"Hay que pensar en esas cosas desde el principio y entrenar al equipo de la manera adecuada para poder manejar esas situaciones", agregó Garrett. "Hay un montón de lecciones que aprendimos el año pasado sobre la manera de construir y entrenar mejor al equipo".
Los jugadores insisten en que esta vez, a pesar de las lesiones, hay mayor optimismo, en especial a la ofensiva. Tal vez porque después de tres semanas parece que por fin encontraron a un quarterback suplente capaz de crear jugadas y mover al equipo, el novato Dak Prescott, seleccionado en la cuarta ronda del draft anterior.
Prescott tiene 66.7 por ciento de sus pases completados para 767 yardas con un touchdown y sigue sin lanzar intercepciones.
"Dak nos ha sorprendido de buena manera a todos", reconoció el entrenador de los 49ers, Chip Kelly. "Es inteligente y tiene físico para hacerte daño de muchas maneras. Puede pasar y correr. Sabe cuidar el balón".
El corredor Ezekiel Elliott parece mejorar cada semana en las que Garrett llama sus tres fases del juego: Acarrear y atrapar el balón, además de bloquear. Elliott pasó las 100 yardas por tierra (140) por vez primera en la NFL la semana anterior. Es el tercero en la liga en yardas ganadas por tierra (274) con dos touchdowns para un backfield que ya suma siete anotaciones por tierra entre cuatro jugadores diferentes: Elliott, Alfred Morris (2), Prescott (2) y Lance Dunbar (1).
Y tal vez el punto más importante en la profundidad ofensiva sea el guardia Ron Leary, a quien los Cowboys prefirieron conservar en vez de negociarlo por tentadoras ofertas, incluyendo ofrecimientos de quarterback cuando Romo se lastimó.
"Leary puede jugar titular en cualquier equipo de la NFL, menos quizá con los Cowboys", añadió Kelly. "Es un lujo tener a un jugador como él por si lo necesitas en la temporada. Ellos se pueden dar ese lujo".
Leary suplirá a Collins, quien le arrebató la titularidad la campaña anterior. Si por segunda semana está fuera Smith, el tackle izquierdo, el suplente será Chaz Green, a quien el entrenador Garrett consideró había dado un buen partido en la triunfo contra Chicago.
"Es joven y tiene que aprender", dijo Garrett. "Dio un buen partido y salvo un castigo que pareció provocado por sus ansias, no hay queja con él".
Si Bryant está desactivado por su lesión entre pierna y rodilla derecha, Brice Butler abrirá el juego como receptor. La gran ventaja para los Cowboys es que esta vez, Bryant no ha sido el principal objetivo de los pases de Prescott en los primeros tres juegos de la campaña. El receptor Cole Beasley es otro que parece mejorar temporada a temporada y partido tras partido.
Beasley suma 20 recepciones para 213 yardas. Y el segundo preferido de Prescott es el eterno Jason Witten con 14 pases completos para 142 yardas. La semana anterior, Prescott pasó a ocho receptores diferentes.
"La mentalidad en nuestro equipo es que todos debemos aprovechar cuando tenemos nuestra oportunidad”, dijo Prescott. “Todos queremos competir para demostrar que podemos jugar en esta liga”.